Argentina - Chubut - Iniciativa popular: “La Vaca” se hizo eco de la campaña chubutense por una nueva ley de minería

Fuente: La Vaca

“No queremos que las corporaciones atenten contra nuestro futuro. La ciudadanía hace La otra campaña. No dejes que decidan por vos”. 
 Así sintetiza una de las asambleístas de Chubut, Marta Sahores, el sentido de una campaña inusual. Pese a una lluvia helada y hostil, el 4 de agosto, a una semana de las PASO, en diversas localidades de Chubut empezaba a intentarse una forma diferente de ejercer la democracia: la Unión de Asambleas Ciudadanas de Chubut impulsó una iniciativa llamada La otra campaña para promover un proyecto de ley que prohíba la actividad minera en la provincia. El procedimiento que permite que el proyecto sea tratado en la Legislatura con respecto al tema minero es inédito en la provincia, en el país, y en muchas cabezas: la iniciativa popular.
Sin casualidades
“ARTICULO 263. Mediante iniciativa popular, todo grupo de ciudadanos de la Provincia en un porcentaje no inferior al tres por ciento del padrón electoral, puede presentar proyectos de ley para su tratamiento en la Legislatura”.
Así está escrito en la Constitución provincial. No parece casualidad que todo esto ocurra en Chubut, ni que haya alumbrado un 4 de agosto. La provincia cuenta con el antecedente emblemático de Esquel,  que en 2003,  a través de un plebiscito fomentado desde la asamblea de vecinos autoconvocados , expulsó a la minera Meridian Gold de la ciudad. Luego del plebiscito se promulgó la ley 5001, que prohíbe  la megaminería con uso de tóxicos. Los vecinos de Esquel desde hace más de una  década marchan los días 4 de cada mes, y en los últimos años se sumaron asambleas de Rawson, Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia, Trelew, Puerto Pirámides, entre otras, y así se fue dando forma a este proyecto que implica a toda la provincia.
Marta Sahores, vecina de Esquel, explica: “La ley 5001 fue sacada a las apuradas en su momento, y por algunos legisladores que en definitiva también estaban haciendo campaña, porque en octubre de 2003 había elecciones. Esa ley nos ha servido bastante, es lo único que nos ampara como legislación. Pero consideramos que no fue fruto de la decisión popular y que tampoco es completa, porque tiene un artículo que prevé una zonificación (que acepta actividades mineras en zonas como la Meseta provincial). Por eso necesitamos esta nueva ley”.
¿Qué es participar?
Fernanda Rojas, también vecina de Esquel y una de las integrantes de la radio comunitaria Kalewche, agrega: “A partir de lo que sucedió en Esquel, la lucha asamblearia se fue extendiendo a otras partes de la provincia, y se dio un proceso de aprendizaje de participación ciudadana que ahora se cristaliza en esta iniciativa popular. Se trata de una forma de democracia semidirecta en la que el pueblo presenta un proyecto de ley. Para poder hacerlo, necesitamos el aval del 3 por ciento del padrón electoral, que equivale a unas once mil firmas. Seguramente juntemos muchas más. Y lo tomamos como un proceso de volver a charlar entre todos los vecinos,  informar qué estamos haciendo y poner el tema en agenda”.
Cómo evitar el boicot
Estos días son de nieve en Esquel, y expectativas frente a la iniciativa popular que está contemplada en la Constitución pero nunca fue implementada: por eso ni siquiera los legisladores estaban al tanto de las formalidades de  presentación. Sin embargo sí se preocuparon por aclarar que si algún dato de los firmantes resulta erróneo, esa firma queda anulada, por lo tanto los vecinos se encargaron de imprimir veinte mil planillas de modo que haya una firma por cada una.
La estrategia consiste en disminuir las posibilidades de un posible boicot. No se trata de desconfianza si no más de bien de un aprendizaje. Los vecinos conocen las artimañas del mundo de ciertos funcionarios y políticos. Cuenta Fernanda: “Las asambleas de las ciudades costeras tuvieron una lucha muy fuerte el año pasado, cuando el gobierno chubutense intentó impulsar el marco regulatorio minero con una trampa: ponían a la minería junto con la extracción de petróleo, porque de ese modo lograban obtener más apoyo de la gente de Comodoro que vive hace décadas del petróleo. Los vecinos hicieron un arduo trabajo de vigilia frente a la Legislatura, para evitar lo que pasó en Río Negro: entre Navidad y Año Nuevo, cuando la gente estaba con otras cosas en la cabeza, derogaron la ley que prohibía el uso de cianuro. Las sesiones legislativas deben ser abiertas y públicas. Los vecinos de Rawson y otras ciudades intentaron entrar pacíficamente a la Legislatura y sufrieron una fuerte represión por parte de patotas de la UOCRA, que en realidad había traído el gobierno a través del sindicato”.
Once mil autógrafos
Continúa Fernanda: “No tenemos un número exacto de cuántas firmas tenemos, pero estoy segura de que vamos a superar las once mil. En Esquel hubo una explosión, la gente se ha apropiado del proyecto, los comerciantes tienen planillas en sus comercios e incluso algunas oficinas públicas como el Tribunal de Faltas. Este proyecto que empezamos con las asambleas fue realmente apropiado por toda la ciudadanía y eso nos da muchísima alegría. Creemos que esta iniciativa popular es el resultado del aprendizaje de todas las asambleas populares de esta última década”.
La nueva ley  establece parámetros de sustentabilidad ambiental y restringe todas las etapas de la mega minería metalífera, factores que la actual ley 5001 no contempla.  Garantiza también el uso racional de los recursos naturales y la protección del recurso hídrico.
Fernanda: “Un detalle que no es menor es que la lucha de las asambleas siempre tuvo mucho que ver con estar en la calle, con ejercer una democracia directa, pero también con la construcción colectiva de saberes y de información, no solo a  través del sentido común sino del conocimiento técnico, científico y académico que respalda nuestras acciones”.
“No dejes que decidan por vos”
¿Ven un panorama alentador?
Fernanda: “Una vez que se presente, seguramente a finales de este año, la Legislatura tiene la obligación de tratar el proyecto, no así la de aprobarlo. Pero eso en realidad es secundario, porque todo el trabajo que se viene haciendo socialmente tiene mucho más peso. Por su puesto que si lo aprueban nos quedaríamos mucho más tranquilos, y por fin podríamos cambiar el eje de la lucha. En vez de estar intentando detener la voracidad de las corporaciones podríamos dedicarnos a buscar alternativas realmente productivas para la provincia, para que dentro de muchas generaciones nuestros bisnietos puedan seguir aprovechando esas actividades. Eso no ocurre con este proceso extractivista que dura poco más de una década y deja la debacle por detrás”.
Marta: “Nosotros tenemos un sentimiento compartido por  muchos vecinos: la verdadera democracia es la que hacemos nosotros. Es importante que toda la gente de la provincia se entere de lo que estamos haciendo, necesitamos que circule la información. El proceso de juntar firmas es muy útil para eso. Repartimos un folleto que tiene las consignas bien claras: esto es en defensa del agua y de la tierra, porque no queremos que las corporaciones atenten contra nuestro futuro. La ciudadanía la hace La otra campaña. No dejes que decidan por vos”.


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