Argentina / Patricia Bullrich y su histórica cruzada contra el fantasma de la RAM: Desde hace siete años construye un «enemigo público» vinculado al pueblo mapuche

 

Mediante la resolución 210/2025 del Ministerio de Seguridad, publicada hoy en el Boletín Oficial, la ministra Patricia Bullrich declaró a la «RAM», organización Resistencia Ancestral Mapuche, como organización terrorista y ordenó al Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto para la prosecución del trámite de conformidad con la normativa vigente. En el decreto afirma que » desde el 2010 hasta el presente, cuando los incendios intencionales reivindicados por los líderes de la RAM arrasan los milenarios bosques patagónicos, se han producido cientos de hechos con características terroristas, muchos de los cuales se incluyen en un listado adjunto.» Las fuentes de la ministra mencionadas en la resolución son:» fuentes abiertas, tales como diarios o canales de televisión, que han dado cuenta de numerosos atentados incendiarios contra viviendas, establecimientos, vehículos o maquinarias; así como ataques a las personas, de manera selectiva o indiscriminadamente, con el ostensible y a veces declarado propósito de sembrar el terror.» La funcionaria cita que lo mencionado está en conformidad con el art 41 del Código Penal de la Nación modificado por ley 26.734 en el año 2011. Desde ANRed, compartimos informe del Extremo Sur publicado en 2018 que historiza que hace más de 7 años que Bullrich intenta crear un «enemigo público» en el pueblo mapuche. Hoy igual que ayer lo hace con pruebas y suposiciones que  nunca son demostradas e incluso muchas de ellas son irrisorios o absurdas.

Por Marcelo García.

Desde su anterior gestión al frente del Ministerio de Seguridad de Nación, Patricia Bullrich lleva adelante una tenaz lucha para imponer a la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) como el enemigo público surgido de las comunidades mapuche y al que se propuso enfrentar de manera sistemática en los últimos siete años. En diciembre del 2017, en tiempos de Mauricio Macri, El Extremo Sur publicó un detallado análisis del informe con 180 páginas donde la ministra buscó justificar la existencia del grupo «terrorista» a la que vincula con los atentados incendiarios, el financiamiento internacional y «el anarquismo, la guerrilla de la FRAC y organizaciones militarizadas kurdas». 

