Ciudades, aves, y contaminación acústica
El canto que realizan los machos de la mayoría de las aves en primavera es utilizado por estas para señalizar sus territorios o indicar su calidad a la hora de buscar pareja para reproducirse. Se trata de un conocimiento cultural, es decir, que las aves adquieren de sus congéneres. En las ciudades el ambiente es muy diferente y las aves aprenden a comunicarse de otra manera.
Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y de la Universidad de Castilla La Mancha (UCLM) recomiendan la creación de corredores naturales en las ciudades para permitir que las aves urbanas puedan seguir comunicándose con las que viven en el bosque y favorecer su presencia en las ciudades. La investigación, que se publica en la revista Animal Biodivesity and Conservation, ha estudiado el canto de los carboneros comunes, Parus major. El canto que realizan los machos de la mayoría de las aves en primavera es utilizado por estas para señalizar sus territorios o indicar su calidad a la hora de buscar pareja para reproducirse. Se trata de un conocimiento cultural, es decir, que las aves adquieren de sus congéneres. En las ciudades el ambiente es muy diferente y las aves aprenden a comunicarse de otra manera. "La creación de corredores permitiría el intercambio de conocimientos entre las aves urbanas y las que viven en el campo", dice José Sanz “Hemos comprobado que, frente a lo que ocurre en las grandes urbes, en los lugares donde hay intercambio entre las poblaciones del bosque y de la ciudad, las aves mantienen su capacidad para comunicarse entre sí. La creación de corredores permitiría el intercambio de conocimientos entre las aves urbanas y las que viven en el campo evitando las consecuencias negativas que provoca la contaminación acústica”, explica Juan José Sanz, investigador del MNCN. El equipo de investigadores ha estudiado las características del canto del carbonero común en la ciudad de Toledo, una ciudad con altos niveles de ruido ambiental, y en varios bosques cercanos a esta ciudad (Montes de Toledo). “Además de confirmar el efecto de la contaminación ambiental sobre el canto de las aves, pudimos comprobar que los pájaros que residían en una ciudad como Toledo, donde se da un trasiego más frecuente de aves desde la ciudad al campo y viceversa, compartían un alto porcentaje del repertorio de los cantos de sus conespecíficos en ambientes naturales cercanos”, comenta Javier Bueno-Enciso, investigador de la UCLM. El lenguaje de las aves Las aves emiten sonidos que no son realmente notas musicales, sino barridos de frecuencias de onda característicos de cada especie que están formados por varias notas. Las características de estos sonidos se ven afectadas por el medio ambiente que les rodea. En las ciudades las aves hacen lo que se conoce como ‘efecto Lombardo’, es decir, elevan la frecuencia de canto ante un incremento de ruido ambiental, lo mismo que hacemos los humanos ante la misma situación. Además, dejan menos tiempo entre las estrofas del canto para asegurar que su mensaje es recibido por el receptor, otro carbonero común. Hasta la fecha, la mayoría de los estudios se habían realizado en grandes ciudades europeas o americanas donde el intercambio de individuos entre el ambiente urbano y rural es muy bajo. Por estudios anteriores se sabía que en estas urbes las aves modifican su canto debido a los altos niveles de ruido. El presente estudio es una revisión de esos estudios que muestran que ciertas características del canto de las aves en medios urbanos han variado debido a los altos niveles de ruido que tienen que soportar.
Referencia bibliográfica: Javier Bueno-Enciso, Daniel Núñez-Escribano y Juan José Sanz (2015) Cultural transmission and its possible effect on urban acoustic adaptation of the great titParus major.Animal Biodiversity and Conservation38: 221-231. Enlace: http://abc.museucienciesjournals.cat/volum-38-2-2015/?lang=es. Fuente: http://www.ecoticias.com