El semental devaluado por agrotóxicos
Por Graciela Vizcay Gomez
Es secundario si el género masculino se calza boxer o calzoncillos ajustados, beba alcohol o fume, se depile o demuestre virilidad. El monocultivo de transgénicos pulverizados con todo tipo de venenos impacta de tal manera en los hombres que el recuento de esperma disminuye año a año a pasos insospechados. No necesariamente por estar expuestos a los agrotóxicos, sino en forma indirecta, genética y hereditaria.
Los efectos adversos del glifosato sobre la fertilidad masculina no eran un motivo de preocupación, pero cambió abruptamente con los hallazgos en el año 1995 del Dr Ibrahim Yousef Mokhtar, profesor de Fisiología Animal Ambiental y Toxicología Reproductiva, de la Universidad de Alejandría.
El estudio en ratas realizado por Gilles Seralini “An acute exposure to glyphosate-based herbicide alters aromatase levels in testis and sperm nuclear quality” publicado en la revista Environmental Toxicology and Pharmacology, en julio de este año, demostró que el Roundup a base de glifosato altera la función testicular después de 8 días de exposición a una concentración de sólo el 0,5%, similar a los niveles encontrados en el agua después de la pulverización agrícola. La exposición repetida al herbicida a dosis inferiores a las utilizadas en la agricultura puede dañar la reproducción de mamíferos a largo plazo. Hay una disminución de la expresión de ARNm (ácido ribonucleico que contiene la información genética) de los marcadores nucleares en los espermatozoides. Esto es una alarma para los trabajadores, autoridades municipales que permiten que se rocíen rutas, vías de ferrocarril, parques y plazas con este agrotóxico usado incluso para jardinería y en alimentos.
“La espermatogénesis es un proceso cíclico de división celular que se renueva constantemente, y cuyo resultado es la producción de millones de espermatozoides diarios. En el hombre este proceso de maduración o capacitación espermática, requiere aproximadamente de 74 días. Se inicia en la pubertad bajo influencia hormonal, con una serie de divisiones mitóticas de la espermatogonia primitiva; posteriormente, se producen divisiones meióticas en la generación subsecuente de espermatocitos para reducir el número diploide de cromosomas al número haploide y, por último, la transformación del espermatocito en el espermatozoide maduro, lo cual incluye adquisición de motilidad progresiva y la capacidad de fertilizar”. Dentro de los productos químicos considerados espermatotóxicos, se encuentran los plaguicidas dice el Manual de Urología General de Smith.
Por su parte el Dr Juan Álvarez, director del Centro de Infertilidad Masculina Androgen de La Coruña y profesor de Biología Reproductiva de la Universidad de Harvard declaró en una entrevista que “Los testículos son extremadamente sensibles a algunos factores, sobre todo, a los tóxicos medioambientales. De hecho, se consideran la causa más importante del aumento de la infertilidad masculina en los últimos 20 años”
En agosto de 2013 los estudios epidemiológicos realizados en México por la Dra Betzabet Quintanilla Vega del Laboratorio de Toxicología Reproductiva y Epigenética y del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), con un historial fantástico de trabajos sobre los efectos de los agrotóxicos en humanos, demostró que la exposición a contaminantes como el plomo, plaguicidas e hidrocarburos son factores de riesgo para los varones en edad reproductiva, ya que disminuyen la calidad de semen, provocan problemas de erección y de vasculatura, entre otros efectos . El trabajo ”Organophosphorous pesticides research in Mexico: epidemiological and experimental approaches. Toxicolology Mechanisms and Methods”dan cuenta que “Los daños incluso son de tipo genético y hereditario, por lo que los hijos o nietos de individuos expuestos a contaminantes pueden presentar efectos adversos, como tumores en el cerebro, problemas reproductivos o alteraciones cromosómicas como el Síndrome de Turner o Klinefelter. También se ha relacionado con un bajo coeficiente intelectual en niños. Esto sucede porque las células germinales dañadas llegan a fertilizar al óvulo, pero puede llevar un daño genético a la descendencia.” Este último trabajo se realizó en Coahuila y Yucatán donde se constató que los agricultores presentaban baja calidad de semen en las épocas de mayor aplicación de plaguicidas, aunque este efecto se revierte, pues la calidad de semen se renueva cada 74 días, en el ciclo espermatogénico del humano.
