España: Biodiversidad, la asignatura pendiente
España es uno de los 25 puntos calientes de biodiversidad del mundo, pero también concentra el mayor número de especies amenazadas de Europa.
Luis Guijarro
MADRID. -Lo dice Naciones Unidas: “El destino de la humanidad depende de la diversidad biológica, de la riqueza y variedad de los seres vivos del planeta. Es esencial para el desarrollo sostenible y para el bienestar de los humanos, y clave para reducir la pobreza”. Sin embargo, tanto en España como en el resto del mundo la biodiversidad sigue siendo una asignatura pendiente.
El investigador Miguel Delibes de Castro y el paleontólogo José Luis Sanz alertaron hace ya diez años de que la vida se enfrenta a una nueva forma de extinción masiva ( la sexta según los expertos) cuya principal amenaza es el hombre. Sus consecuencias serían similares a la del meteorito que chocó contra la Tierra hace 65 millones de años y al incremento de la actividad volcánica que extinguió a casi la totalidad de los dinosaurios.
Los científicos cifran entre 5 y 30 millones el número de especies que pueblan la Tierra, si bien los autores más optimistas estiman que superan los 100 millones. Pese a la enorme diferencia entre unas estimaciones y otras, en lo que todos parecen estar de acuerdo es en su rápida desaparición.
La fuente de nuestros alimentos, medicinas y agua potable o los medios de subsistencia de millones de personas podrían estar en riesgo con la extinción de las especies animales y vegetales del mundo. Según la última actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), de las 76.199 especies evaluadas del mundo, 22.413 están en peligro de extinción, un indicador crítico de la salud de la biodiversidad del mundo.
La pesca, la tala, la minería, la agricultura y otras actividades destinadas a satisfacer la voracidad del ser humano por los recursos naturales están amenazando la supervivencia, entre otros, del atún rojo del Pacífico, el pez globo, la cobra de China y la anguila americana. La destrucción de hábitats, por su parte, ha causado la extinción de un molusco de Malasia y de la tijereta más grande que se conoce.
CALENTAMIENTO GLOBAL
El cambio climático tampoco ayuda. Una sexta parte de las especies que hoy en día habitan nuestro planeta están condenadas a desaparecer si el calentamiento global continúa al ritmo actual, de acuerdo con una investigación del Departamento de Ecología y Biología de la Universidad de Connecticut, en Estados Unidos, publicada en la revista Sciencie, según la cual la pérdida de biodiversidad se acelerará con cada grado centígrado que se caliente el planeta. Según estos científicos las especies de América del Sur, Australia y Nueva Zelanda están particularmente en riesgo.
“No hemos visto muchas extinciones todavía, y creo que eso se debe a que aún estamos en una fase en la que el clima contribuye pero no es determinante”, comentó Mark Urban, autor principal del estudio, que certificó que las extinciones debidas al cambio climático se harán oír.
El investigador Miguel Delibes de Castro y el paleontólogo José Luis Sanz alertaron hace ya diez años de que la vida se enfrenta a una nueva forma de extinción masiva ( la sexta según los expertos) cuya principal amenaza es el hombre. Sus consecuencias serían similares a la del meteorito que chocó contra la Tierra hace 65 millones de años y al incremento de la actividad volcánica que extinguió a casi la totalidad de los dinosaurios.
Los científicos cifran entre 5 y 30 millones el número de especies que pueblan la Tierra, si bien los autores más optimistas estiman que superan los 100 millones. Pese a la enorme diferencia entre unas estimaciones y otras, en lo que todos parecen estar de acuerdo es en su rápida desaparición.
La fuente de nuestros alimentos, medicinas y agua potable o los medios de subsistencia de millones de personas podrían estar en riesgo con la extinción de las especies animales y vegetales del mundo. Según la última actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), de las 76.199 especies evaluadas del mundo, 22.413 están en peligro de extinción, un indicador crítico de la salud de la biodiversidad del mundo.
La pesca, la tala, la minería, la agricultura y otras actividades destinadas a satisfacer la voracidad del ser humano por los recursos naturales están amenazando la supervivencia, entre otros, del atún rojo del Pacífico, el pez globo, la cobra de China y la anguila americana. La destrucción de hábitats, por su parte, ha causado la extinción de un molusco de Malasia y de la tijereta más grande que se conoce.
CALENTAMIENTO GLOBAL
El cambio climático tampoco ayuda. Una sexta parte de las especies que hoy en día habitan nuestro planeta están condenadas a desaparecer si el calentamiento global continúa al ritmo actual, de acuerdo con una investigación del Departamento de Ecología y Biología de la Universidad de Connecticut, en Estados Unidos, publicada en la revista Sciencie, según la cual la pérdida de biodiversidad se acelerará con cada grado centígrado que se caliente el planeta. Según estos científicos las especies de América del Sur, Australia y Nueva Zelanda están particularmente en riesgo.
“No hemos visto muchas extinciones todavía, y creo que eso se debe a que aún estamos en una fase en la que el clima contribuye pero no es determinante”, comentó Mark Urban, autor principal del estudio, que certificó que las extinciones debidas al cambio climático se harán oír.
ESPAÑA, "PELIGRO CRÍTICO"
Vivimos en el país con mayor biodiversidad de Europa. Más del 80% del total de especies de plantas vasculares que hay en Europa y más del 50% de las especies animales se concentran en España, que tiene la mayor variedad de aves, mamíferos y reptiles y ocupa el tercer puesto en diversidad de anfibios y peces.
