La Crisis climática y la "Rebelión contra la Extinción": Arte para frenar el colapso climático y ecológico

Bajo un manto de lluvia, ha desfilado el sábado pasado una marcha fúnebre en nombre del planeta y las especies que lo habitan. El movimiento "Rebelión contra la Extinción", a través de su colectivo artístico multidisciplinar RebelArte y con la colaboración del Instituto Mutante de Narrativas Ambientales, ha reunido a un elenco de más de cincuenta integrantes entre los que se encontraban maquilladores, bailarinas, poetas, y hasta un coro al completo para llevar a cabo su performance: "El Funeral para las especies".

Entre bambalinas, Alessandra Spina, una de las organizadoras del acto, adelanta que “el arte con conciencia es una parte más de cómo puede lograrse que el público entienda y empatice con lo que está ocurriendo con nuestro planeta y su biodiversidad, pero es algo que debe hacerse desde todas las áreas posibles”. 
Al tiempo, todavía bajo techo, cada grupo ensayaba su parte de esta puesta en escena transversal y se respiraba el nerviosismo y las ganas que ni el diluvio ha sido capaz de frenar. Casi parecía que cayera a propósito de intensificar el sonido solemne y profundo de la batukada que encabezaba el desfile.
“Este funeral tipifica nuestra relación con la desobediencia civil y la acción directa no violenta, a la vez que celebramos el arte y la belleza”
A continuación, seis bailarinas con el cuerpo entero pintado con la apariencia de varios animales en peligro de extinción del ecosistema español se arrastraban descalzas por el paseo que cruza el recinto del Matadero de lado a lado. Lucas Calvache, responsable de esXmaquillar y biólogo, explica que se trata de “un crustáceo y un pez, el lince ibérico y el lagarto de la Gomera, el quebrantahuesos y una especie de pájaro carpintero: en total, dos especies de agua, dos de tierra y dos de aire”. Arnau Hos, responsable de coreografía de esXbailar –otra de las ramas del colectivo- puntualiza que buscaban “representar el impacto del sufrimiento que viven estos animales y cómo afrontan la lucha por la supervivencia a través de los bailes tribales y la danza contemporánea, sumados al body painting para generar impacto escénico”. “Este es un trabajo con aporte político, por el planeta, para crear conciencia y demostrar que las fuerzas sociales y artísticas pueden unirse en pro de algo realmente importante para el ser humano”, desarrolla.
A ambos lados, una marabunta de espectadores –familias con niños y niñas, jóvenes adolescentes, parejas de mayores- guardaba un silencio sepulcral y caminaba a paso lento, al ritmo de los marchantes. El impacto sinestésico de lo visual y lo sonoro está funcionando. Porque la puesta en escena encierra un mensaje mucho más allá de lo estético. “Este funeral tipifica nuestra relación con la desobediencia civil y la acción directa no violenta, a la vez que celebramos el arte y la belleza”, cuenta a Público Nicolás Eliades, Coordinador Estatal de Comunicación de Extinction Rebellion. “Ya no calan los mensajes si no es sintiéndolos a través de la emoción, suscitando en latido de nuestros corazones y poniéndolos en sintonía”, valora.
“Queríamos construir una organización internacional pero poniéndole, en este caso, una nota de cadencia española”
A medio camino, la comitiva se detiene y se silencian los tambores. Entonces comienza a escucharse la letra del himno del movimiento, entonado por el conjunto vocal, todo ataviado con ropajes color escarlata para simbolizar la sangre derramada de las especies extintas y los ecosistemas destruidos. Sus rostros se muestran pintados de blanco absoluto en alusión a los cadáveres. El contenido de las estrofas es una llamada que apela a la conciencia de las sociedades y que, como apunta Eliades viene a decir “perdona, amigo, no quiero incomodarte… pero se trata de una emergencia y algo tenemos que hacer”.
El desfile continúa hasta la Plaza del Matadero y allí el coro comienza a cantar una versión propia del ¡Anda jaleo!’, una canción tradicional española con el arreglo de García Lorca. “Queríamos construir una organización internacional pero poniéndole, en este caso, una nota de cadencia española”, expone Eliades, “Extinction Rebellion aterriza en cada sociedad adoptando su sabor local”. Han modificado algunos versos: “Ya se acabó el alboroto y ahora empieza un tiroteo” se convierte en “ya se acabó el ecocidio y ahora empieza un mundo nuevo”. Con ecocidio se define la destrucción del medio ambiente y los recursos naturales de un lugar de manera sistemática e irremplazable.
'Performance' realizada este sábado en las naves de Matadero, en Madrid. EXTINCTION REBELION

