Argentina: Cazaron, carnearon y comieron a un yaguareté protegido. El juicio ya tiene fecha

En un rincón del monte formoseño, un grupo de cuatro hombres enfrenta hoy algo inédito: ser juzgados por matar a un yaguareté, una especie en peligro crítico de extinción. El caso no solo despertó el repudio de organizaciones ambientalistas, sino que también marcó un hito legal en Argentina. Con solo unos 20 ejemplares en el Chaco argentino, lo que ocurrió es mucho más que un hecho aislado. Es una historia que mezcla supervivencia, desconocimiento, pobreza y la urgente necesidad de repensar cómo convivimos con la vida silvestre.

por Carolina Gutiérrez Argüelles

¿Quiénes son los acusados y cómo comenzó todo?
Todo empezó con una vaca desaparecida. En el campo de Máximo Cisneros, ubicado cerca de Ibarreta, Formosa, los días giraban en torno a changas rurales: arreglar alambrados, cortar madera, limpiar monte. Cuando el animal no volvió, Cisneros (hombre de 61 años) pidió ayuda a tres changarines conocidos: Walter Hugo Ponce De León (45), su hermano Viterman (38), y Claudio Cisneros (30). Lo que parecía una búsqueda común terminó en una escena brutal.

Encontraron la vaca muerta. A pocos metros, según relataron, apareció el yaguareté. Era la primera vez que veían uno. “Nunca supimos que era tan protegido”, dijeron después. La versión de los acusados sostiene que el felino los atacó, mató a dos de sus perros y que, en medio del pánico, dispararon con una escopeta vieja. Luego, lo despellejaron. Y se lo comieron.
La reacción de la justicia y las organizaciones ambientalistas
Las fotos que circularon mostraban al animal muerto, colgado, maniatado, sin piel. La denuncia fue inmediata. Ana Magdalena Gutiérrez, representante del Plan Nacional de Conservación del Yaguareté, recibió las imágenes y activó el proceso legal. Lo que siguió fue veloz: allanamientos, intentos de fuga, detenciones y, finalmente, prisión domiciliaria para tres de los acusados. El caso escaló tan alto que se convirtió en el primero en la historia argentina en llevar a juicio oral a personas por cazar un yaguareté.

Organizaciones como Red Yaguareté y Greenpeace alertaron sobre la gravedad del hecho. En el Gran Chaco quedan menos de 20 yaguaretés. “Cada ejemplar perdido es una tragedia”, dicen. Las manchas del animal asesinado coincidían con registros de monitoreo: era uno de los cinco conocidos en Formosa. Ahora quedan cuatro.
“No somos cazadores”: la versión de los imputados

En entrevistas realizadas por videollamada, los tres acusados con prisión domiciliaria se mostraron compungidos. Dijeron no saber que el yaguareté era un Monumento Natural Nacional protegido por ley. Afirmaron haber actuado en defensa propia. “No lo hicimos por trofeo, lo hicimos por miedo”, explicó Claudio. Lo mataron, lo despellejaron y lo comieron. “Era eso o él”, repitieron. La historia también expone un drama social profundo: pobreza estructural, falta de educación, trabajos informales y un desconocimiento absoluto sobre leyes ambientales.

El juicio que puede cambiar la historia ambiental argentina
El próximo 12 de agosto, comenzará en Formosa un juicio sin precedentes. Por primera vez, se juzgará en Argentina a cuatro personas por cazar un yaguareté, un símbolo de la fauna nativa. El caso podría sentar jurisprudencia y abrir la puerta a penas más severas para crímenes ambientales. Actualmente, la Ley 22.421 permite sanciones menores. “Queremos que se aplique la pena máxima, aunque luego salgan en libertad”, explicó Nicolás Lodeiro Ocampo, su director. Para él, lo esencial es el mensaje: que matar un animal protegido tenga consecuencias reales y visibles.

Una especie al borde del abismo
El yaguareté, también conocido como jaguar, es el felino más grande de América. Hoy, está confinado a tres zonas: la selva misionera, las yungas del norte y el Chaco seco. Se estima que quedan solo 250 ejemplares en todo el país. La especie es víctima de múltiples amenazas: deforestación, caza furtiva y falta de protección efectiva. “Si queremos salvar al yaguareté, necesitamos proteger los bosques y trabajar con las comunidades”, advirtió Noemí Cruz, de Greenpeace.

A partir de sus manchas se pudo confirmar que el yaguareté asesinado había sido registrado y monitoreado por organizaciones proteccionistas.
El juicio por la caza del yaguareté en Formosa podría marcar un antes y un después. No solo en términos legales, sino también culturales.

Fuente: https://ecoosfera.com/medio-ambiente/natura/caza-yaguarete-argentina/ 

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