Brasil: El genocidio del pueblo yanomami clama por justicia

El nuevo gobierno de Luiz Inacio Lula da Silca calificó de genocidio la muerte de medio millar niños yanomami, que murieron por efectos de la minería ilegal en sus tierras y desnutrición durante el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro. El genocidio del pueblo yanomami conecta a Brasil con las experiencias de exterminio de seres humanos más bárbaras y atroces de la historia de la humanidad. Imposible no asociar esos cuerpos esqueléticos, de niños y adultos con huesos a la vista y vida por una hilacha, con las víctimas del horror nazi exterminadas en los campos de concentración. Descubrimos, trágicamente, que Auschwitz nos resulta familiar.

Por Jeferson Miola

El genocidio de los yanomami no fue el resultado de una negligencia o incompetencia del gobierno, lo que en sí mismo sería extremadamente grave. Fue un proceso deliberado y metódicamente planificado como política de Estado llevado a cabo por el gobierno militar-fascista. La invasión de tierras indígenas era parte del modelo económico ilegal, criminal y destructivo inducido por el propio Estado.

El ministro de Justicia Flávio Dino entiende que “las reiteradas solicitudes de ayuda contra la violencia resultante de la minería ilegal, así como la ausencia de acciones efectivas y de servicios de salud a disposición de los yanomami, resaltan la posible intención de causar graves daños a la integridad o incluso causar la extinción de dicho grupo original”.
Al igual que los yanomami, el indigenista brasileño Bruno Pereira y el periodista inglés Dom Philips fueron asesinados por este sistema criminal respaldado por el Estado.
No fue sólo una cuestión de omisión, sino de facilitación estatal para permitir que la tragedia continuara hasta el exterminio total de los yanomami.
Una prueba sorprendente de ello es la negativa del Ejército a posibilitar el viaje aéreo de una delegación de parlamentarios a la zona yanomami en mayo de 2022.
En su momento, el general Francisco Humberto Montenegro Júnior, entonces jefe del Estado Mayor del Comandante del Ejército, justificó la mala voluntad intencional por la “restricción de los recursos aéreos disponibles en la región amazónica”.
Es una justificación cínica para una institución que incluso utilizó un helicóptero del Ejército para llevar una revista Playboy al general conspirador Villas Bôas en la selva amazónica.
El reciente descubrimiento de esta catástrofe humanitaria sorprende por su gravedad, pero también es alarmante porque demuestra que aún no tenemos la dimensión real del horror, la devastación y la tragedia provocada por el gobierno fascista-militar.
Es fundamental que los agentes bolsonaristas sean juzgados y castigados por crímenes de lesa humanidad y genocidio en tribunales brasileños e internacionales.
El Estado necesita reparar al pueblo Yanomami y restaurar sus tierras libres de minería, agricultura, extractivismo y otras prácticas económicas criminales.
El exterminio del pueblo yanomami coloca a Brasil en el deber ineludible de promover la justicia transicional. La restauración de la democracia posfascista no estará completa sin que el país redescubra la verdad, la justicia y la reparación.

*Miembro del Instituto de Debates, Estudios y Alternativas de Porto Alegre (Idea), fue coordinador ejecutivo del V Foro Social Mundial. Colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
Fuentes: CLAE - Imagen: "Yanomami", Ricardo Stuckter/PR

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Un genocidio anunciado: Declaración de Survival sobre la emergencia sanitaria del pueblo yanomami

Fuentes: Survival [Imagen: Niños yanomamis gravemente desnutridos, región de Surucucus. © URIHI – Associação Yanomami]

Survival reclama un plan de seis puntos para hacer frente a la crisis
“La crisis sanitaria catastrófica y sin precedentes que azota al Pueblo Yanomami en el norte de Brasil es un genocidio que se viene gestando desde hace años”, ha declarado hoy la directora de Survival Brasil, Sarah Shenker. “El expresidente Bolsonaro abrió deliberadamente las puertas al territorio y animó a miles de buscadores de oro a entrar en él. Desmanteló el servicio de salud indígena, alentó a los mineros a invadir esas tierras e ignoró las peticiones desesperadas de las organizaciones indígenas, de Survival y de muchas otras para que interviniera cuando se vio claramente la magnitud la crisis.”
“Los mineros (que han propagado enfermedades, contaminado los ríos y envenenado a la gente con mercurio, destruido los bosques, y desatado la violencia) son la causa evidente de este desastre.”
“Los resultados están bien documentados: 570 niños yanomamis de menos de 5 años han muerto por enfermedades evitables desde que Bolsonaro llegó al poder; niños yanomamis mueren de malnutrición a un ritmo 191 veces mayor que la media nacional; 8 de cada 10 niños yanomamis sufren malnutrición crónica en las regiones de Auaris y Maturacá; etc.»
“Apreciamos que ahora el presidente Lula haya calificado esto como lo que es: un genocidio. Reclamamos que se aplique con carácter de extrema urgencia un plan de seis fases:
1. Expulsar a los mineros. Esto ya se hizo con anterioridad en la década de 1990, pero exige verdadera voluntad política y los fondos para llevarlo a cabo.
2. Enviar los equipos sanitarios que se necesitan desesperadamente y asegurar que contarán con financiación a largo plazo.
3. Enjuiciar a los políticos y hombres de negocios que han sacado provecho de este genocidio, tanto en el Estado de Roraima como en otros lugares.
4. Desmantelar las violentas bandas criminales que operan actualmente en la zona y llevar a juicio a quienes hayan atacado y asesinado a yanomamis.
5. Depurar las cadenas de suministro para garantizar que quienes adquieran oro brasileño puedan estar seguros de que ha sido producido legalmente.
6. Asegurar que esto no vuelva a ocurrir nunca más: los territorios indígenas necesitan una protección adecuada frente a toda invasión y robo de tierras y la voluntad de hacer que se respete. Es necesario reforzar los puestos de vigilancia oficiales cerca de las comunidades yanomamis no contactadas.
Los primeros pasos dados por el Presidente Lula y su equipo son alentadores. No hay ni un minuto que perder, y las organizaciones indígenas de Brasil y Survival nos mantendremos vigilantes para ver si las palabras se traducen en hechos.” 

Notas para periodistas:
Tanto la directora de Investigación y Campañas de Survival, Fiona Watson, como la responsable de Survival Brasil, Sarah Shenker, conocen bien el territorio yanomami y tienen disponibilidad para entrevistas.
Survival lleva décadas luchando junto a los yanomamis. Lideramos la campaña por la demarcación del territorio yanomami, junto con Davi Kopenawa Yanomami y la Comisión Pro-Yanomami (CCPY).
Los yanomamis viven en el norte de Brasil y el sur de Venezuela.

Fuente: https://survival.es/noticias/13614

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