Islas Marshall: peor que Chernobyl con las pruebas atómicas de Estados Unidos
Aunque ya han pasado varios años de la Guerra Fría, las pruebas realizadas por Estados Unidos en las Islas Marshall, mantienen niveles altos de radiación que las hacen inhabitables. Entre los años 1946 y 1958 científicos realizaron 67 pruebas de explosión nuclear en los atolones de Bikini y Enewetak en las Islas Marshall del Oceáno Pacífico. Actualmente, una investigación de la Universidad de Columbia pone en evidencia que los niveles de radiación son mucho más altos que los que se encuentran alrededor de los sitios de accidentes nucleares de Chernobyl y Fukushima.
Para realizar dichas pruebas atómicas, Estados Unidos desalojó por la fuerza a los residentes de ambos atolones, luego de ver las consecuencias del experimento, debieron evacuar sitios aledaños.
La idea era que luego de las pruebas, se realizara una limpieza de la zona para que la gente pudiese regresar a sus hogares… pero esto ni fue así.
Hoy, gran parte de las Islas Marshall siguen siendo inhabitables como consecuencia de estas pruebas nucleares, y no está claro de inmediato cuándo los residentes de Marshall podrán regresar a sus hogares ancestrales.
El mismo grupo de investigadores también realizó dos pruebas más, una que involucró la medición de los niveles de radiación en los frutos de los árboles en las áreas afectadas, encontrándolas no aptas para consumo humano.
Para realizar dichas pruebas atómicas, Estados Unidos desalojó por la fuerza a los residentes de ambos atolones, luego de ver las consecuencias del experimento, debieron evacuar sitios aledaños.
La idea era que luego de las pruebas, se realizara una limpieza de la zona para que la gente pudiese regresar a sus hogares… pero esto ni fue así.
Hoy, gran parte de las Islas Marshall siguen siendo inhabitables como consecuencia de estas pruebas nucleares, y no está claro de inmediato cuándo los residentes de Marshall podrán regresar a sus hogares ancestrales.
El mismo grupo de investigadores también realizó dos pruebas más, una que involucró la medición de los niveles de radiación en los frutos de los árboles en las áreas afectadas, encontrándolas no aptas para consumo humano.
La otra, estudió el cráter Castle Bravo, la prueba nuclear más poderosa jamás realizada por Estados Unidos, que tuvo lugar el 1 de marzo de 1954. Actualmente los niveles de contaminación de los isótopos radiactivos residuales de larga vida, como el plutonio y el americio, probablemente durarán por siglos. De esta explosión, se detectaron rastros de los desechos radiactivos hasta Japón, India, Australia, Europa e incluso Estados Unidos.
Ecoportal.net
Con información de:
https://www.lavoz.com.ar/
https://es.gizmodo.com/
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