Los glaciares, el tesoro legislado pero no protegido de Argentina
Los glaciares de Argentina están regulados por una ley que los protege de su desaparición. La realidad, sin embargo, muestra que los gigantes de hielo del país ven pasar los años sin que se tomen medidas para su conservación ante el avance del cambio climático y una agresiva actividad minera.
Carlota Ciudad.
“Argentina es un país pionero en cuanto a leyes de protección de glaciares. Tiene una ley que puede ser aplicada como modelo en otros países. Es realmente muy buena. El problema está en que no se cumple”, introdujo a Efe Gonzalo Strano, coordinador de la campaña de glaciares de Greenpeace Argentina.
La legislación a la que hace referencia es conocida bajo el nombre de ley de protección de glaciares y estipula su cuidado y el del ambiente periglacial para preservarlos como reservas de recursos hídricos para el consumo humano, para la agricultura y como proveedores de agua para la recarga de cuencas hidrográficas y para la protección de la biodiversidad.
Asimismo, ordena la creación de un inventario donde “se individualizarán todos los glaciares y geoformas periglaciares que actúan como reservas hídricas existentes en el territorio nacional con toda la información necesaria para su adecuada protección, control y monitoreo”. Ocho años después de la aprobación de la ley, dicho censo todavía no ha sido terminado.
Inventario
Además, desde el Ministerio de Ambiente argentino reconocieron que el hecho de que todavía no se hayan inventariado en su totalidad estos cuerpos de hielo impide medir con exactitud su tamaño a lo largo de los años o certificar qué les afecta negativamente. Por ello, desde el Gobierno no pueden saber las consecuencias del cambio climático sobre ellos, la contaminación o las actividades humanas, explicó a Efe el secretario de Política Ambiental, Cambio Climático y Desarrollo Sustentable de la cartera nacional, Diego Moreno.
Por una parte, necesitan evaluar “cómo están siendo afectados por el tiempo”, “mayormente por el cambio climático”; y, por la otra, “evaluar cuánta agua proveen, en qué momentos, el volumen de hielo en estos cuerpos, cómo interfieren en el clima…“, aclaró Moreno. En medio de esta inactividad, organizaciones como Greenpeace o Conciencia Solidaria, entre otras, reclaman que se aplique la ley para frenar, sobre todo, la actividad minera, que ya ha causado estragos y que amenaza desde hace años los glaciares argentinos.
Vertidos tóxicos
Un caso conocido es el de los vertidos tóxicos ocasionados por la filial en el país de la compañía canadiense Barrick Gold en la mina de Veladero, en la provincia de San Juan (noroeste). Con sus actividades, realizadas en terreno periglacial, redujeron el tamaño de los hielos de la zona y contaminaron con cianuro hasta cinco ríos de los que se nutrían poblaciones cercanas.
Para que la norma sea cumplida, desde el Ministerio de Ambiente están trabajando para desarrollar un proyecto con el que volver más estrictas las penas para las personas que cometan delitos ambientales, explicó Moreno.
Sin embargo, sumado a este mensaje de protección al medio ambiente, el presidente argentino, Mauricio Macri, pidió el pasado año que se revisara la ley de glaciares para ver cómo podía favorecer a las mineras después de retirarles restricciones.
“Realmente ha habido avances muy tibios pero contradictorios“, resumió Strano, quien aseguró que 44 proyectos mineros buscan su aprobación ante una posible modificación de la ley.
Organizaciones ecologistas
Las organizaciones ecologistas, preocupadas por la desaparición de los glaciares, piden con urgencia que el Gobierno reaccione. Su ausencia no solo será una pérdida turística para Argentina, sino que supondrá el fin de algunas de las pocas fuentes de agua dulce del mundo, lo que provocará una preocupante falta de agua para todas las localidades que dependen de ellos, recordaron.
“Estamos defendiendo el concepto de vida, que no se considere el agua una mercancía. Si es un alimento yo le puedo poner un precio, queremos que sea reconocida como un bien común”, concluyó Cristina Marín, de Conciencia Solidaria.
Su organización no gubernamental participó junto a Greenpeace y otros entes en varias actividades en la calle para fomentar el uso correcto del agua este miércoles, Día Mundial del Agua, en la capital argentina. Entre las diferentes movilizaciones, además, entregaron un documento al Congreso argentino en el que pidieron que no se mueva “ni una sola coma” de la ley de glaciares al argumentar que “el agua vale más que el oro”.