La nota final la ponen con la que es su performance por excelencia, el Dying o simulacro de muerte, en el que todos los participantes acaban tendidos sobre el suelo en posición de haber fallecido de pronto y quedado yaciendo como cadáveres. Este tipo de acciones ya las han realizado otras veces en Madrid, en la plaza de Callao o frente a la inmensa tienda de Primark en plena calle Gran Vía, así como ante la Embajada de Brasil y el Ministerio de Exteriores. Frente a los espacios de todos aquellos a los que consideran que “simbolizan el ser partícipes del ecocidio de una manera u otra”, denuncia Eliades. Preguntado sobre si el poner fin al cambio climático es compatible con el sistema capitalista, el portavoz explica que “el modelo de crecimiento sin fin no es viable en un mundo con recursos finitos. Si el capitalismo se basa en eso, no es que seamos anti-capitalistas, pero sí postcapitalistas; este sistema, si bien nos ha dado múltiples beneficios, ya ha llegado a su límite y nos está llevando a la propia destrucción”. También insiste en que se trata de “una responsabilidad de los gobiernos, porque los individuos podemos actuar hasta cierto punto pero, ¿de qué sirve que yo recicle y recicle sin las regulaciones y las políticas necesarias para apoyarlo?”, se pregunta con indignación.
“Negligencia criminal” de los gobiernos
Para Extinction Rebellion, existen tres demandas básicas que definen las exigencias del movimiento. Para su reivindicación, celebrarán el próximo 7 de octubre en Madrid su Segunda Semana Internacional de la Rebelión XR. La primera, que los gobiernos cuenten la verdad y declaren el estado de emergencia ambiental que estamos viviendo. Aluden a los datos de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) y consideran que, la prioridad, es evitar que la temperatura global se eleve por encima de 1,5ºC, ya que, de seguir así, en los próximos 30 años dicha temperatura podría llegar a incrementarse hasta 3,4ºC. “No se dan cuenta de que cada día que perdemos es un día menos que nos queda para evitar lo peor”
Su segunda demanda consiste en exigir a los ejecutivos que pongan todos los medios posibles para reducir a cero neto las emisiones de gases de efecto invernadero de cara al año 2025, ya que, según citan del informe MITECO, en 2017 en España únicamente se absorbieron 37 millones de toneladas de los 340 emitidas de CO2 equivalente. Por último, proponen la creación de Asambleas Ciudadanas que, según Eliades, estén conformadas por “personas elegidas de manera aleatoria y representativa con la función de monitorear la implementación de políticas encaminadas a mitigar el cambio climático”.
“Con esto podría garantizarse el evitar situaciones partidistas a través de las cuales nuestros líderes nos están fallando; su negligencia criminal es la que nos ha hecho declararnos en rebelión contra el Estado”, denuncia el portavoz. En este sentido, lamenta que “los dos partidos que están negociando de cara a la formación de Gobierno en este momento, que hablan de que quieren poner el cambio climático por encima de todas las cosas, pero parece que no lo suficiente. No se ponen de acuerdo y no se dan cuenta de que cada día que perdemos es un día menos que nos queda para evitar lo peor”.

