El 'fracking', de mal en peor
Alrededor de dos
tercios de toda la producción de gas nuevo en la última década ha sido
llevada a cabo con gas de esquisto en Estados Unidos y Canadá. Una investigación de la Universidad de Cornell sugiere que este metano tiene menos carbono 13 en relación con el carbono 12 (que denota el peso del átomo de carbono en el centro de la molécula de metano) que el metano del gas natural convencional y otros combustibles fósiles como el carbón.
Esta firma de carbono 13 significa que, desde el uso de fracturas hidráulicas de alto volumen, comúnmente llamadas fracking, el gas de esquisto ha aumentado en su participación en la producción mundial de gas natural y ha liberado más metano a la atmósfera, según el autor del artículo, Robert Howarth, profesor David R. Atkinson de Ecología y Biología Ambiental en la Universidad de Cornell (Estados Unidos).
Si bien las concentraciones atmosféricas de metano han aumentado desde 2008, la composición de carbono del metano también ha cambiado. El metano de fuentes biológicas como las vacas y los humedales tiene un bajo contenido de carbono 13, en comparación con el metano de la mayoría de los combustibles fósiles. Estudios anteriores concluyeron erróneamente que las fuentes biológicas son la causa del aumento del metano, según Howarth.
El dióxido de carbono y el metano son gases de efecto invernadero críticos, pero se comportan de manera bastante diferente en la atmósfera. El dióxido de carbono emitido hoy influirá en el clima durante los siglos venideros, ya que el clima responde lentamente a la disminución de las cantidades de gas.
Huellas químicas en las concentraciones en aumento del metano atmosférico apuntan a la probabilidad de una fuente adicional: el petróleo y el gas obtenido del esquisto bituminoso, o 'fracking'.
A diferencia de su lenta respuesta al dióxido de carbono, la atmósfera responde rápidamente a los cambios en las emisiones de metano. "Reducir el metano ahora puede suponer una forma instantánea de frenar el calentamiento global y cumplir con el objetivo de las Naciones Unidas de mantener el planeta muy por debajo de un aumento medio de 2 grados centígrados", señala Howarth, refiriéndose al Acuerdo de París de 2015 que impulsa la respuesta global a amenazas de cambio climático.
Los niveles de metano atmosférico habían aumentado previamente durante las últimas dos décadas del siglo XX, pero se nivelaron en la primera década del siglo XXI. Luego, los niveles atmosféricos de metano aumentaron drásticamente entre 2008 y 2014, de aproximadamente 570 teragramos (570.000 millones de toneladas) anualmente a aproximadamente 595 teragramas, debido a las emisiones globales de metano causadas por los humanos en los últimos 11 años.
"Este reciente aumento en metano es masivo --explica Howarth--. Es globalmente significativo. Ha contribuido a algunos de los aumentos en el calentamiento global que hemos visto y el gas de esquisto es un jugador importante. Si podemos dejar de verter metano a la atmósfera, se disipará. Desaparece bastante rápido, en comparación con el dióxido de carbono".
Fuente: https://www.ecoticias.com/sostenibilidad/195976/el-fracking-mal-en-peor
Los niveles de metano atmosférico habían aumentado previamente durante las últimas dos décadas del siglo XX, pero se nivelaron en la primera década del siglo XXI. Luego, los niveles atmosféricos de metano aumentaron drásticamente entre 2008 y 2014, de aproximadamente 570 teragramos (570.000 millones de toneladas) anualmente a aproximadamente 595 teragramas, debido a las emisiones globales de metano causadas por los humanos en los últimos 11 años.
"Este reciente aumento en metano es masivo --explica Howarth--. Es globalmente significativo. Ha contribuido a algunos de los aumentos en el calentamiento global que hemos visto y el gas de esquisto es un jugador importante. Si podemos dejar de verter metano a la atmósfera, se disipará. Desaparece bastante rápido, en comparación con el dióxido de carbono".
Fuente: https://www.ecoticias.com/sostenibilidad/195976/el-fracking-mal-en-peor