Ballenas: Japón cede a EEUU el papel de villano





Por Marcela Valente




BUENOS AIRES, jun (Tierramérica) - Estados Unidos está ocupando el lugar de Japón en la defensa de la cacería de ballenas, pero en vez de pretender que se trata de caza científica lo hace bajo el paraguas de la cuota aborigen o de subsistencia.
Así lo advierten organizaciones conservacionistas de América Latina ante la próxima reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), que se celebrará del 3 al 5 de julio en la británica isla de Jersey.
Creada en 1946 para regular la caza y el comercio de cetáceos, la CBI está integrada por 89 países, incluyendo aquellos que reivindican la explotación de esas especies y los que sostienen una postura conservacionista, como el bloque latinoamericano.
José Truda Palazzo, ex comisionado de Brasil ante la CBI y actual coordinador del proyecto Ballena Franca Austral en el Centro de Conservación Cetácea de su país, dijo a Tierramérica que la nueva amenaza ya no viene de Japón sino de Estados Unidos.
"Hay un gran malestar en la región porque la delegación de Estados Unidos, que es agresiva y sin capacidad de negociación, va a intentar en Jersey reflotar una iniciativa que legitime la cacería", sostuvo.
Esta posición tiene una larga historia. Puesto que las poblaciones de muchas especies de cetáceos habían experimentado una caída radical y se encontraban en riesgo, la CBI dispuso una suspensión internacional a la cacería que entró en vigor en 1986. Desde entonces Japón se vale de un artículo de la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas que autoriza la "caza científica" para seguir capturando.
Organizaciones ecologistas estiman que Japón captura alrededor de 400 ejemplares por año, un número muy superior al que se supone se destina a fines investigativos, y lo hace incluso en "santuarios", es decir en zonas especialmente protegidas.
Estados Unidos era un país líder de la conservación ballenera, pero defendía la existencia de cuotas de subsistencia para los aborígenes del noroccidental estado de Alaska. En 2002 Japón hizo valer una mayoría de votos en la CBI y le bloqueó esta cuota.
Después de esa derrota, considerada por ambientalistas como una represalia japonesa al liderazgo conservacionista de Washington, Estados Unidos se mantuvo neutral. Pero desde hace tres años sus delegados se volvieron más favorables a la caza que Japón.
En la anterior reunión de la CBI, celebrada en 2010 en Agadir, Marruecos, Estados Unidos intentó aprobar un programa de reformas del organismo que mantenía la moratoria, pero proponía cuotas de caza y legitimaba las capturas japonesas.
Esa propuesta fracasó, entre otras razones por el rechazo masivo de América Latina junto a países como Australia.
En Jersey, la delegación estadounidense, con apoyo de Nueva Zelanda, volverá a la carga.
"Es un hecho muy desafortunado, porque (Estados Unidos) tenía una tradición conservacionista y de defensa del uso no letal, y ahora la delegación es proballenera", aseguró Truda Palazzo.
Según el brasileño, el cambio de Washington obedece a que "en el norte de Alaska las comunidades tradicionales tienen un inmenso poder político y mandan sus delegados a las reuniones de la CBI, pero no son auténticos esquimales que van en sus botes de piel y cazan con arpón".
"Tienen tecnología, subsidios del gobierno y no cazan por necesidad de subsistencia", aseguró. En su opinión, se trata de un asunto político doméstico de Estados Unidos, que pretende "tomar de rehenes" al resto de los miembros de la CBI.
El Grupo Buenos Aires (GBA), bloque latinoamericano en la CBI, ya adelantó que sostendrá el rechazo a esa iniciativa. Este grupo está conformado por Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Uruguay.
La argentina Roxana Schteinbarg, del Instituto de Conservación de Ballenas, coincidió en que la preocupación no está focalizada en Japón sino en Estados Unidos.
"En 2012 corresponde volver a negociar las cuotas aborígenes, y puede ser que Estados Unidos haya hecho un acuerdo bilateral con Japón para apoyarlo ahora y recibir su respaldo a esas cuotas el próximo año", dijo Schteinbarg a Tierramérica.
Pero no sólo Estados Unidos defiende esas cuotas para Alaska. También lo hacen Dinamarca para Groenlandia, Rusia y, en el mar Caribe, San Vincente y las Granadinas. "Estamos de acuerdo en que haya caza de subsistencia, pero creemos que no es el caso de la mayoría de estos países", agregó.
Schteinbarg aseveró que en países que defienden la cuota aborigen se emplean explosivos para capturar animales, y la carne se vende en supermercados en Groenlandia, por ejemplo, lo que determina que se trate de un uso comercial.
En este panorama es positivo que el GBA siga buscando una estrategia común, que en una negociación "puede marcar la diferencia", consideró la argentina.
En América Latina, una actividad turística como el avistamiento de cetáceos viene creciendo sin pausa en los últimos 40 años.
Hay 18 países de la región que la desarrollan, sostiene el "Estado del Avistamiento de Cetáceos en América Latina", publicado en 2008 por el Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat, Global Ocean y la Sociedad para la Conservación de las Ballenas y los Delfines.
Los delegados del grupo latinoamericano propondrán en Jersey cambios en el reglamento de la CBI para habilitar mayor participación de la sociedad civil, y volverán a plantear la creación del Santuario Ballenero del Atlántico Sur, una iniciativa que todavía no consigue consenso.
Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetácea de Chile, informó a Tierramérica que para ampliar la participación ciudadana y empujar estas iniciativas antes de la reunión de Jersey se lleva a cabo una campaña de recolección de firmas en Internet, accesible en http://www.cerocazadeballenas.cl/.