En una clara avanzada del gobierno nacional y los mandatarios patagónicos contra la RAM, Patricia Bullrich armó un informe de inteligencia que edifica un «enemigo» público mapuche al que combatir sobre presunciones e inexactitudes sin demostración sólida. Como sustento teórico de la embestida de la gestión de Mauricio Macri contra un supuesto grupo aborigen «violento» y «extremista» identificado como Resistencia Ancestral Mapuche, la ministra de Seguridad nacional elaboró un informe de inteligencia que consta de 180 páginas y fue presentado el 20 de diciembre de 2017.
El informe fue realizado de manera conjunta entre el Ministerio de Seguridad de la Nación y los gobiernos de las provincias de Río Negro, Neuquén y Chubut, bajo el título de «Antecedentes, Hechos Judicializados e Implicancias para la Seguridad en La República Argentina»; el que puede ubicarse en la web en el sitio https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/informe_ram-_diciembre_2017.pdf
El informe de Bullrich afirma con contundencia pero sin pruebas la existencia de la RAM. Aunque no logra aportar datos que lo demuestren, le adjudica unidad política y de intervención a organizaciones del mismo carácter en Chile, interpretando que sus vínculos ideológicos se relacionan «con el anarquismo, la guerrilla de la FRAC y organizaciones militarizadas kurdas».
Entorno de la información interprovincial recolectada, el organismo que lidera la ministra nacional arriba a la conclusión de que «nos encontramos frente a un grupo de individuos organizados que recurre a la violencia extrema para alcanzar sus objetivos«,y que «los hechos descriptos anteriormente no son hechos aislados sino forman parte de una organización de carácter ilícito que intenta solaparse en la reivindicación legítima de los pueblos originarios presentes en territorio argentino».
«Zona de conflicto»
Bullrich infiere que las provincias patagónicas se encuentran frente a una «escalada del conflicto en territorio chileno» y que por ende buscan «evitar llegar a la situación en la que se encuentra actualmente el país trasandino respecto a estos reclamos territoriales».
Tras determinar que Chubut, Río Negro y Neuquén son parte de lo que denomina «zona de conflicto«, pone el epicentro en el trabajo conjunto judicial para «poder alcanzar una perspectiva penal acorde a la amenaza que representa este grupo violento para la sociedad afectando la seguridad, el comercio, las economías locales, el turismo y la libre circulación tanto de argentinos como de extranjeros que se encuentran en nuestro país».
Aferrándose a la necesidad de «combatir» a la RAM, Bullrich construye un «enemigo» interno con vínculos internacionales, adjudicándole métodos «violentos» y una capacidad «militar» que no queda demostrada ni justificada con las débiles pruebas de escasa inteligencia aportadas por el «Comando Unificado».
Peor todavía que las aseveraciones escritas fueron las declaraciones posteriores a la presentación del informe, ya que aseguró que en el accionar contra la RAM podría aplicarse también a «cualquier otro grupo radicalizado de estas características», sin identificar a quiénes hacía referencia y si esos alcances podrían abarcar a grupos antimineros, antifracking u organizaciones políticas de izquierda con actividad en la Patagonia ya perseguidas ilegalmente por los servicios de inteligencia del Estado Nacional desde el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner; lo que se acentuó desde la asunción de Macri.
Denuncias y localizaciones
La elaboración de inteligencia comandada por Bullrich, se propone caracterizar a la RAM sobre la base de analizar 96 causas judicializadas en las provincias de Chubut, Neuquén y Río Negro; para de esa manera «definir políticamente» al grupo aborigen buscando conexiones con otros sectores radicalizados en el exterior y definir sus vinculaciones políticas.
El informe asevera que «se ha realizado un exhaustivo relevamiento de las causas judiciales que tienen como autores a los integrantes del RAM/MAP arrojando como resultado desde el año 2010 a la actualidad hay 96 procesos en trámite, tanto en la Justicia Federal como en la justicia Provincial»
A partir de las causas de las tres provincias mencionadas, el Ministerio de Seguridad concluye que el 23% de los «delitos» se vinculan solo a daños menores, el 18% a incendios, el 17% al abigeato, el 7% amenazas, el 5% a la interrupción de servicios públicos y el resto correspondería a hechos de mayor gravedad aunque representan solamente el 30% del total enumerado.
