Algunas de las principales iniciativas para expandir los monocultivos de árboles en América Latina, África y Asia

El llamado Desafío de Bonn (Bonn Challenge) (1) fue lanzado en 2011 durante un evento promovido por el Ministerio de Medio Ambiente de Alemania y la organización conservacionista IUCN – Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (2). Según consta en su página de internet, el Desafío de Bonn es “una iniciativa global que espera restaurar 150 millones de hectáreas de tierras deforestadas y degradadas en el mundo hasta el año 2020(…)”. La iniciativa enfatiza la importancia de un “abordaje del paisaje” en vez de un “abordaje limitado”. Los promotores afirman que 124,32 millones de hectáreas ya fueron “empeñadas” para este fin. Ellos afirman también que la Declaración de Nueva York sobre los Bosques de 2014 ha respaldado el Desafío de Bonn y amplió su meta para nada menos que 350 millones de hectáreas y extendió su plazo hasta 2030.
 
Sin embargo, no encontramos una explicación clara en el sitio web de esta Iniciativa sobre el tipo de “restauración” que será realizada. No queda claro si la misma se realizará con plantaciones de monocultivos de árboles, recordando que no existen ejemplos en el mundo de programas de “restauración” de bosque nativo a escala de millones de hectáreas, como propone la Iniciativa. La única “reforestación” en esta escala que “funcionó” ha sido la plantación de decenas de millones de hectáreas de eucaliptus, pinos, acacias, árboles de caucho y palmas aceiteras en forma de monocultivo. 
Esa expansión ocurrió, casi sin excepciones, en tierras fértiles, en áreas de bosques, cerrados y pastizales naturales, fundamentales para comunidades que antes dependían de ellas. Esas personas se transformaron en trabajadores rurales o urbanos sin tierra y sus tierras entraron en un proceso de degradación en función del monocultivo. Otras consiguieron resistir y están luchando para recuperar sus tierras.
Se suma a esto la preocupante interpretación del Ministerio de Medio Ambiente de Alemania donde se determina que las plantaciones de monocultivos de árboles pueden ser definidas por parte de la Iniciativa, como “restauración” si se introducen árboles nativos en medio del monocultivo.
Según afirma el Desafío de Bonn, “Plataformas regionales (…) están apareciendo en el mundo”. En ese sentido, veamos abajo lo que ha ocurrido en África, América Latina y Asia:
África
La AFR100 – Iniciativa por la Restauración del Paisaje Africano -, que fue lanzada en un evento paralelo a la Conferencia del Clima de París, afirma que va a “restaurar” 100 millones de hectáreas de tierras “deforestadas” y “degradadas” en África hasta 2030, casi 30% de toda la meta del Desafío de Bonn. La AFR100 se presenta como iniciativa para mitigar los cambios climáticos y “beneficiar” a la población en los países africanos. En la primera conferencia regional de la AFR100 en octubre de 2016, se anunció que 21 países ya se habían adherido a la propuesta comprometiéndose a restaurar 63,3 millones de hectáreas de bosque. (3)
El principal financiador y promotor de la AFR100 es el Banco Mundial que prometió invertir US$ 1000 millones en 14 países de África hasta 2030. Su ayuda se complementará por el Ministerio Alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) que financiará la estructura de la AFR100. La FAO y el World Resources Insititute (WRI) también son colaboradores claves. Hay además financiadores privados como el Fondo Holandés de Inversiones en bosques sustentables (Dutch Sustainable Forest Investments – SFI). El valor total comprometido por financiadores privados habría alcanzado US$ 540 millones. (4)
Una iniciativa que complementa a AFR100 es “Bosques para el Futuro: nuevos bosques para África” que organizó una conferencia en Ghana en marzo de 2016 con participación de Green Resources. Green Resources es una de las principales empresas de plantaciones en África y varias veces fue denunciada por los impactos negativos que generan sus plantaciones sobre las comunidades locales. (5) Otra es la Iniciativa Africana de Paisajes Resilientes (African Resilient Landscapes Initiative – ARLI), que cuenta con financiamiento del Banco Mundial y del gobierno de Alemania y afirma que “trabajará con tierras agrícolas, con áreas de bosques y de pastizales a través de intervenciones basadas en agricultura climáticamente inteligente, restauración de bosques y ecosistemas, conservación de biodiversidad y manejo de áreas de pastizales.” Otra iniciativa que debe ser mencionada es el Plan de Acción para los Paisajes Africanos (African Landscapes Action Plan – ALAP) que cuenta con el apoyo del gobierno holandés. (6)
