Uruguay: Críticas al plan para cerrar minas de Aratirí



Los ambientalistas que se oponen a Aratirí cuestionaron el plan de |cierre para los cinco yacimientos de hierro que presentó la empresa. Sostienen que no asegura que no se vaya a ver afectada la calidad del agua de la zona.

Los ambientalistas sostienen además, que las acumulaciones de "estériles" (mineral extraído) de hasta 100 metros de altura que quedarán al lado de cada uno de los cinco pozos, nunca podrán ser totalmente cubiertas de materia orgánica y por lo tanto la lluvia y el viento esparcirán los metales a puntos distantes, dijo a El País Raúl Viñas, uno de los referentes de Uruguay Libre, la organización que se opone a la minería a cielo abierto. "La calidad del aire será mala. Lo mejor sería que esto nunca se hiciera", aseguró. El ambientalista utilizó el ejemplo de la mina de cobre abandonada "La Oriental", ubicada en el departamento de Maldonado, cuya explotación fue abandonada hace 90 años. En las acumulaciones de solamente 4 metros de altura conformadas con el mineral extraído, nada creció desde entonces.
Viñas cuestionó que la empresa ofrezca bombear el agua de mala calidad cercana a los yacimientos al océano por el mineroducto que llevará el hierro a la costa de Rocha, porque ello no haría más que trasladar el problema a ese punto. La empresa sostiene que esa situación sería "poco probable" y "acotada en el tiempo", pero Viñas mencionó que la compañía no menciona las fuentes que maneja para esa evaluación.
Aratirí considera también que los pozos podrán ser llenados con agua en lapsos que van de 19 a 110 años, según los casos y las hipótesis. Pero ello va expresamente contra la voluntad del presidente José Mujica, quien ha dicho que se opone a que los pozos sean llenados con agua, recordó Viñas. "No le hacen caso al presidente", dijo.
A Viñas también le parece sospechoso que la empresa señale que solamente necesita US$ 101 millones para implementar los planes de cierre, cuyo costo el Fondo Monetario Internacional calculó en al menos US$ 300 millones a comienzos de este año.
Desde 2011 que Aratirí maneja el llenado de los pozos con agua, ya sea con "escorrentío" (drenaje), aguas subterráneas, lluvia o evaporación. La Dirección Nacional de Medio Ambiente se expedirá sobre esta idea que no solamente no es del agrado de Mujica sino que concita también el rechazo del candidato opositor colorado, Pedro Bordaberry.
Los pozos tendrán entre 41 y 210 hectáreas y el grueso de la remediación de los efectos de las minas se producirá en los primeros 20 años posteriores al cierre de los yacimientos.
La empresa descartó que se puedan producir escurrimientos ácidos basándose en ensayos realizados en "celdas de humedad". Pero Viñas advirtió que la propia empresa reconoce que maneja datos limitados y no pretende que sus conclusiones sean concluyentes.
"Se reconoce que los datos disponibles del programa de ensayo de celdas de humedad resultan limitados para un proyecto de esta magnitud", admite el estudio de impacto.
El movimiento Uruguay Libre también cuestiona que el plan de cierre incluya la posibilidad de clausuras temporales por circunstancias económicas por períodos de hasta 3 años, cuando esa posibilidad está topeada en 6 meses de acuerdo con el Código de Minería.
Las montañas de estériles ocuparán 526 hectáreas en la mina Uría, 186 en Morochos, 214 en Muleros, 174 en Maidana y 931 en Las Palmas, de acuerdo con el plan de cierre al que accedió El País. La planta de beneficiamiento, las trituradoras y las cintas transportadoras se desmantelarán. Las represas de aguas brutas, las pilas de estériles y el ducto permanecerán.
El día después
Dos años antes de que termine su actividad, Aratirí proporcionará a sus trabajadores programas de reconversión y capacitación, establece el plan de cierre. También para reforzar la competitividad de los trabajadores se creará un sistema de recomendación que avalará su calificación y su desempeño y se les informará sobre oportunidades laborales en la región. En cuanto al mineroducto se rellenará con material inerte y se desmantelarán las estaciones de monitoreo. El programa de monitoreo post cierre durará 3 años.
Fuente: El País

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