Quemar basura es peor que dejarla descomponerse: movimientos ambientalistas se pronuncian en el Día Mundial Contra la Incineración

Según el Programa de las Naciones Unidas para el medio Ambiente (PNUMA), los incineradores son responsables del 69% de las emisiones mundiales de dioxinas, sustancias sumamente tóxicas que pueden provocar malformaciones congénitas, daños al sistema inmunológico y cáncer.

Un estudio publicado en la revista especializada Environmental Science and Technology lleva a cabo por primera vez una evaluación exhaustiva de los datos globales sobre la quema de basura y la emisión de dióxido y monóxido de carbono, mercurio y pequeñas partículas capaces de oscurecer los rayos del sol y además saturar nuestros pulmones.
También demostró que tenemos muy poca información sobre la quema de basura y el manejo de los desechos y residuos, publicó en su página web el movimiento ecológico internacional Fundación Azul Ambientalista.
Citan el reportaje de la revista  Environmental Science and Technology, el cual señala que los productos de la combustión incompleta y metales emitidos por la quema de basura, una vez dispersos en el aire, agua y suelo, se bioacumulan siendo selectivamente filtradas del medio ambiente por los tejidos de los seres vivos.
El estudio concluye que el 29% de la materia particular llamada PM 2.5, capaz de penetrar profundamente en los pulmones, proviene de esas quemas, así como el 10% de las emisiones tóxicas de mercurio.
Los resultados de esta investigación se emitieron a propósito de la celebración del Día Mundial Contra la Incineración de Basura, en esta fecha, grupos ambientalistas y de ciudadanos de todo el mundo realizan demostraciones y protestas contra la incineración de residuos, reclamando a los gobiernos que detengan esta práctica contaminante.
El Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes en Ginebra, identifica a todos los incineradores de desechos, incluidos los hornos cementeros, entre las principales fuentes de dioxinas al ambiente y recomienda el empleo de tecnologías alternativas para evitar la emisión de estos tóxicos.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el medio Ambiente (PNUMA), los incineradores son responsables del 69% de las emisiones mundiales de dioxinas.
Las emisiones de la incineración y las cenizas tóxicas que producen, también han sido vinculadas con la contaminación del ambiente, de los alimentos y de la leche materna en todo el mundo.

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