El FIP – Programa de Inversión Forestal – del Banco Mundial también vino para apoyar la propuesta de AFR100 y aporta con parte de los recursos del Banco para el Clima. En junio de 2016, el Banco anunció que endosó los planes de Mozambique y Costa de Marfil. Ambos prometen combatir la deforestación con REDD e incentivar la “reforestación”. Dos puntos en los planes propuestos para ambos países merecen destaque. Primero, una vez más, en los planes que son apoyados por el Banco Mundial, las comunidades rurales y sus prácticas son señaladas como la principal causa de deforestación – por ejemplo, la agricultura itinerante y la recolección de leña. En segundo lugar, la “reforestación” con plantaciones de monocultivos de árboles se considera como una solución muy importante. Por ejemplo, el Plan FIP, de Costa de Marfil, habla de 100 mil hectáreas de “bosque industrial”, mientras que el Plan de Mozambique pretende promover las “plantaciones de bosques comerciales”. Ambos enaltecen al sector privado de plantaciones. Por ejemplo, el plan de Costa de Marfil espera contar con la “experiencia” del sector privado, que ha promovido monocultivos de palma aceitera y árboles de caucho en el país, mientras que en Mozambique, el Plan FIP pretende completar las acciones que llevaron a la mayor expansión de plantaciones de eucaliptus y pinos en toda la región Sur y Este de África en estos últimos años, con impactos nefastos sobre la población campesina local. Además de la tendencia a perjudicar aún más las comunidades rurales, otro agravante es que la mayor parte del financiamiento del Banco Mundial es de préstamo, elevando la deuda de esos países, o sea, representando otro peso más en las espaldas de sus poblaciones. (7)
América Latina
La iniciativa 20X20 fue lanzada en 2014 para restaurar 20 millones de hectáreas en América Latina y en el Caribe hasta 2020. Hoy, abarca 12 países de América Latina que juntos prometen restaurar 27,7 millones de hectáreas en ese plazo y habrían asegurado US$ 730 millones de inversionistas privados. Para lograr que las inversiones se concreten, la iniciativa habla de “reducir riesgos” a ese nivel inédito y ambicioso y “colaborar con el sector privado para el desarrollo de inversiones ecológica, social y económicamente sostenibles en una variedad de actividades de restauración, como sistemas agroforestales, la combinación entre silvicultura y pastizales y reforestación natural o asistida”. Conclusión: se trata de un enorme incentivo al sector de las empresas de plantaciones de árboles. (8)
En el caso de Brasil, vale remarcar que en 2015, el gobierno anunció que el país “reforestaría” 12 millones de hectáreas hasta 2030 y en aquel año usaría 20% de fuentes “renovables” de energía, además de la energía de las hidroeléctricas. (9) Pero ¿qué podemos esperar del Plan 20X20 y de ese anuncio si miramos la experiencia reciente del país en esa área? En 2003, el gobierno brasileño creó el Consejo Nacional de Bosques, que elaboró un Plan Nacional de Bosques. En vez de recuperar mínimamente el enorme pasivo de deforestación en el país, el plan consistió, en la práctica, en subsidiar, de 2003 a 2007, la construcción de nuevas fábricas de celulosa, además de la expansión del área de plantaciones industriales de árboles del país en más de 2 millones de hectáreas, sobre todo con eucaliptus, para alimentar esas nuevas fábricas. Entre 2003 y 2009, el gobierno invirtió US$ 1.950 millones con esa finalidad, a través de su Banco de Desarrollo (BNDES). (10)
Una de las principales promesas de Brasil para la iniciativa 20X20 es la que se refiere a Mato Grosso, uno de los principales estados en términos de deforestación. El gobierno estadual pretende recuperar nada menos que 2,9 millones de hectáreas de bosque en reservas legales y APPs (Áreas de Preservación Permanente) hasta el año 2020. Llama la atención que ese gobierno haya anunciado también que va a aumentar el área de “bosques plantados” en 0,5 millones de hectáreas. (11) Para predecir lo que puede suceder en la práctica en términos de “reforestación”, basta recordar el nuevo código forestal brasileño, que ahora permite recuperar la reserva legal con especies exóticas usadas en las plantaciones de monocultivo de árboles, por ejemplo, el eucaliptus. (12)
Sobre las metas de aumentar la tajada de “energías renovables”, la experiencia brasileña es directamente relacionada con el modelo de monocultivo a gran escala, como por ejemplo la caña para producir etanol combustible y la coenergía generada a partir del bagazo de caña en las decenas de usinas de alcohol en el país. Otro monocultivo del país, la soja, contribuye para alcanzar las metas de producción de biodiesel. Empresas de plantaciones en Brasil y Chile desean conseguir incentivos y poder proveer al mercado europeo con madera para biomasa – los llamados ‘pellets’ de madera. Actualmente, ese mercado se abastece de plantaciones localizadas en Estados Unidos y Canadá (13).