En cifras absolutas, se estima que hay 10.000 especies distintas de plantas, de las que 6.500 son autóctonas y 1.500 endémicas. En cuanto a los animales, se calcula que hay entre 50.000 y 60.000 especies diferentes. Entre ellas, algunas, como el águila imperial o el lince ibérico, sólo viven en España. La variedad de hábitats de nuestro territorio también es muy alta: de los 226 tipos reconocidos como de alto interés por la Unión Europea en su Directiva Hábitats, el 54% están ubicados dentro de las fronteras españolas.
Pero la última Lista Roja de la UICN recoge que España concentra el mayor número de especies amenazadas de Europa. Así, están en “peligro crítico” el lince ibérico (Lynx pardinus), la foca monje (Monachus monachus), el visón europeo (Mustela lutreola) o la pardela balear (Puffinus mauretanicus). Según esta lista, en España sobreviven 552 especies camino de la extinción, doblando a la siguiente en la lista europea: Grecia, con 286 especies.
Durante la presentación en marzo del Informe de la OCDE de Evaluación del Desempeño Ambiental de España 2015, el secretario general de la organización, Ángel Gurría, aseguró que en materia de biodiversidad, España es uno de los 25 hotspots o puntos calientes del mundo y alberga un 30% del total de las especies endémicas europeas. No obstante, esta riqueza se ve cada vez más amenazada, principalmente por el turismo, la construcción y las infraestructuras de transporte. La biodiversidad en el litoral ha resultado especialmente afectada.
NORMATIVA INCUMPLIDA
La Comisión Europea denunció a España a finales de febrero por incumplir las directivas relacionadas con la Red Natura 2000. Para las organizaciones ecologistas WWF España y SEO/BirdLife con esta denuncia se viene a demostrar el fracaso en las políticas de conservación de la naturaleza por parte de España.
En el mundo la madre de todas las normas es el Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) que entró en vigor el 29 de diciembre de 1993, con tres objetivos principales: la conservación de la diversidad biológica; la utilización sostenible de los componentes de la diversidad biológica y la participación justa y equitativa de los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos.
España firmó el CBD en junio de 1992 y lo ratificó en diciembre de 1993. Sin embargo, como denuncian desde Ecologistas en Acción, España no hace nada sobre los acuerdos que se toman en el Convenio. De hecho, en la última Cumbre de Pyeongchang (2014), pese a la importancia de esta cita, ni la Ministra de Medio Ambiente ni el Secretario de Estado asistieron al tramo ministerial o de alto nivel de la Cumbre. Para Ecologistas en Acción fue “una muy mala noticia para la conservación de la biodiversidad y una nueva demostración del escaso interés de este gobierno”.
Vivimos en el país con mayor biodiversidad de Europa. Más del 80% del total de especies de plantas vasculares que hay en Europa y más del 50% de las especies animales se concentran en España, que tiene la mayor variedad de aves, mamíferos y reptiles y ocupa el tercer puesto en diversidad de anfibios y peces.
En cifras absolutas, se estima que hay 10.000 especies distintas de plantas, de las que 6.500 son autóctonas y 1.500 endémicas. En cuanto a los animales, se calcula que hay entre 50.000 y 60.000 especies diferentes. Entre ellas, algunas, como el águila imperial o el lince ibérico, sólo viven en España. La variedad de hábitats de nuestro territorio también es muy alta: de los 226 tipos reconocidos como de alto interés por la Unión Europea en su Directiva Hábitats, el 54% están ubicados dentro de las fronteras españolas.
Pero la última Lista Roja de la UICN recoge que España concentra el mayor número de especies amenazadas de Europa. Así, están en “peligro crítico” el lince ibérico (Lynx pardinus), la foca monje (Monachus monachus), el visón europeo (Mustela lutreola) o la pardela balear (Puffinus mauretanicus). Según esta lista, en España sobreviven 552 especies camino de la extinción, doblando a la siguiente en la lista europea: Grecia, con 286 especies.
Durante la presentación en marzo del Informe de la OCDE de Evaluación del Desempeño Ambiental de España 2015, el secretario general de la organización, Ángel Gurría, aseguró que en materia de biodiversidad, España es uno de los 25 hotspots o puntos calientes del mundo y alberga un 30% del total de las especies endémicas europeas. No obstante, esta riqueza se ve cada vez más amenazada, principalmente por el turismo, la construcción y las infraestructuras de transporte. La biodiversidad en el litoral ha resultado especialmente afectada.
NORMATIVA INCUMPLIDA
La Comisión Europea denunció a España a finales de febrero por incumplir las directivas relacionadas con la Red Natura 2000. Para las organizaciones ecologistas WWF España y SEO/BirdLife con esta denuncia se viene a demostrar el fracaso en las políticas de conservación de la naturaleza por parte de España.
En el mundo la madre de todas las normas es el Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) que entró en vigor el 29 de diciembre de 1993, con tres objetivos principales: la conservación de la diversidad biológica; la utilización sostenible de los componentes de la diversidad biológica y la participación justa y equitativa de los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos.
España firmó el CBD en junio de 1992 y lo ratificó en diciembre de 1993. Sin embargo, como denuncian desde Ecologistas en Acción, España no hace nada sobre los acuerdos que se toman en el Convenio. De hecho, en la última Cumbre de Pyeongchang (2014), pese a la importancia de esta cita, ni la Ministra de Medio Ambiente ni el Secretario de Estado asistieron al tramo ministerial o de alto nivel de la Cumbre. Para Ecologistas en Acción fue “una muy mala noticia para la conservación de la biodiversidad y una nueva demostración del escaso interés de este gobierno”.
Fuente: publico.es - Imagen: El lince ibérico es una de las especies más amenazadas en España. EFE