EFEverde - Imagen: Fotografía del Parque Nacional de los Glaciares, en provincia de Santa Cruz. EFE/Cortesía ministerio del Medio Ambiente - Parque Nacional de los Glaciares. EFE©P.N LOS GLACIARES
“Argentina es un país pionero en cuanto a leyes de protección de glaciares. Tiene una ley que puede ser aplicada como modelo en otros países. Es realmente muy buena. El problema está en que no se cumple”, introdujo a Efe Gonzalo Strano, coordinador de la campaña de glaciares de Greenpeace Argentina.
La legislación a la que hace referencia es conocida bajo el nombre de ley de protección de glaciares y estipula su cuidado y el del ambiente periglacial para preservarlos como reservas de recursos hídricos para el consumo humano, para la agricultura y como proveedores de agua para la recarga de cuencas hidrográficas y para la protección de la biodiversidad.
Asimismo, ordena la creación de un inventario donde “se individualizarán todos los glaciares y geoformas periglaciares que actúan como reservas hídricas existentes en el territorio nacional con toda la información necesaria para su adecuada protección, control y monitoreo”. Ocho años después de la aprobación de la ley, dicho censo todavía no ha sido terminado.
Inventario
Además, desde el Ministerio de Ambiente argentino reconocieron que el hecho de que todavía no se hayan inventariado en su totalidad estos cuerpos de hielo impide medir con exactitud su tamaño a lo largo de los años o certificar qué les afecta negativamente. Por ello, desde el Gobierno no pueden saber las consecuencias del cambio climático sobre ellos, la contaminación o las actividades humanas, explicó a Efe el secretario de Política Ambiental, Cambio Climático y Desarrollo Sustentable de la cartera nacional, Diego Moreno.
Por una parte, necesitan evaluar “cómo están siendo afectados por el tiempo”, “mayormente por el cambio climático”; y, por la otra, “evaluar cuánta agua proveen, en qué momentos, el volumen de hielo en estos cuerpos, cómo interfieren en el clima…“, aclaró Moreno. En medio de esta inactividad, organizaciones como Greenpeace o Conciencia Solidaria, entre otras, reclaman que se aplique la ley para frenar, sobre todo, la actividad minera, que ya ha causado estragos y que amenaza desde hace años los glaciares argentinos.
Vertidos tóxicos
Un caso conocido es el de los vertidos tóxicos ocasionados por la filial en el país de la compañía canadiense Barrick Gold en la mina de Veladero, en la provincia de San Juan (noroeste). Con sus actividades, realizadas en terreno periglacial, redujeron el tamaño de los hielos de la zona y contaminaron con cianuro hasta cinco ríos de los que se nutrían poblaciones cercanas.
Para que la norma sea cumplida, desde el Ministerio de Ambiente están trabajando para desarrollar un proyecto con el que volver más estrictas las penas para las personas que cometan delitos ambientales, explicó Moreno.
Sin embargo, sumado a este mensaje de protección al medio ambiente, el presidente argentino, Mauricio Macri, pidió el pasado año que se revisara la ley de glaciares para ver cómo podía favorecer a las mineras después de retirarles restricciones.
“Realmente ha habido avances muy tibios pero contradictorios“, resumió Strano, quien aseguró que 44 proyectos mineros buscan su aprobación ante una posible modificación de la ley.
Organizaciones ecologistas
Las organizaciones ecologistas, preocupadas por la desaparición de los glaciares, piden con urgencia que el Gobierno reaccione. Su ausencia no solo será una pérdida turística para Argentina, sino que supondrá el fin de algunas de las pocas fuentes de agua dulce del mundo, lo que provocará una preocupante falta de agua para todas las localidades que dependen de ellos, recordaron.
“Estamos defendiendo el concepto de vida, que no se considere el agua una mercancía. Si es un alimento yo le puedo poner un precio, queremos que sea reconocida como un bien común”, concluyó Cristina Marín, de Conciencia Solidaria.
Su organización no gubernamental participó junto a Greenpeace y otros entes en varias actividades en la calle para fomentar el uso correcto del agua este miércoles, Día Mundial del Agua, en la capital argentina. Entre las diferentes movilizaciones, además, entregaron un documento al Congreso argentino en el que pidieron que no se mueva “ni una sola coma” de la ley de glaciares al argumentar que “el agua vale más que el oro”.
EFEverde - Imagen: Fotografía del Parque Nacional de los Glaciares, en provincia de Santa Cruz. EFE/Cortesía ministerio del Medio Ambiente - Parque Nacional de los Glaciares. EFE©P.N LOS GLACIARES