Uruguay: inician campaña para declarar territorios libres de minería metalífera a cielo abierto
Se lanzó públicamente en el departamento uruguayo de Treinta y Tres, al centro este del país, una recolección de firmas para que la ciudadanía exprese su rechazo a la concesión de territorios para la minería metalífera a cielo abierto.
La campaña se basa en la Ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible aprobada en 2008 en la cual se conceden responsabilidades a los departamentos (provincias) en el uso del territorio, mediante las cuales los gobiernos locales pueden establecer ordenanzas que impidan las concesiones mineras.
Estas consultas populares son parte de las herramientas con las que un número creciente de regiones uruguayas se plantean detener las concesiones mineras –tanto metalíferas como de piedras calizas y gas de esquisto- en territorios rurales ambiental y productivamente sensibles y amenazados por las consecuencias de dicha explotación.
La recolección de voluntades, se dirigirá al Intendente (alcalde), a la Junta Departamental (parlamento local) y a los Diputados Nacionales electos por el departamento para que aprueben las normativas que permitan declarar “reserva ambiental” el territorio rural y a texto expreso establezcan una prohibición de la minería metalífera a cielo abierto.
Precisamente en el departamento de Treinta y Tres se encuentra la primer Área Natural Protegida, en la zona conocida como “Quebrada de los Cuervos”, de gran importancia ambiental y cuya población se encuentra enfrentando varios proyectos de extracción de piedra caliza.
Al mismo tiempo se ha señalado que se viene verificando una apropiación de hecho de los recursos acuáticos en la zona, a partir del cultivo forestal de pino y eucalipto en el área de amortiguación del Área Protegida.
En Uruguay se encuentra en pleno proceso de instalación un proyecto de extracción de mineral de hierro en el límite entre los departamentos de Treinta y Tres, Florida, Cerro Largo y Durazno a cargo de la multinacional Zamin Ferrous, el cual afectaría una superficie estimada en 140 mil hectáreas e incluiría la construcción de un puerto de aguas profundas en el Océano Atlántico.
Asimismo, la extracción de materia prima para la construcción civil, impulsada por la demanda del vecino país Brasil de cara a los mega eventos como la Copa Mundial de Fútbol (2014) y los Juegos Olímpicos (2016) presiona fuertemente sobre los pequeños y medianos productores rurales uruguayos.
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