Holobionte -Invadido por criaturas alienígenas: después de todo, no eran hostiles

 

El término holobionte, introducido por Lynn Margulis deriva del griego antiguo hólos, que significa “todos”, y bios que significa “organismo”, “ser vivo”. Se utiliza comúnmente para referirse a la asociación entre un macroorganismo y los microorganismos que componen su microbiota. (Por Climaterra)

 
Por Ugo Bardi

Nuestro cuerpo, entonces es un holobionte porque está formada por células humanas (por supuesto!) y por células microbianas (las bacterias de la microbiota). Que,  aunque no las vemos, también están vivas y forman parte de ‘nosotros’, pues convivimos en un mismo escenario que es nuestro cuerpo. Y al parecer ¡en números aproximadamente iguales! (30 billones de células humanas y el número de células bacterianas, sin ser constante –ya que se evacúa cierta cantidad del intestino de manera regular) sería similar.
A esta unidad que forman la microbiota y las células humanas, y que interactúa como una entidad ecológica y evolutiva, se las llama el holobionte humano.
Cuatro días en cama. Fiebre, tos, secreción nasal, dolor en todas las articulaciones. No recuerdo haber estado tan enfermo en mucho tiempo. ¡Y ni siquiera era Covid! Me hice la prueba cuatro veces, porque todo el mundo me decía "tiene que ser Covid".  Pero no, todas las pruebas fueron negativas. Si no grazna como un pato, probablemente no sea un pato.
Creo que hay momentos en los que los elementos del holobionte que es tu cuerpo se unen para enviarte un mensaje. Un fuerte mensaje que mi propio sistema inmunológico y las criaturas que habían entrado en mi sistema me estaban enviando, juntos. Era: "Tómatelo con más calma. No importa lo mal que estén las cosas en el mundo, no hay mucho que puedes hacer. Así que tómate unos días de descanso. No es una sugerencia, es una orden". Obedecí, agradecido. También estoy agradecido a los bichitos, sean los que sean, que ayudaron a mi cuerpo a realizar una limpieza que evidentemente era necesaria.

A veces piensas que eres una especie de fantasma metido en tu cabeza, una especie de microprocesador que reside detrás de esas dos cámaras que llamas "ojos". Pero eres mucho más que eso: eres un cuerpo, un cuerpo completo. Músculos, nervios, sangre, un corazón, pulmones, tripas, todo lo demás. Eres un holobionte: muchas criaturas viviendo juntas. Y no hay una frontera evidente entre lo que es "tú" y lo que está "fuera de ti". Intercambias continuamente información del exterior. Respiras, comes, bebes información en forma de genes de las criaturas que llamamos "gérmenes", pero que normalmente no tienen intención de hacerte daño. Es que tu sistema inmunitario debe aprender a reconocer a estas criaturas. Es un intercambio continuo que hace que tu cuerpo sea capaz de prosperar en una "sopa" genética que nos rodea a cada uno y de la que todos formamos parte.
Si intentas mantener alejadas a estas criaturas utilizando filtros o desinfectantes, sigues siendo sordo y ciego a esa información. Estás indefenso ante la primera oleada de criaturas que resultan ser un poco más agresivas que las habituales. Y, a veces, hay que pasar por la readaptación, el reaprendizaje y la limpieza por la que pasé yo. Es un poco doloroso, pero después te sientes muy bien, sobre todo si fuiste lo suficientemente sabio como para evitar tomar medicamentos (aunque, tengo que confesar, ¡tomé unas cuantas pastillas de aspirina!).  
En cualquier caso, todos formamos parte del gran holobionte que llamamos Gaia, la Diosa. Que sea alabada por su sabiduría y su paciencia con esos hijos e hijas de Ella, tan tontos y tan revoltosos. ¡Adelante, compañeros holobiontes!

El autor es miembro del Club de Roma, profesor de la Universidad de Florencia y autor de "Extraído" (Chelsea Green 2014), "El efecto Séneca" (Springer 2017) y Antes del colapso (Springer 2019)8 de abril de 2022
Fuente: Fuente: theproudholobionts.blogspot.com