España: Lo que se esconde detrás de los agro-combustibles: Lanzan ONGs campaña contra las importaciones de aceite de palma
Esta campaña es la continuación de anteriores propuestas como el Manifiesto Vasco contra los Agrocombustibles que buscaban el introducir en la opinión pública la realidad que subyace en esta propuesta energética que afecta modelos agrícolas, alimentarios, económicos, sociales y al medio ambiente de una forma brutal
Ekologistak Martxan junto a otras organizaciones lanza la campaña contra las importaciones de aceite de palma de Indonesia (pero también de otros sitios como Colombia, Honduras, etc. donde tienen un impacto social y ambiental dramático).
Esta campaña es la continuación de anteriores propuestas como el Manifiesto Vasco contra los Agrocombustibles que buscaban el introducir en la opinión pública la realidad que subyace en esta propuesta energética que afecta modelos agrícolas, alimentarios, económicos, sociales y al medio ambiente de una forma brutal. Con esta nueva propuesta queremos plantear la situación provocada por la introducción y producción de combustibles de origen agrícola y compromisos desde las instituciones para poner freno a este desastre sin precedentes.
Como inicio de la campaña contaremos con la presencia de personas que viven esa realidad en primera línea. Karmele Llano que lleva varios años en Indonesia trabajando con la conservación del orangután, una de las muchas víctimas de la deforestación sin freno que asola ese país, Arantza de la Acha también residente en Indonesia donde trabaja para Unesco, Eneko Garmendia de BiorES, recientemente de regreso de ese país y que trabaja en un informe sobre el vínculo de nuestra economía y la producción de palma en Indonesia y por último Paul Nicholson, del sindicato agrario vasco EHNE y de Via Campesina, red agraria que fomenta a los pequeños productores contra la industria a gran escala como la de la palma.
Lo que se esconde detrás de los agro-combustibles
En Euskal Herria, al igual que en el resto de la península y Europa, se está promoviendo el consumo de agrocombustibles para presuntamente reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y hacer frente al agotamiento de energías fósiles. Una consecuencia directa de estas políticas ha sido el incremento de las importaciones de aceite de palma proveniente del sudeste asiático.
Hasta hace poco el destino principal del aceite proveniente de la palma africana (Elais guineensis) era la industria alimentaria (60 %), los cosméticos o la producción de piensos para el ganado.
Sin embargo como ha ocurrido con la soja y el maíz, en la actualidad su producción se está utilizando en gran medida para la producción de agrocombustibles, principalmente en Europa. Así, los aceites vegetales se encuentran entre los sectores agrícolas con una mayor expansión y la producción de aceite de palma en concreto muestra un crecimiento anual del 9%.
En la CAPV, sólo en el 2010, se importaron más de 35.000 toneladas de este aceite, y todo indica que de seguir promocionando el consumo y producción de agrocombustibles éstas podrían aumentar de manera significativa en un futuro cercano. En el caso de la CAPV el 96% de estas importaciones tienen su origen en Indonesia, que junto a Malasia lidera la producción de este aceite vegetal a nivel mundial.
En la CAPV, sólo en el 2010, se importaron más de 35.000 toneladas de este aceite, y todo indica que de seguir promocionando el consumo y producción de agrocombustibles éstas podrían aumentar de manera significativa en un futuro cercano. En el caso de la CAPV el 96% de estas importaciones tienen su origen en Indonesia, que junto a Malasia lidera la producción de este aceite vegetal a nivel mundial.
Impactos socio-ecológicos de estas importaciones
Deforestación y pérdida de biodiversidad: según datos de la ONU, la expansión de las plantaciones de aceite de palma es la principal causa de la destrucción de bosque tropical en Indonesia y Malasia. Sólo en Indonesia se pierden cada año 2,8 millones de hectáreas de selva, el equivalente a 300 campos de fútbol por hora. Como consecuencia de esta masiva deforestación miles de especies, entre ellos el Orangután de Borneo y el Tigre de Sumatra, se encuentran al borde de la extinción.
Los orangutanes han perdido entre el 1992 y el 2003 mas de 5,5 millones de hectáreas de su hábitat debido a la masiva expansión de los cultivos de palma, y en los últimos 60 años sus poblaciones han disminuido en más de un 50%. De seguir así, el orangután podría extinguirse en un período de no más de 20 años.
Pérdida de servicios de los ecosistemas: la integridad de los bosques tropicales no es sólo esencial para la supervivencia de especies animales únicas, sino que también tiene un impacto directo en las poblaciones humanas a escala local y global.
Un bosque sano y funcional proporciona a millones de personas agua potable y regadío, comida, medicamentos y regulación climática y de los ciclos delagua, además del valor espiritual, cultural o científico que tenga. La pérdida de este bien tiene un impacto económico-social irreparable, pues la recuperación de un bosque degradado puede necesitar décadas hasta volver a ser funcional.
Cambio Climático: Indonesia ostenta la tercera posición en emisiones de gases de efecto invernadero del planeta, sólo por detrás de EE.UU y China. El 80% de estas emisiones tiene su origen en la destrucción masiva de bosque naturales y turberas que a menudo son incendiadas para su conversión a plantaciones de palma.
Así, con un área inferior al 0,1% del planeta, Indonesia contribuye al 4% de las emisiones globales de GEI. Según la Comisión Europea (2007): “El drenaje de las turberas para la producción de cualquier tipo de biocombustible produciría tal perdida de carbono acumulado que llevaría cientos de años compensarlos con el ahorro anual de emisiones de gases de efecto invernadero que se obtienen con los biocombustibles”.
Amenaza a la soberanía alimentaria: la expansión de los agrocombustibles, al competir con las tierras que proporcionan los alimentos, constituye una grave amenaza para la soberanía alimentaria de las comunidades rurales y la seguridad alimentaria a nivel mundial.
Como expresaba una trabajadora de una plantación de palma en Sumatra: "Una vez pasamos a ser parte de la compañía, les tenemos que comprar todo. Cuando vivía con mi familia nunca me había encontrado en la situación de tener que comprar verduras. Lo cultivábamos todo nosotros mismos. Aquello era mucho mejor”.
El Banco Mundial estima que un 75% de la subida de precios de los alimentos se debe a los agrocombustibles.
Vulneración de derechos humanos, conflictos y represión: la expansión del aceite de palma también está ligada a la apropiación ilegal de las tierras ancestrales de las comunidades indígenas, la explotación laboral de los trabajadores e incluso abusos sexuales y acciones represivas contra las comunidades rurales, con lo que los conflictos y las protestas se han recrudecido por todo el país. Detenciones de campesinos, desplazados por la fuerza o la irrupción de grupos armados militares, policías y guardias de seguridad) son habituales en las regiones afectadas por la expansión de estos inmensos monocultivos.
Ecologistas en Acción
www.ecologistasenaccion.org
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