De allí infiere que el 71% de las acciones judiciales se iniciaron en territorio de Chubut, el 20% en Río Negro, el 6% en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y tan solo el 3% en Neuquén; mientras que detalla que el 2% de las causas se produjeron en los años 2010 y 2012, pasando al 3% en 2013, el 2% durante 2014, para incrementarse notoriamente al 15% en 2015%, el 16% a lo largo del 2016% y alcanzando el 62% en el pasado 2017.
Orígenes, objetivos y conexión chilena
El informe de Bullrich apunta directamente a la RAM y asegura que es una organización dependiente del Movimiento Autónomo del Puel Mapu (MAP), al que define como «un movimiento etno-nacionalista violento que desde hace ocho años opera en territorio argentino».
Le adjudica el liderazgo de la RAM al lonko Facundo Jones Huala, hoy detenido por el pedido de extradición a Chile que se realizaría por segunda vez el próximo 28 de febrero, y asevera que Moira Millán actúa como «vocera» del agrupamiento mapuche. En ninguno de los dos casos aporta tan siquiera una sola prueba que demuestre que tanto Huala como Millán sean siquiera integrantes -y mucho menos líderes- de la fantasmática RAM.
Tras localizar su accionar en las provincias de Chubut, Río Negro y Neuquén, afirma que los integrantes de la RAM «cometen delitos contra la propiedad, contra la seguridad pública, contra el orden público y contra las personas» y sentencia que sus actividades «responden a un mismo objetivo político, que es promover una lucha insurreccional contra el Estado argentino y la propiedad privada de la tierra». A partir de tamaña afirmación, no duda en vincular a la RAM y «el movimiento etno-nacionalista radicalizado» de Chile, en particular con la Coordinadora de Comunidades en Conflicto Arauco Malleco (CAM) o Coordinadora Arauco Malleco, revelando que se trata de «una organización violenta que nace en Chile a fines de la década de 1990″.
Para Bullrich la RAM es una organización -«identificada como brazo operativo«- dependiente del Movimiento Autónomo del Puel Mapu (MAP), y sostiene que identificó como su primera aparición pública en un «incidente registrado y atribuido a la RAM fue en 2009, cuando un grupo de personas rompió los vidrios de una estación de servicio en la ciudad de Esquel (Chubut) manifestándose en contra de las inversiones capitalistas petroleras‘, ‘el despojo, los atropellos y la represión, en Memoria de Kollio por la Reconstrucción y la Liberación».
Tras reseñar el accionar «violento» de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) desde 1990 en las regiones chilenas de La Araucana, Los Ríos y Bíobío; vincula a la RAM con otros dos grupos trasandinos denominados Resistencia Mapuche Malleco (RMM) y Weichan Auka Mapu (WAM).
Hipótesis creativas
El informe elaborado por el Ministerio de Seguridad y los gobiernos de las provincias patagónicas mencionadas afirma que los objetivos principales de la RAM y la CAM son:
«1) recuperar territorio para pasar a constituirse como Estado Nación, ya que hoy en día solamente se auto reconocen como Nación por no poseer territorio autónomo.
2) los medios son: a- de accionar directo por un lado (mediante el cúmulo de fuerzas, coordinación de estructuras que se van integrando) con acciones violentas y b- vía política utilizando en primera instancia (actual) las estructuras políticas institucionales de Argentina y Chile y, posteriormente, estableciendo la propia con autonomía de las anteriores».
A la hora de especificar la táctica y estrategia «de lucha», el voluminoso trabajo de los servicios de inteligencia hace referencia a la forma en que la RAM se vincula con el resto de la población de su zonas influencia, asegurando que busca ganar adeptos a través de los medios de comunicación y acciones de solidaridad con la causa mapuche que les posibilite unir nuevos seguidores a sus filas.
En un Anexo con formato de copie y pegue, cita textualmente un libro denominado «Kutralwe, herramientas para las luchas», una publicación que combina contenidos con historietas presumiblemente reivindicado por la RAM y que circula en internet para su descarga en PDF desde mediados de 2016.
La presunción de existencia de la RAM y su accionar se sostienen solamente sobre un sinnúmero de presunciones sin sustento fáctico. Para la ministra Bullrich sus afirmaciones delirantes quedan demostradas por la «enorme cantidad de fotografías y panfletos que pertenecerían a la agrupación en cuestión».
Para sustentar el nivel de «violencia» y «armamentismo» de la RAM se incorporan al informe imágenes -que se repiten en varias oportunidades-de supuestos procedimientos judiciales de las fuerzas de seguridad donde se muestran algunas pocas armas de fuego y balas oxidadas, muchas botellas vacías, hachas, serruchos, herramientas de trabajo en el campo, una motosierra y hasta un viejo matafuego.
