Bruselas se enfrenta a los fabricantes de pesticidas que afectan a las abejas

Por J. Luis Alvarez

La medida ha llevado a dos empresas a iniciar acciones legales contra la Comisión Europea por prohibir sus productos. Por su parte, desde la Comisión Europea recibieron con indiferencia el anuncio de la empresa fabricante. Según fuentes próximas al ejecutivo comunitario, una acción en los tribunales de justicia europeos «no va a paralizar la entrada en vigor de la normativa.
La importancia de las abejas para el medio ambiente no es poca. Son uno de los principales responsables de la polinización de las plantas. Sin ellas, muchas especies no podrían llevar a buen puerto su reproducción.
Éste es uno de los motivos por los que la Comisión Europea (CE) aprobó una directiva comunitaria que restringe durante dos años el uso de determinados pesticidas empleados para el cultivo de plantas que causan la muerte de unos insectos que, aunque no son totalmente inofensivos para el hombre, si tienen que ver con el desarrollo tanto del medio natural como de las propias cosechas. Frente a las medidas adoptadas por las autoridades comunitarias, la empresa suiza Syngenta anunció ayer que va a presentar un recurso ante el Tribunal de Justicia europeo contra la directiva, que entrará en vigor el próximo 1 de diciembre. Esa normativa prohíbe el uso en los insecticidas del thiamethoxam.
Según la empresa suiza, que tiene presencia en 90 países, la decisión de prohibir ese componente fue tomada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria en base a un «proceso viciado», con una «evaluación inexacta e incompleta» y «sin el pleno apoyo de los Estados miembros de la UE». John Atkin, jefe de operaciones de Syngenta en la sede central de Basilea, aseguró que la empresa «preferiría no emprender acciones legales, pero no tiene otra opción, dado que estamos convencidos de que la Comisión vinculó erróneamente el thiamethoxam con los riesgos para la salud de las abejas. Al suspender el producto, se violó la legislación comunitaria de pesticidas y aplicó incorrectamente el principio de precaución», en base al cual no se puede acordar una medida a no ser que haya certezas.
Atkin agregó que desde que la UE anunció la suspensión de los productos que contengan thiamethoxam «tanto los agricultores, como las organizaciones que les agrupan, han expresado su gran preocupación porque tendrán que sustituirlos por otros mucho menos sostenibles con el medio ambiente». «Los productos modernos como el thiamethoxam son esenciales para hacer frente al reto de aumentar la producción alimentaria europea y la reducción de las importaciones», añadió el responsable de la empresa fabricante.
Desde Syngenta pidieron a todas las partes que se centren en buscar soluciones prácticas a los problemas que afectan a la supervivencia de las abejas. Asimismo, recordaron que la mayoría de los expertos coinciden en que estos insectos están en retroceso debido a enfermedades víricas, la pérdida de sus hábitat naturales y de sus fuentes de nutrición. La empresa también expresó su compromiso para apoyar los planes para la mejora de la salud de las abejas y de polinización en Europa.
La CE, adelante
Por su parte, desde la Comisión Europea recibieron con indiferencia el anuncio de la empresa fabricante. Según fuentes próximas al ejecutivo comunitario, una acción en los tribunales de justicia europeos «no va a paralizar la entrada en vigor de la normativa».
Para los responsables comunitarios, la decisión de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria fue acordada tras cotejar datos científicos. Y es que la Unión Europea ha prohibido el uso de pesticidas para el cultivo de plantas y cereales que contengan tanto thiamethoxam, como clotianidina, neonicotinoides o imidacloprid, porque causan la muerte de las abejas.
Por otro lado, según la agencia AFP, el grupo alemán Bayer presentó una querella a medidados de agosto ante el Tribunal de Justicia europeo por la decisión de la UE de suspender la utilización de sus insecticidas sospechosos de ser nocivos para las abejas.
La prohibición afecta al tratamiento de las semillas, a la aplicación en el suelo (en gránulos) y al tratamiento de las hojas de los vegetales, entre ellos los cereales (a excepción de los de invierno), que atraen a las abejas. Los dos pesticidas de Bayer a base de clotianidina e imidacloprid están en el mercado desde hace varios años y recibieron una autorización para ser comercializados, subrayó la empresa.

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