La empresa española que convierte en realidad un capítulo de Black Mirror
Antonio Maestre
Las distopías de nuestro tiempo han cambiado de forma mayoritaria el agente represor del Estado por la empresa y las grandes catástrofes nucleares por el poder asfixiante del mundo tecnológico. El poder “invisible” de las corporaciones empresariales de internet se ha convertido en la preocupación de muchos autores que intentan representar en cine, televisión y literatura el futuro que nos depara un mundo en el que las redes sociales son el pilar fundamental de las relaciones empresariales y personales. Nosedive es un capítulo de Black Mirror que, como todo relato distópico, eleva a la máxima expresión una realidad ya existente: la necesidad de sentirse valorado por el resto de congéneres a través de las redes sociales. En dicho capítulo la puntuación lograda sirve como marca de clase. Tu valoración de 1 al 5 en las redes sociales determina los derechos que posees, a qué servicios puedes optar y cuál es tu sitio en la pirámide social.
Las distopías de nuestro tiempo han cambiado de forma mayoritaria el agente represor del Estado por la empresa y las grandes catástrofes nucleares por el poder asfixiante del mundo tecnológico. El poder “invisible” de las corporaciones empresariales de internet se ha convertido en la preocupación de muchos autores que intentan representar en cine, televisión y literatura el futuro que nos depara un mundo en el que las redes sociales son el pilar fundamental de las relaciones empresariales y personales. Nosedive es un capítulo de Black Mirror que, como todo relato distópico, eleva a la máxima expresión una realidad ya existente: la necesidad de sentirse valorado por el resto de congéneres a través de las redes sociales. En dicho capítulo la puntuación lograda sirve como marca de clase. Tu valoración de 1 al 5 en las redes sociales determina los derechos que posees, a qué servicios puedes optar y cuál es tu sitio en la pirámide social.
Ese mundo distópico es una realidad, por ahora no muy extendida, gracias a la inventiva entrepeneur para encontrar nuevas fórmulas de explotación laboral y herramientas de presión que conviertan el día a día del trabajador en un entorno hostil e intimidante. En ese cometido han volcado su empeño dos empresarios españoles con una app llamada Guudjob. Aquí ha funcionado al revés la costumbre de buscar un anglicismo para explicar la depauperización de las condiciones laborales y han españolizado un concepto inglés.
No hace falta ver Black Mirror para vivir en una pesadilla.
Puedes bajarte Guudjob.
Guudjob es una
herramienta de valoración profesional de empleados. Una distopia
empresarial hecha realidad por dos emprendedores españoles
Detrás de todas estas ideas empresariales existe un sustrato ideológico que esconde que cualquier persona que se esfuerce verá recompensado su esfuerzo por el mercado. Que la mano invisible proverá un dictamen justo que otorgará al valorado un merecido premio. Como siempre, estos empresarios ignoran la importancia de otros elementos subjetivos y físicos que determinan con mayor precisión tu lugar en la escala social y que influyen de manera prioritaria en las valoraciones que tendrás por tu trabajo: el capital social, tu posición previa en el sistema jerárquico, tu sexo, tu origen, tu raza, tu religión. “En Guudjob puedes ofrecer tus servicios y será el mercado el que establezca con transparencia si eres bueno”, decían Bernardo Montero y Jaime Fernández, creadores de la aplicación, en una entrevista.
¿Cómo controlará la aplicación que las valoraciones que un trabajador reciba lo son por su empeño laboral y no por su estética, ideología, o género? ¿Cómo controla que las valoraciones sean sinceras? No lo hace. Yo mismo he podido valorar a un trabajador con la máxima puntuación sin conocerle ni haber utilizado sus servicios. Lo mismo podía haber hecho para valorarle como un mal profesional por odio personal. La empresa asegura que controla el fraude de la siguiente manera: “Todos los usuarios que quieran valorar o ser valorados en Guudjob deberán identificarse previamente con nombre y apellido y registrarse con un email que necesariamente debe ser verdadero”.
