España es el mayor comercializador de tiburones y rayas del Mediterráneo

En el estudio, titulado 'Tiburones en el Mediterráneo: una llamada a la acción', WWF recuerda que más de la mitad de las 80 especies de tiburones y rayas del Mediterráneo se encuentran amenazadas y casi un tercio están en peligro de extinción y apunta a la sobrepesca como principal causa de esta situación.

Por ello, considera que España tiene un "papel clave" en su conservación. El coordinador de pesquerías de WWF España, Raúl García, afirma que los tiburones y rayas dominaban el Mediterráneo pero "en la actualidad están en riesgo de desaparecer".

A su juicio, "el acelerado empeoramiento" de su situación es "una clara señal del uso de prácticas de pesca irresponsables". Además, aboga por actuar inmediatamente a escala regional para asegurar el futuro de estas especies.
En todo caso, Libia y Túnez son los dos países que lideran la captura de tiburones en el Mediterráneo, cuyas cifras -4.260 toneladas de Libia y 4.161 toneladas de Túnez- casi cuatriplican las capturas realizadas por España.
Otras de las amenazas que destaca el informe de WFF sobre estas especies son la intensa presión por el desarrollo urbanístico mal planificado, el turismo masivo, la contaminación y los plásticos. En ese sentido, señala que el problema de los plásticos en los océanos ha pasado a primera plana en los últimos años y afecta también a los tiburones.
WWF España ha alertado de que España "es el mayor importador y exportador de tiburones y rayas de todo el Mediterráneo, y uno de los mayores comercializadores del mundo, solo superado por Corea".
El estudio propone soluciones para poner fin a esta situación como cerrar las zonas donde hay una interacción alta con las especies más amenazadas, proteger zonas esenciales en su ciclo de vida, evaluar el estado de sus poblaciones y conseguir más información sobre su distribución y zonas de reproducción.
"El reto es inmenso, pero si logran recuperar las poblaciones de tiburones y de rayas, habrán salvado el ecosistema Mediterráneo, asegurando la funcionalidad del mismo en su conjunto", concluye García.
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Denunciados 15 países por no proteger las ballenas y los delfines