* Este artículo fue publicado originalmente por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.

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MORATORIA BALLENERA, LA CRISIS QUE PIÑERA ALCANZÓ A DESACTIVAR





En las ONGs cundía el rumor de que durante su visita al país, el Presidente Barack Obama le habría solicitado a Sebastián Piñera que le ayudara a levantar la moratoria ballenera. Algo que desde la Cancillería desmiente tajantemente el comisionado chileno en la CBI, José Fernández, pero que se alimenta también de las críticas del mundo conservacionista a la gestión de Obama, que es cuestionada por aplicar una política ambientalista tanto o más laxa que la de su antecesor, George W. Bush.


(ElDínamo.cl) 

En marzo, Chile dio luz verde a resolución de la Comisión Ballenera Internacional que se abría a levantar la prohibición de caza. A último minuto, La Moneda ordenó retirar el apoyo.
Todo marchaba con tranquilidad en el segundo piso de la Cancillería el jueves 26 de mayo. La Mesa de Trabajo Consultivo sobre Ballenas analizaría la posición de Chile en la reunión 63 de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) que se realizará entre el 11 y 14 de julio en el Reino Unido. Sin embargo, el tono de la cita pasó rápidamente de una reunión de rutina a una mesa de control de crisis.
¿La razón? Representantes del Centro de Conservación Cetácea y Ecocéanos, Elsa Cabrera y Juan Carlos Cárdenas respectivamente, aprovecharon la instancia para expresar su malestar por el apoyo chileno a la propuesta IWC 63/7 -elaborada por Estados Unidos y Nueva Zelanda- sobre “el futuro de la Comisión Ballenera Internacional (CBI)".
Y es que según plantearon, en esta resolución -adoptada en marzo de 2011 en Bélgica por los tres países- se volvía a ceder frente a la imposición de la diplomacia norteamericana, tendiente a levantar la moratoria ballenera que existe desde hace 25 años.
La decisión de Chile de adherirse al IWC fue adoptada por el representante ante la CBI, José Luis Balmaceda, y para las ONGs alimentaba el rumor de que durante su visita al país, el Presidente Barack Obama le habría solicitado a Sebastián Piñera que le ayudara a levantar la moratoria ballenera. Algo que desde la Cancillería desmiente tajantemente el comisionado chileno en la CBI, José Fernández, pero que se alimenta también de las críticas del mundo conservacionista a la gestión de Obama, que es cuestionada por aplicar una política ambientalista tanto o más laxa que la de su antecesor, George W. Bush.
Prueba de ello, por ejemplo, es que con la excusa de realizar investigaciones, el mandatario estadounidense ordenó que se comenzaran a explotar los pozos petrolíferos ubicados en Alaska, situación que no se vivía desde hace 40 años.
Si bien el texto suscrito por Chile no dice de manera explícita que se otorgarán cuotas de caza, se deslizan frases como "reformar la gobernanza de la CBI" y "proveer un mecanismo para proyectos y generación de capacidades de países en desarrollo". Además de crear un grupo de trabajo “ad hoc”, pese que ya existe uno, que se ocupe de la “caza aborigen” de ballenas para familias inuit en Alaska.
En el encuentro realizado en la Cancillería participaron representantes de la Dirección de Medioambiente de la cartera (DIMA), Sernapesca, Sernatur, el Instituto Antártico Chileno (Inach), la Armada, el Ministerio de Medio Ambiente, el Centro de Conservación Cetácea y Ecocéanos. Estos últimos emplazaron al gobierno a explicar la falta de información y transparencia en la elaboración del documento IWC 63/7, que aparte de Chile contaba con el apoyo de los únicos dos países que durante 2009 y 2010 impulsaron el fin de la moratoria ballenera contra la caza comercial: Nueva Zelanda y Estados Unidos.
Aunque el documento fue elaborado durante la reunión de los países "like-minded" (conservacionistas) efectuada la primera semana de marzo en Bruselas, Bélgica, las condiciones del mismo se negociaron sin comunicarlo a ninguno de los demás miembros, lo que  posteriormente generó sorpresa.
La molestia de Piñera
A pesar de que en el ambiente político se resalta el estilo personalista de conducción del mandatario chileno, todo apunta a que Sebastián Piñera ignoraba completamente la decisión de la Cancillería en este tema.
De hecho, el Presidente  se enteró de la misma mientras estaba de vacaciones en Europa, y apenas regresó al país, el 5 de junio pasado, ordenó al Ministerio de Relaciones Exteriores retirar el apoyo a la resolución.
Es más, fuentes que conocen en detalle lo que sucedió en La Moneda dicen que el Jefe de Estado reaccionó de manera airada y le exigió a los encargados de la diplomacia resolver todo cuanto antes.
Y es que Piñera conoce bien el tema y sabe que los costos que le traería no sólo serían a nivel interno, sino que también con Brasil y Argentina, países miembros de la CBI que forman el poderoso Grupo de Buenos Aires (GBA). El único que ha puesto freno a las intenciones norteamericanas de volver a otorgar cuotas para cazar ballenas.
Ello, sumado al temor del Mandatario de que se produjeran nuevas movilizaciones medioambientalistas como las vividas tras la aprobación de HidroAysén, que provocaron que su popularidad se desplomara en las encuestas, hizo que a fines de la segunda semana de junio Chile retirara oficialmente su apoyo a la medida.