Vínculo «anarco izquierdista»
La ministra de Seguridad dedica en su informe un especial interés a detectar y afirmar cuáles son los orígenes ideológicos de la RAM y sus vinculaciones con otras organizaciones políticas y guerrilleras.
En ninguno de los párrafos del extenso informe consigue demostrar ninguno de los objetivos planteados, aunque sí arriesga afirmaciones poco sustentadas desde las investigaciones que terminan teniendo solamente como sostén algunos artículos periodísticos de publicaciones chilenas.
Una de las primeras e insolventes afirmaciones a las que arriba el informe son las vinculaciones de la RAM con grupos anarquistas y de izquierda, forzando una cercanía a través de suposiciones y basándose esencialmente en las fotografías que muestran las pintadas que se realizaron en el Cabildo y en la Plaza de Mayo cuando se concretaron las movilizaciones que reclamaron la aparición con vida de Santiago Maldonado; en su mayoría denunciadas como llevadas a cabo por grupos de los servicios de inteligencia del Estado y de cuerpos de seguridad.
«Diferentes organizaciones anarquistas y de izquierda radicalizada, que comparten la metodología y su ideología contraria al Estado de derecho, las instituciones argentinas (incluyendo sus fuerzas de seguridad) y la propiedad privada, respaldan las acciones de la RAM», asegura el informe; que infiere que «tanto en Argentina como en Chile, existen desde hace varias décadas grupos de tinte violento, que se manifiestan socialmente utilizando diversos tipos de medios».
Tras admitir «diferencias» entre los grupos ideológicos citados, tanto izquierdistas como anarquistas, los cataloga de «radicalizados» y no duda en asegurar que «comparten el elemento común de imponer sus intereses mediante el uso de la fuerza. Ante esta variable común, deciden prestarse colaboración para el uso de la misma».
Para Bullrich, hablar de la RAM es hablar de anarquistas; y los agrupamientos chilenos Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR); pero lo más curioso es que agrega sin argumento alguno una supuesta «estrecha relación del grupo mapuche con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)».
Insólitos lazos con las FARC y el Kurdistán.
A lo largo de un capítulo completo, el informe dedica extensos párrafos a lo que serían los vínculos ideológicos con el anarquismo, pero lo más desopilante es la forma en que vincula a la RAM con las FARC y otras organizaciones internacionales como las guerrillas Kurdas que luchan por la independencia y liberación de la región conocida como el Kurdistán.
Dos artículos periodísticos de los sitios Emol.com y SoberaniaDigital.com.ar son las «pruebas» que esgrime la ministra para sostener los vínculos entre las FARC y los mapuches chilenos, por ende con la RAM; e infiere que la guerrilla colombiana le habría brindado entrenamiento militar.
Es importante tener en cuenta que las FARC, tras la firma del llamado Acuerdo Final, se encuentran actualmente en un proceso de desarme y desestructuración como la guerrilla comunista más añeja de Latinoamérica y se están reconvirtiendo en un partido político denominado Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común que interviene en el proceso electoral colombiano.
Lo más llamativo del informe de Bullrich es el supuesto nexo entre la RAM y la Fuerza Guerrillera Popular Revolucionaria Internacional (IRPGF), un agrupamiento anarquista que desde marzo del 2017 combate al ISIS (Estado Islámico) desde Siria y que lucha por independencia de la oprimida y muchas veces conquistada región del Kurdistán, teniendo como principal objetivo la defensa del proceso que se conoce como la Revolución Rojava.
La IRPGF es un movimiento basado en la horizontalidad que lucha «contra todo tipo de opresión» como el fascismo, el sexismo y el racismo, pugnando por la abolición del Estado, el capitalismo y el patriarcado. Sus milicias que combaten al Estado Islámico han conseguido una gran adhesión en distintos puntos del planeta, recibieron combatientes internacionales y se han expresado claramente en apoyo al proceso de «Ni una menos» contra los femicidios en Argentina y Latinoamérica. Forzando la búsqueda de un vínculo entre la RAM y la IRPGF, Bullrich detalla una serie de charlas, presentaciones de libros y reuniones en apoyo de la lucha de mujeres kurdas que se concretaron en la Argentina...

Fuente: https://www.anred.org/patricia-bullrich-y-su-historica-cruzada-contra-el-fantasma-de-la-ram-desde-hace-siete-anos-construye-un-enemigo-publico-vinculado-al-pueblo-mapuche/
 

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