Fuente: Publico.es

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Greta Thunberg lleva su protesta a la Casa Blanca: La adolescente sueca erigida en icono mundial de la lucha contra el cambio climático asegura que nunca se rendirá
Greta Thunberg, durante la protesta contra el cambio climático en Washington. Foto: AFP | Vídeo: ATLAS

Muy a su pesar, Greta Thunberg fue hoy viernes protagonista en Washington. La pregunta era un gran rumor entre la pequeña multitud que se había concentrado a los pies de la Casa Blanca, en el jardín posterior, acordonado por el Servicio Secreto: “¿Dónde está Greta?” La adolescente sueca erigida en icono mundial de la lucha contra el cambio climático estaba, pero no quería figurar, lo que no es fácil cuando todo el mundo te busca. Greta declaró que no quería hablar, que no deseaba robar el protagonismo a sus jóvenes colegas de activismo medioambiental.

Yolanda Monge

Al final, después de que se lo hubieran reclamado y ofrecido varias veces, Greta cedió a la presión. Greta anunció que no iba a pronunciar un discurso. “Solo quiero manifestar mi agradecimiento”, pronunció con voz queda. “No abandonaremos nunca”, prosiguió. Sus palabras finales emplazaban al público para el viernes de la semana que viene en Nueva York, donde habrá una protesta a nivel global para llamar la atención de los líderes del mundo sobre la emergencia climática, con motivo de la celebración de la Asamblea General de Naciones Unidas.
Greta Thunberg se dejó fotografiar con la Casa Blanca a sus espaldas mientras se coreaba su nombre y había carteles que la representaban. Casi todo el recorrido hecho por la marcha, Thunberg mantuvo agarrada la pancarta que lleva su lema “Skolstrejk för Klimatet" (huelga de colegio por el clima). Durante su estancia de seis días en la capital de Estados Unidos, Thunberg recibirá varios homenajes, entre ellos un premio que le será entregado por Amnistía Internacional el próximo lunes. La joven que ha sido incluso nominada al premio Nobel de la Paz intervendrá ante el Congreso de Estados Unidos el miércoles 18 de septiembre, a iniciativa de legisladores del Partido Demócrata.
Thunberg ha sido también invitada a los debates de la cumbre del cambio climático el próximo 23 de septiembre en la ciudad de Nueva York. Para ese día, los activistas del cambio climático pretenden colapsar la ciudad de Washington, cortando calles importantes y dificultando el tráfico.
“Tenemos que atraer la atención de la gente, es ahora o nunca”, declaraba la universitaria Dejone Wilson, para quien la joven Greta es toda una inspiración. “Ha dejado todo para luchar por lo que cree, que es lo que deberíamos de hacer los jóvenes antes de que muera el planeta”, apuntaba Wilson. Procedente de Inglaterra, Thunberg llegó el pasado 28 de agosto a la ciudad de Nueva York a bordo de un velero con casi cero emisiones de carbono. Entonces dijo traer un mensaje para el presidente de Estados Unidos. "Mi mensaje [para Donald Trump] es 'escuche el silencio', pero no lo hace".
Hoy viernes, Greta solo ha incomodado la vista que tiene el presidente desde la balconada de la Casa Blanca, porque no hubo ni una sola alusión al mandatario que no cree en la ciencia que respalda el calentamiento global. “Trump es un mentiroso”, se apresuró a decir Jonas Hundt-Corman. “Miente y cada mentira nos cuesta un pedazo del planeta”, declaró el joven estudiante de políticas. De la misma opinión eran un grupo de tres adolescentes del acomodado barrio de Chevy Chase (norte de Washington). “Es el peor presidente de la historia”, apuntan casi al unísono. “Debería de darle vergüenza que una joven de 16 años sepa más que él de las amenazas que sufre la tierra”, dijeron ensalzando la labor de Thunberg.
Marissa, 15 años, cree que el sistema escolar de la ciudad debería de imponer los viernes como día sin colegios para que desde la infancia exista la conciencia del ultimátum que vive el planeta. “No queda tiempo”, asegura. “Ahora más que nunca son necesarios los Viernes por el Futuro”, finaliza la adolescente.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2019/09/13/actualidad/1568407945_919339.html

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