Una fuerte evidencia de que el modelo de monocultivo en gran escala nunca será capaz de representar una solución para la crisis climática o la dependencia de la economía de los países industrializados de los combustibles fósiles, es su propia dependencia del petróleo, considerando el enorme consumo de agrotóxicos y fertilizantes químicos y su modelo de producción y transporte mecanizado y globalizado.
Asia
Hace años que gobiernos de varios países de Asia estimulan planes para una gran expansión de los monocultivos de árboles. Por lo tanto, los nuevos planes internacionales de expansión de las plantaciones para retirar CO2 “en exceso” de la atmósfera u otras acciones supuestamente volcadas a mitigar la crisis climática se ven con buenos ojos.
Hace seis años, Indonesia anunciaba planes para llevar a cabo plantaciones como sumideros de carbono. El entonces ministro de Bosques anunció, en 2010, una meta de 21 millones de hectáreas de “bosques plantados” para retirar CO2 de la atmósfera. (14) Considerando los cerca de 4 millones de hectáreas de plantaciones existentes para producción de celulosa y caucho, significaría de hecho una mega expansión. La expansión sería menor, aunque igualmente inmensa, si el gobierno resolviera incluir los 10 millones de hectáreas de palma aceitera ya existentes. Lo que ocurre es que ya se ha hecho esto. A diferencia de la definición de la FAO, que considera a las plantaciones de palma aceitera como cultivo agrícola, el gobierno de Indonesia decidió considerar las plantaciones de palma aceitera como bosques.
Hace años que las empresas de cultivos de palma aceitera de Indonesia y de Malasia, los principales países productores del mundo, actúan en el mercado de “energía limpia”, apostando al aumento del uso del aceite de palma como “biocombustible”, principalmente en Europa, donde el uso general del aceite de palma aumentó seis veces entre 2010 y 2014. En 2014, casi la mitad se usaba como combustible en el transporte terrestre. (15) Al mismo tiempo, la expansión de las plantaciones de palma aceitera y otrosmonocultivos tiene relación directa con la deforestación continua, por ejemplo con los enormes incendios forestales en función de la expansión de las plantaciones, y que castigan a la población de Indonesia cada año. (16)
Desde que comenzó sus actividades en la década de 1980, APP (Asia Pulp and Paper), una de las mayores empresas de plantaciones para celulosa del mundo, es considerada responsable por la pérdida de 1 millón de hectáreas de bosque en el país y también por otras violaciones sociales. (17) Irónicamente, APP fue anunciada como el primer actor privado activo en el “Desafío de Bonn”. La empresa afirmó estar comprometida con la restauración de bosques y tierras degradadas. (18) Según una nota difundida en marzo de 2016, APP afirma que participar del Desafío de Bonn es dar continuidad a su “Plan de Conservación de Bosques”, con el compromiso asumido hace algunos años, de “deforestación cero”. Pues claro, conservar los bosques es absolutamente necesario para que APP pueda comenzar a corregir su comportamiento de explotar el bosque nativo para abastecer a sus fábricas de celulosa, denunciado hace años por comunidades en el país. Lo que llama la atención, sin embargo, es que en relación al objetivo primordial de Desafío de Bonn – restaurar bosques -, APP no anunció ninguna medida adicional con relación a restaurar una parte de los casi 1 millón de hectáreas de bosques que ella misma ayudó a destruir hasta ahora. APP produce anualmente más de 19 millones de toneladas de celulosa, papel y papeles de embalaje, y vende sus productos en 120 países de seis continentes. (19) Por último, la propietaria de APP, Sinar Mas, también tiene interés en el área de generación de “energía renovable”, ya que anunció en 2015 que pretende operar usinas de energía de biomasa a base de madera – léase: plantaciones de árboles – en Indonesia. (20)
El Desafío de Bonn parece también andar en consonancia con los planes ambiciosos en las regiones del Mekong y de India. En Mekong una gran expansión del área de plantaciones industriales de árboles de caucho ya está en curso para el periodo de 2008–2018, con un aumento previsto de 4 millones de hectáreas, principalmente en Myanmar, Laos y Camboya. (21) En India, fue aprobada en julio de 2016 una ley llamada CAF – ley del Fondo de Forestación Compensatoria. Además de violar la actual ley de derechos sobre el bosque de las comunidades y pueblos tradicionales que viven y dependen de los bosques, esa nueva ley no solo refuerza el permiso de destruir bosques nativos, ya que serán “compensados”, sino que también refuerza la canalización de recursos para organismos del gobierno que van a incentivar la implementación de por lo menos 5 millones de hectáreas de monocultivos de árboles, según denuncian organismos sociales del país. (22)
Consideraciones finales
Esta breve introducción a los planes erróneamente llamados, a nivel internacional, de reforestación, incentivados como una supuesta solución a la crisis climática, muestra la necesidad de más investigaciones sobre los planes internacionales y nacionales y sus conexiones, pero principalmente, la denuncia permanente de expansión de los monocultivos y sus impactos como consecuencia esperada de esos planes. Ponemos este espacio a disposición para realizar esta denuncia y para ser un instrumento más de apoyo a las comunidades en defensa de sus territorios.

