Marcuse: Hacia una civilización no represiva

Para Marcuse la racionalidad instrumental que dinamiza el todo de lo social posee un vínculo interno con las condiciones capitalistas que subyugan al sujeto y con los mecanismos psicológicos de represión que lo acompañan.

“El concepto del hombre que surge de la teoría freudiana es la acusación más irrefutable contra la civilización occidental..., la historia del hombre es la historia de su represión. La cultura restringe no sólo su existencia social, sino también la biológica, no sólo partes del ser humano, sino su estructura instintiva es sí misma. Sin embargo tal restricción es la precondición esencial del progreso.”

“La técnica provee la base misma del progreso; la racionalidad tecnológica establece el modelo mental y de conducta para la actuación productiva, y ‘el poder sobre la naturaleza’ ha llegado a ser identificado con el concepto de civilización.”

El control total de la naturaleza ha exigido no sólo una represión básica necesaria para asegurar la convivencia en la cultura. En su delirio de dominio exige un ascetismo total en los individuos, una supresión de sus deseos y finalidades autónomas en beneficio de los requerimientos sistemáticos de la producción y el progreso.

El sistema técnico ha desarrollado mecanismos que racionalizan la represión necesaria para compensar la fuerzas destructivas mediante la creación de nuevas formas de satisfacción de necesidades, creando así una ‘euforia en la infelicidad'.

“Así la hipótesis de una civilización no represiva deber ser validada teóricamente demostrando primero la posibilidad de un desarrollo no represivo de la libido bajo las condiciones de la civilización madura.”

Fuente: Eros y civilización. Herbert Marcuse. - decrecimiento.info

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