La plataforma, consciente de las similitudes, intentó desmarcarse en uno de sus post de la sociedad distópica que presentaba la serie de Netflix incidiendo sólo en las diferencias y en lo que consideran positivo de su plataforma.
¿Cómo controlará la aplicación que las valoraciones que un trabajador reciba lo son por su empeño laboral y no por su estética, ideología, o género? ¿Cómo controla que las valoraciones sean sinceras? No lo hace. Yo mismo he podido valorar a un trabajador con la máxima puntuación sin conocerle ni haber utilizado sus servicios. Lo mismo podía haber hecho para valorarle como un mal profesional por odio personal. La empresa asegura que controla el fraude de la siguiente manera: “Todos los usuarios que quieran valorar o ser valorados en Guudjob deberán identificarse previamente con nombre y apellido y registrarse con un email que necesariamente debe ser verdadero”.
La plataforma, consciente de las similitudes, intentó desmarcarse en uno de sus post de la sociedad distópica que presentaba la serie de Netflix incidiendo sólo en las diferencias y en lo que consideran positivo de su plataforma.
El servicio se oferta a empresas. Según la aplicación Rodilla, Seur, Vodafone, Alsa, Metlife, Royal Resorts, Vips o Gino´s ya utilizan el servicio. En este vídeo se puede ver a varios trabajadores de las Pastelerías Mallorca de Madrid en un vídeo promocional de Guudjob. El hecho de que la empresa recomiende la utilización del servicio obliga a muchos trabajadores a hacerlo, aunque no quieran, por imposición de sus patrones. En las dudas que resuelve la empresa se plantea una pregunta sobre la voluntariedad del servicio para los empleados. A todos se nos ocurren modos que las empresas tienen para que la plantilla quiera usar un servicio que su jefe les solicita, pero por si acaso Guudjob da otra solución:
Y ¿si algunos de mis empleados no quieren estar en Guudjob?
Si como usuario no encuentras la cara del profesional, puede valorarlo dejando su nombre. Es una información que llegará a la empresa en privado sabiendo el nombre del empleado que ha puesto el usuario y la tienda/local donde se encuentra. Eso si, el empleado no podrá aprovecharse de esas buenas referencias que suele dejan la gente ante un Guud Job!
Sobre la voluntariedad del servicio para los trabajadores incide en que la empresa no les puede dar de alta sin su permiso. Para ello, utiliza el término “recomienda”, en mayúsculas. No es obligatorio, es sólo una recomendación del jefe. Por eso precisamente se preocupan de cuál es la opinión de los sindicatos sobre el sistema.
No importan los métodos de control que quieran establecer. Es imposible velar por que la nota que tengas en una aplicación sea sincera y no se base en prejuicios. No pueden controlar que una empresa obligue a sus trabajadores a registrarse en la aplicación de valoración. No importa lo que dos entrepeneurs quieran explicar que aporta su app, es sólo un sistema más de control que perjudica a los que menos herramientas tienen para defenderse de la explotación. Por mucho que lo llenen de colores pastel, frases motivacionales y sonrisas impostadas no es más que otra herramienta de control laboral.