(1) http://www.bonnchallenge.org/content/challenge
(2) Un importante socio del Desafío de Bonn es IUCN y su iniciativa llamada TRI, la Iniciativa de Restauración (The Restoration Initiative) que, con financiamiento de US$ 254 millones aproximadamente, pretende restaurar 10 millones de hectáreas en Camerún, República Centroafricana, China, República Democrática del Congo, Guinea-Bissau, Kenia, Myanmar, Paquistán, Santo Tomé y Príncipe y Tanzania. https://www.iucn.org/news/iucn-and-partners-launch-global-effort-boost-restoration-degraded-forests ; sobre la Declaración de Bosques de Nueva York, vea en http://wrm.org.uy/es/libros-e-informes/el-dia-internacional-de-los-bosques-de-la-onu-2015-y-su-lema-bosques-clima-cambios-cambiar-que/
(3) http://sdg.iisd.org/news/afr100-discusses-means-needed-to-restore-100-million-hectares-of-african-forests/
(4) http://www.wri.org/our-work/project/AFR100/impact-investors#project-tabs; y http://www.cp-africa.com/2015/12/07/10-african-couce-the-afr-100
(5) http://wrm.org.uy/es/acciones-y-campanas/paren-la-expansion-de-las-plantaciones-en-mozambique/
(6) http://wrm.org.uy/es/articulos-del-boletin-wrm/seccion1/nuevos-bosques-para-africa-una-consigna-atractiva-para-promover-las-plantaciones-industriales-de-arboles/ ;
http://terrafrica.org/wp-content/uploads/2013/resource-publications/Concept%20Note%20ARLI_Brochure_Nov%202015_Final.pdf
(7) https://www-cif.climateinvestmentfunds.org/news/cif-endorsement-investment-plans-cambodia-cote-d%E2%80%99ivoire-mozambique
(8) http://www.wri.org/blog/2015/12/initiative-20×20-landscape-restoration-movement-rises-latin-america-and-caribbean
(9) https://noticias.terra.com.br/dilma-promete-reflorestamento-e-elevar-uso-de-energia-renovavel,672d50273e2a5b46685009c92a844891az72RCRD.html
(10) http://wrm.org.uy/es/files/2013/01/EJOLT3_ESPs.pdf
(11) http://www.hipernoticias.com.br/politica/taques-propoe-zerar-desmatamento-em-mato-grosso-ate-2020/52347
(12) http://www.canalrural.com.br/noticias/codigo-florestal/plantio-arvores-nativas-alternativa-para-recuperacao-das-areas-preservacao-permanente-34610
(13) http://wrm.org.uy/pt/livros-e-relatorios/plantacoes-de-eucalipto-para-energia-o-caso-da-suzano-no-baixo-parnaiba-maranhao-brasil/
(14) http://wrm.org.uy/es/files/2013/01/EJOLT3_ESPs.pdf
(15) http://www.dw.com/en/new-palm-oil-figures-biodiesel-use-in-eu-fueling-deforestation/a-19298426
(16) http://wrm.org.uy/es/articulos-del-boletin-wrm/seccion1/temporada-de-incendios-en-indonesia-que-le-hicieron-las-plantaciones-industriales-y-el-estado-indonesio-a-los-bosques-de-las-islas/
(17) http://wrm.org.uy/es/files/2013/01/EJOLT3_ESPs.pd
(18) https://www.iucn.org/theme/forests/our-work/forest-landscape-restoration/bonn-challenge
(19) https://www.asiapulppaper.com/news-media/press-releases/asia-pulp-paper-participates-bonn-challenge-develop-forest-restoration
(20) http://www.thejakartapost.com/news/2015/01/08/sinar-mas-develop-biomass-power-plants.html
(21) http://wrm.org.uy/es/files/2013/01/EJOLT3_ESPs.pdf
(22) http://wrm.org.uy/es/acciones-y-campanas/india-apoyemos-a-las-comunidades-que-dependen-de-los-bosques-en-su-lucha-contra-la-expansion-de-las-plantaciones/
Fuente: Publicado el 7 Feb, 2017. Incluido en Boletín 228 del WRM Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales

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