En nuestro país en el año 2008 la advertencia llegó desde el equipo médico encabezado por el Andrólogo argentino Dr Alejandro Oliva en la investigación ¿Existen relaciones entre los factores ambientales rurales y la salud reproductiva en la Pampa Húmeda Argentina?(publicado en Cuadernos de Salud Pública, vol.24 n.4 Rio de Janeiro Apr. 2008) el médico manifestó que “cuando los pesticidas se absorben se transforman en hormonas femeninas, se rompe el balance de estrógeno-andrógeno y se produce esta disminución en la calidad seminal” y agregó que el efecto de estos tóxicos puede darse por dos mecanismos: que el individuo haya estado en contacto directo con la sustancia o bien que los padres los hayan absorbido y lo hayan transmitido a través de sus espermatozoides y óvulos a los hijos o que la madre embarazada haya tomado contacto con ellos”.
La investigación venezolana “Perfil seminal en trabajadores expuestos a plaguicidas inhibidores de la colinesterasa” de científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia y del Instituto de Medicina del Trabajo e Higiene Industria realizado en el año 2003 concluye que la exposición de trabajadores a plaguicidas inhibidores de la colinesterasa, produce una disminución en la concentración espermática, así como en el porcentaje de motilidad y vitalidad de los espermatozoides, demostrándose así la relación entre exposición laboral a estos plaguicidas y disminución en la calidad del semen.
Científicos de Egipto y Noruega demostraron en 1995 que el glifosato, el ingrediente activo del herbicida Roundup de Monsanto tiene efectos negativos sobre la fertilidad de conejos blancos de sexo masculino (Yousef et al.) “Toxic effects of carbofuran and glyphosate on semen characteristics in rabbits” se realizó con conejos machos adultos para evaluar los efectos tóxicos del Carbofuran (carbamato) y Glifosato (organofosforado), sobre las características del semen.El resultado fue una disminución del volumen eyaculado y un incremento en los espermatozoides anormales, que pudo ser debido a los efectos citotóxicos directos de estos pesticidas sobre la espermatogénesis y / o indirectamente a través del eje hipotálamo-hipófisis-testículo que controlan la eficiencia reproductiva.
Los siete parámetros observados de la calidad del semen fueron influenciados negativamente por el glifosato. Cuatro de estos parámetros no volvieron a los niveles del grupo de control durante el período de recuperación de seis semanas: 1) el volúmen de semen, 2) la concentración de espermatozoides 3) el porcentaje de espermatozoides anormales 4) la prueba de azul de metileno que es un criterio de medición de la calidad del semen y la actividad de los espermatozoides.Aún más, al año siguiente demostraron que el uso de esperma de conejo es un sistema de prueba más sensible que el esperma humano.
La densidad promedio de espermatozoides en varones sanos en edad reproductiva es de 80.7 mill/ml (n=60) según el Baylor College of Medicine, de Texas, Centro de Medicina Reproductiva y el Departamento de Urología.
La OMS considera que existe infertilidad masculina cuando la concentración de espermatozoides en el semen es inferior a 20 millones por mililitro cúbico, cuando menos del 50% de espermatozoides no tienen movilidad progresiva o cuando el porcentaje de espermatozoides con morfología normal es inferior al 15%.
Pese a los hallazgos del Dr Yousef, un año después, Felipe Solá sin ninguna resistencia de la Conabia, firmó la Resolución 167 en abril de 1996 , autorizando la introducción de la soja transgénica resistente al glifosato al país. Hasta la fecha, los defensores del prototipo semilla-veneno impuesto siguen repitiendo que “No existen estudios que demuestren los efectos en humanos”; mirando siempre el bolsillo, pero no lo devaluado que les cuelga entre las piernas.
Fuente: http://sanjustohoy.com.ar/