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AMÉRICA LATINA DEFENDERÁ A LAS BALLENAS EN REUNIÓN INTERNACIONAL




Gobiernos y ONGs rechazarán caza comercial y el comercio de subproductos en la proxima reunión de la CBI que se realizará en Reino Unido.


Por: Elsa Cabrera
28 de junio de 2011
Entre el 21 y 22 de junio se reunieron en la capital Argentina, representantes de once gobiernos latinoamericanos ante la Comisión Ballenera Internacional (CBI) con el objetivo de definir una hoja de ruta para enfrentar, de manera coordinada y conjunta, la posición de la región durante la próxima reunión anual de este organismo internacional que se realizará entre el 11 y 14 de Julio en Jersey (Reino Unido). Conocido como Grupo Buenos Aires (GBA), este conjunto de países miembro de la CBI se ha caracterizado desde su creación en 2005 por consolidarse como un bloque negociador clave al momento de adoptar decisiones respecto al futuro de las poblaciones de ballenas a nivel global.
Como parte del trabajo conjunto realizado entre los miembros del GBA y la sociedad civil de América Latina y El Caribe, cerca de 30 organizaciones no gubernamentales (ONG) de más de una decena de países entregaron a sus representantes en Buenos Aires una declaración conjunta a “fin de considerar las peticiones ciudadanas al momento de adoptar decisiones sobre el futuro de especies que son clave para el desarrollo económico de nuestras comunidades costeras; y que forman parte irremplazable del patrimonio ecológico, natural y cultural, así como de la soberanía de los Estados ribereños”. Entre los catorce puntos destacados en el documento de las ONG como prioritarios para avanzar hacia la modernización de la CBI, la declaración adoptada por el GBA refleja un compromiso importante en varios de los temas pero también evidencia la necesidad de fortalecer ciertos aspectos relacionados principalmente a temas de fondo que afectan la gobernanza de la CBI.
PUNTOS DE ACUERDO
La defensa de la moratoria sobre la caza comercial de ballenas, el cierre de los vacíos legales que son utilizados por Japón, Islandia y Noruega para continuar la matanza y la promoción del uso no letal de las ballenas constituyen tres elementos en los cuales existe acuerdo entre lo adoptado por el GBA y lo solicitado por la sociedad civil latinoamericana. Los elementos menos conflictivos al interior de la CBI fueron tomados por el GBA para desarrollar “una hoja de ruta hacia la creación de un clima de confianza” que busca acentuar “temas como cambio climático, degradación del hábitat, colisiones con embarcaciones y otras amenazas; así como continuar profundizando en el marco de la CBI el trabajo relacionado con el avistaje responsable de cetáceos, la ética y el bienestar animal”. La declaración del GBA destaca la Estrategia Latinoamericana de Conservación de Cetáceos que fue adoptada en 2007, lo que coincide con la solicitud ciudadana de desarrollar un Plan de Acción para su implementación. La sinergia entre gobiernos y sociedad civil sobre esta materia constituye una valiosa oportunidad para avanzar de manera conjunta hacia el desarrollo de dicho plan. El GBA también subrayó su “firme oposición al comercio internacional de carne de ballena y sus derivados”, reafirmando el compromiso de la región a la moratoria vigente sobre este tipo de mercado.
La necesidad de rescatar la participación ciudadana en la CBI del restrictivo, anacrónico y excluyente sistema actual de observador acreditado constituye un elemento importante de la declaración del GBA, que “sostiene la adopción de enmiendas al reglamento para ampliar la participación de la sociedad civil en la CBI”. En este sentido, el llamado de la sociedad civil a “asegurar el acceso a la información, la transparencia y la plena participación de las organizaciones de la sociedad civil en los diversos procesos institucionales de la CBI” se consolida como uno de los temas prioritarios durante la próxima reunión de Jersey.
MAYORES ESFUERZOS

