El espejismo de covid-19: el coronavirus no es una solución a la crisis climática
La pandemia ha traído cambios radicales. La vida se articula desde los balcones y las ciudades quedan reducidas a una gigantesca nada vacía; ni turistas, ni terrazas al sol, ni comercios abarrotados. La economía entra en una suerte de abismo temporal y, como ocurrió en la Gran Recesión de 2008, las emisiones se reducen exponencialmente de tal forma que, sin quererlo, el mal vírico queda visto como un respiro en la lucha contra la crisis climática. Sin embargo, la realidad es que el coronavirus es sólo un espejismo y en ningún caso una solución al problema global del calentamiento del planeta. Alejandro Tena En los últimos días, imágenes ofrecidas por el satélite Copernicus han revelado cómo las emisiones de gases de efecto invernadero se han ido reduciendo por el parón económico. En España, las cifras hablan de una reducción de las emisiones de hasta el 83% en el caso de Barcelona, del 73% en Madrid y del 64% en Valencia. Sin embargo, el descenso de las emisiones no signifi