El triunfo de lo intangible: "Meta-verso" y cumbre del clima
Siempre me llamó la atención esa ambivalencia semántica de la palabra «ilusión». Cómo puede llegar a significar cosas tan dispares según el contexto y la frase donde aparece. Si decimos de alguien que es una persona que carece de ilusión en su vida estamos atribuyendo al término un sentido positivo, pues hacemos equivaler ilusión a motivación, a tener algo que genera ganas de vivir, de hacer cosas. Es lo que se expresa cuando uno dice que le hace mucha ilusión emprender un viaje, por ejemplo. Pero si afirmamos que no se puede vivir de ilusiones o le pedimos a alguien que no sea iluso (que no se haga ilusiones sin más), claramente atribuimos a la ilusión un sentido negativo ya que implica un desprecio de la realidad, lujo que uno no se puede permitir porque tarde o temprano se paga caro. La pandemia que padecemos desde hace casi dos años, mal que le pese a los negacionistas, es una tan dolorosa como contundente prueba de ello. Por José María Agüera Lorente «Hemos creado un maravil...