El “rechazo a la creación de nuevas categorías de caza, así como el aumento u otorgamiento de nuevas cuotas de caza aborigen, que son destinadas a encubrir operaciones balleneras comerciales, como la realizada por Groenlandia en la actualidad”, fue uno de los requerimientos de las ONG que fueron ignorados en la declaración del GBA y que resulta relevante incluir como prioritario. En especial considerando que la flexibilización de la CBI en esta materia autorizó en 2010 a Groenlandia la captura de ballenas jorobada de una población que es utilizada de manera no letal por países que forman parte del GBA, como es el caso de República Dominicana. Mas aun, estas matanzas – de subsistencia aborigen – se encuentran altamente cuestionadas por encubrir propósitos comerciales. El GBA tampoco quiso pronunciarse en la declaración sobre la posibilidad que Japón solicite cuotas de caza de “alivio” para comunidades afectadas por el terremoto y tsunami de marzo pasado. Sin embargo durante el debate entre la sociedad civil y los gobiernos al cierre de la reunión en Buenos Aires, quedó en evidencia que este tipo de propuestas no cuentan con el apoyo del bloque regional. El documento del GBA también desconoce la solicitud de la ciudadanía de rechazar una controversial propuesta de resolución presentada por Estados Unidos y Nueva Zelanda que podría, entre otros, reanudar el fracasado proceso de negociación de 2010. Pero al igual que el punto anterior hubo oportunidad de confirmar durante el debate que para el GBA el proceso de negociación esta “muerto”. Por otra parte, la necesidad de “avanzar hacia una real reforma de la CBI con el fin de adaptarla a las visiones e intereses de nuestro siglo” solicitada por las ONG fue tangencialmente abordado en la declaración mediante el “fortalecimiento de la CBI y de su agenda a favor de la conservación”.
La importancia que la región priorice el trabajo que realiza en el Comité de Conservación tampoco quedó reflejado en el documento del GBA. Este comité se reúne pocos días antes de la asamblea plenaria y es el único grupo de trabajo al interior de la CBI que está orientado exclusivamente a temas de gestión y uso no letal de cetáceos. Creado en 2003 con el apoyo de la mayoría de la Comisión, el Comité de Conservación constituye un orgullo para América Latina ya que fue una iniciativa liderada por México con el apoyo de los países de la región. En este contexto el GBA tiene la responsabilidad de fortalecer y consolidar dicho comité como el más importante y representativo de los intereses actuales de conservación y manejo no letal de cetáceos en la CBI. La importancia de fortalecer la participación activa en la CBI de investigadores latinoamericanos comprometidos con la política de conservación y el uso no letal no recibió el apoyo esperado. Si bien las ONG destacaron que el objetivo es “priorizar los intereses de América Latina en materia de investigación no letal de cetáceos para que la agenda y decisiones adoptadas por el Comité Científico de la CBI no sean sesgadas por una composición desbalanceada del mismo”, el GBA se limitó a expresar su “apoyo a la cooperación regional para la investigación y el uso no letal de cetáceos”. Resulta fundamental y estratégico fortalecer este tema en la agenda del GBA. A excepción de una mayor participación ciudadana en los procesos de la CBI, el tema de transparencia y la necesidad de avanzar hacia el fortalecimiento de la gobernanza de la Comisión quedó en deuda y es de esperar que sea incluido dentro de las prioridades del GBA para lapróxima reunión de Julio.
A pesar de no estar explícitamente incluida en la declaración del GBA la solicitud ciudadana de “realizar las gestiones necesarias para contar con la participación con derecho a voto de todos los miembros del GBA durante la próxima reunión de la CBI”, el reciente pago de la cuota por parte de República Dominicana y Colombia refleja los esfuerzos realizados y destaca la urgente necesidad que países como Uruguay, Perú y otros, puedan asistir a la asamblea anual de la CBI en Jersey con derecho a voto.
 Ecoceanos.cl

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