España es uno de los 15 países que ha sido denunciado públicamente por 22 organizaciones ambientales, entre ellas Ecologistas en Acción y Fundació ENT, por no cumplir con su obligación de proteger a los mamíferos marinos de su captura accidental en las redes de pesca. Las entidades han enviado dos cartas a la Comisión Europea para que emprenda acciones legales contra dichos gobiernos.
Para las organizaciones ambientales, la situación de los cetáceos en el Atlántico nororiental es muy grave, particularmente crítica para algunas poblaciones de delfines y marsopas. El delfín común de esta zona ha sufrido una gran cantidad de capturas accidentales durante décadas. Prueba de ello son los delfines varados en las costas de Irlanda, Reino Unido, Francia y España.
El invierno pasado se alcanzó la cifra más trágica, con el registro de 1.200 delfines varados solo en la costa francesa, de los cuales más del 80 % tenían signos de captura accidental.
Sin embargo, estos números son la punta del iceberg, ya que de todos los delfines que mueren accidentalmente solo una pequeña parte llega a una playa. La mayoría de cuerpos se descomponen en el mar, por lo que la cifra real podría ser muy superior. Biólogas y biólogos marinos advierten de que las pesquerías comerciales son ahora una gran amenaza para esta población de delfines.
En la denuncia presentada, las organizaciones ambientales también han pedido que se adopten medidas de protección de emergencia para las marsopas del Báltico, puesto que se trata de una especie catalogada ‘en peligro crítico’ dentro de la Lista Roja de la UICN . En la actualidad, solo quedan unos pocos cientos de individuos, por lo que una sola muerte accidental de una hembra fértil de marsopa podría tener un impacto devastador en la capacidad de recuperación de la población.
Sarah Dolman, portavoz de Whale and Dolphin Conservation, ha declarado: «Los cetáceos tienen una protección estricta en la legislación europea. Sin embargo, la implementación de la ley es deficiente. La evidencia científica nos ha demostrado que el monitoreo, la mitigación y la prevención de la captura accidental son terriblemente inadecuados. Tenemos que actuar ahora para rectificar esto».
Por su parte, Tatiana Lujan, abogada de ClientEarth, ha añadido que «se ha presentado esta denuncia porque ninguno de los países involucrados está haciendo lo suficiente para evitar la matanza, captura o perturbación de estos magníficos mamíferos marinos por parte de algunas flotas pesqueras. Según la Directiva de Hábitats de la UE, estos países tienen la obligación de garantizar una protección estricta de los cetáceos, de forma que las actividades de pesca no tengan un impacto significativo en sus poblaciones, y de controlar y minimizar la captura accidental».
Ecologistas en Acción ha insistido en que los cetáceos desempeñan un papel muy importante en el ecosistema marino. Ana Aldarias, coordinadora del área de Medio Marino de la organización, ha explicado: “Según la Directiva marco sobre estrategia marina (de obligado cumplimiento), los mares de la UE deberían estar sanos para 2020. A menos de seis meses de la fecha límite, le pedimos a la Comisión Europea que intervenga y tome las medidas que los países no están tomando”.
La petición de las organizaciones ambientales no es nueva. Lydia Chaparro, ecóloga marina de Fundació ENT, ha recordado que “en 2017, varias organizaciones trasladamos nuestras preocupaciones a la entonces Ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, pero no se tomó ninguna medida para tratar de revertir la situación. Desde entonces, hemos estado alertando en vano sobre la elevadísima mortalidad de delfines comunes en la costa Atlántica y nuestra preocupación sobre el estado de conservación de los mares”.Con el envío de esta denuncia conjunta, las 22 organizaciones esperan que la Comisión Europea impulse medidas de urgencia y obligue a los gobiernos implicados a cumplir con la normativa en vigor. “De no ser así, la conservación marina y la pérdida de biodiversidad no harán más que agravarse”, ha concluido Chaparro.
España es uno de los 15 países que ha sido denunciado públicamente por 22 organizaciones ambientales, entre ellas Ecologistas en Acción y Fundació ENT, por no cumplir con su obligación de proteger a los mamíferos marinos de su captura accidental en las redes de pesca. Las entidades han enviado dos cartas a la Comisión Europea para que emprenda acciones legales contra dichos gobiernos.
Para las organizaciones ambientales, la situación de los cetáceos en el Atlántico nororiental es muy grave, particularmente crítica para algunas poblaciones de delfines y marsopas. El delfín común de esta zona ha sufrido una gran cantidad de capturas accidentalesdurante décadas. Prueba de ello son los delfines varados en las costas de Irlanda, Reino Unido, Francia y España.
El invierno pasado se alcanzó la cifra más trágica, con el registro de 1.200 delfines varados solo en la costa francesa, de los cuales más del 80 % tenían signos de captura accidental.
Sin embargo, estos números son la punta del iceberg, ya que de todos los delfines que mueren accidentalmente solo una pequeña parte llega a una playa. La mayoría de cuerpos se descomponen en el mar, por lo que la cifra real podría ser muy superior. Biólogas y biólogos marinos advierten de que las pesquerías comerciales son ahora una gran amenaza para esta población de delfines.
La captura accidental es la mayor causa mundial de muerte de ballenas, delfines y marsopas que se enfrentan a una muerte horrible cuando se quedan atrapadas en una red de pesca.
En la denuncia presentada, las organizaciones ambientales también han pedido que se adopten medidas de protección de emergencia para las marsopas del Báltico, puesto que se trata de una especie catalogada ‘en peligro crítico’ dentro de la Lista Roja de la UICN .
En la actualidad, solo quedan unos pocos cientos de individuos, por lo que una sola muerte accidental de una hembra fértil de marsopa podría tener un impacto devastador en la capacidad de recuperación de la población.
Sarah Dolman, portavoz de Whale and Dolphin Conservation, ha declarado: «Los cetáceos tienen una protección estricta en la legislación europea. Sin embargo, la implementación de la ley es deficiente. La evidencia científica nos ha demostrado que el monitoreo, la mitigación y la prevención de la captura accidental son terriblemente inadecuados. Tenemos que actuar ahora para rectificar esto».
Por su parte, Tatiana Lujan, abogada de ClientEarth, ha añadido que «se ha presentado esta denuncia porque ninguno de los países involucrados está haciendo lo suficiente para evitar la matanza, captura o perturbación de estos magníficos mamíferos marinos por parte de algunas flotas pesqueras.
Según la Directiva de Hábitats de la UE, estos países tienen la obligación de garantizar una protección estricta de los cetáceos, de forma que las actividades de pesca no tengan un impacto significativo en sus poblaciones, y de controlar y minimizar la captura accidental».
Ecologistas en Acción ha insistido en que los cetáceos desempeñan un papel muy importante en el ecosistema marino. Ana Aldarias, coordinadora del área de Medio Marino de la organización, ha explicado: “Según la Directiva marco sobre estrategia marina (de obligado cumplimiento), los mares de la UE deberían estar sanos para 2020. A menos de seis meses de la fecha límite, le pedimos a la Comisión Europea que intervenga y tome las medidas que los países no están tomando”.
La petición de las organizaciones ambientales no es nueva. Lydia Chaparro, ecóloga marina de Fundació ENT, ha recordado que “en 2017, varias organizaciones trasladamos nuestras preocupaciones a la entonces Ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, pero no se tomó ninguna medida para tratar de revertir la situación.
Desde entonces, hemos estado alertando en vano sobre la elevadísima mortalidad de delfines comunes en la costa Atlántica y nuestra preocupación sobre el estado de conservación de los mares”.Con el envío de esta denuncia conjunta, las 22 organizaciones esperan que la Comisión Europea impulse medidas de urgencia y obligue a los gobiernos implicados a cumplir con la normativa en vigor.
“De no ser así, la conservación marina y la pérdida de biodiversidad no harán más que agravarse”, ha concluido Chaparro.

Fuente: Ecologistas en Acción

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