El Círculo es una magnífica novela de Dave Eggers, que ha sido llevada al cine y será estrenada el 28 de abril en EEUU, y que representa el mundo que quieren implantar plataformas como Guudjob. Empresas tecnológicas que controlan al trabajador hasta el extremo usando aplicaciones de valoración y seguimiento profesional. En la novela, Mae Holland es una joven que comienza a trabajar en la empresa que monopoliza el mundo de internet llamada El Círculo, un lugar idílico para trabajar, un campus con jardines, zonas recreativas, cafeterías gratis, actividades culturales y conciertos…un sueño laboral. Mae es instruida en sus primeros días en la política de la empresa, lo importante es la humanidad del trabajador, por eso es prioritario hacer comunidad. Para ello facilitan a la plantilla que tras la jornada laboral realice un montón de actividades que creen lazos de concordia. Fiestas, conferencias de premios nobel, grupos de intereses compartidos, siempre hay algo que hacer. Por supuesto, todo voluntario. Recomendaciones que hace la empresa para que el trabajador se sienta integrado y cree comunidad, para ello facilitan una red social interna que fomenta el uso de las valoraciones y otorga a cada trabajador un ránking que ayudará a ubicar el nivel de integración laboral en la empresa. Todo voluntario. Hasta que por cuestiones varias el trabajador no se implica de manera entusiasta en la comunidad y los responsables de recursos humanos quieren saber los motivos de esa falta de implicación. Mejor leer el libro de Dave Eggers para saber más. O inscribirse en Guudjob.
Y ¿si algunos de mis empleados no quieren estar en Guudjob?
Si como usuario no encuentras la cara del profesional, puede valorarlo dejando su nombre. Es una información que llegará a la empresa en privado sabiendo el nombre del empleado que ha puesto el usuario y la tienda/local donde se encuentra. Eso si, el empleado no podrá aprovecharse de esas buenas referencias que suele dejan la gente ante un Guud Job!
Sobre la voluntariedad del servicio para los trabajadores incide en que la empresa no les puede dar de alta sin su permiso. Para ello, utiliza el término “recomienda”, en mayúsculas. No es obligatorio, es sólo una recomendación del jefe. Por eso precisamente se preocupan de cuál es la opinión de los sindicatos sobre el sistema.
No importan los métodos de control que quieran establecer. Es imposible velar por que la nota que tengas en una aplicación sea sincera y no se base en prejuicios. No pueden controlar que una empresa obligue a sus trabajadores a registrarse en la aplicación de valoración. No importa lo que dos entrepeneurs quieran explicar que aporta su app, es sólo un sistema más de control que perjudica a los que menos herramientas tienen para defenderse de la explotación. Por mucho que lo llenen de colores pastel, frases motivacionales y sonrisas impostadas no es más que otra herramienta de control laboral.
El Círculo es una magnífica novela de Dave Eggers, que ha sido llevada al cine y será estrenada el 28 de abril en EEUU, y que representa el mundo que quieren implantar plataformas como Guudjob. Empresas tecnológicas que controlan al trabajador hasta el extremo usando aplicaciones de valoración y seguimiento profesional. En la novela, Mae Holland es una joven que comienza a trabajar en la empresa que monopoliza el mundo de internet llamada El Círculo, un lugar idílico para trabajar, un campus con jardines, zonas recreativas, cafeterías gratis, actividades culturales y conciertos…un sueño laboral. Mae es instruida en sus primeros días en la política de la empresa, lo importante es la humanidad del trabajador, por eso es prioritario hacer comunidad. Para ello facilitan a la plantilla que tras la jornada laboral realice un montón de actividades que creen lazos de concordia. Fiestas, conferencias de premios nobel, grupos de intereses compartidos, siempre hay algo que hacer. Por supuesto, todo voluntario. Recomendaciones que hace la empresa para que el trabajador se sienta integrado y cree comunidad, para ello facilitan una red social interna que fomenta el uso de las valoraciones y otorga a cada trabajador un ránking que ayudará a ubicar el nivel de integración laboral en la empresa. Todo voluntario. Hasta que por cuestiones varias el trabajador no se implica de manera entusiasta en la comunidad y los responsables de recursos humanos quieren saber los motivos de esa falta de implicación. Mejor leer el libro de Dave Eggers para saber más. O inscribirse en Guudjob.
Fuente: http://www.lamarea.com/2017/04/14/la-empresa-espanola-convierte-realidad-capitulo-black-mirror/ - Imagenes: Fotograma del vídeo promocional de guudjob