Moco de roca, la plaga invasora que asola los ríos de España, Escocia, Chile, Argentina y se expande por Norteamérica, Asia y el resto de Europa
El alga Didymosphenia geminata, o moco de roca, es una especie exótica e invasora de agua dulce capaz de recubrir el cauce de los ríos durante kilómetros. Es una diatomea originaria del norte de Europa y América del Norte que vive sobre todo en aguas muy frías, limpias y sin fósforo y que genera grandes biomasas que alteran la biodiversidad y el funcionamiento de los ecosistemas fluviales.
Detectada en más de 50
países de zonas templadas y frías, esta alga ha causado episodios
críticos en Nueva Zelanda y Estados Unidos, donde ha llegado a afectar a
la migración de especies de interés económico como el salmón. La D. geminata es resistente a la desecación y puede sobrevivir fuera del agua en condiciones extremas de temperatura y humedad.
Un nueva investigación del Grupo de Investigación Freshwater Ecology and Management (FEM) de la Universidad de Barcelona, la más completa que se ha hecho hasta ahora en ecología de sistemas sobre el alga exótica, constituye una herramienta estratégica para controlar la proliferación de la especie y para evitar su presencia en tramos fluviales donde todavía no ha aparecido. Los resultados se publican en la revistaPLoS ONE
"La particularidad del moco de roca es que, a diferencia de lo que ocurre con la mayoría de algas que crecen cuando hay más fósforo en el agua, esta es capaz de proliferar en condiciones oligotróficas (sin fósforo), favorecida por pequeños incrementos de la temperatura o de la insolación (por ejemplo, en ríos sin bosque de ribera)", explica Narcís Prat, catedrático del departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB y jefe del Grupo FEM.
Detectada en más de 50 países de zonas templadas y frías, esta alga ha causado episodios críticos en Nueva Zelanda y Estados Unidos, donde ha llegado a afectar a la migración de especies de interés económico como el salmón.
Cuando el crecimiento del alga se disparase forma una especie de moco que se incrusta en las piedras del río que altera el hábitat de muchos organismos
"Cuando el crecimiento del alga se dispara –prosigue Prat– se forma una especie de moco que se incrusta en las piedras del río. Esta capa algal, de centímetros de espesor, altera completamente el hábitat de muchos organismos que antes vivían sobre las piedras (caracoles, insectos, etc.).
Los efectos del crecimiento masivo de D. geminata también afectan a muchos peces como la trucha, que tiene menos opciones para alimentarse y para poner los huevos. Como resultado, solo quedan los organismos pequeños que son capaces de vivir en la trama del moco".
Así se dispersa una especie invasora
Cada vez se observan más episodios de crecimiento masivos del alga, detectada por primera vez en la península ibérica por el catedrático de la UB Ramon Margalef durante los años 50 del siglo pasado.
Actividades como el piragüismo, la pesca deportiva y el excursionismo han favorecido la dispersión accidental del alga por muchos ríos.
En la actualidad, las cuencas del Ebro y del Duero, en el norte de la península ibérica, son los ecosistemas más afectados por la proliferación masiva de laD. geminata.
La nueva investigación del Grupo FEM de la UB evalúa los efectos de la invasión algal en el hábitat natural y tiene como referente el río Lumbreras, en la cuenca fluvial del Ebro en La Rioja.
"Este es uno de los puntos más afectados en la Península por el crecimiento masivo de la D. geminata desde 2011", indica Joan Gomà.
"En este tramo fluvial, en concreto, se dan unas condiciones ambientales idóneas –regulación hidrológica, baja temperatura, poca concentración de fosfato y falta de bosque de ribera– para estimular la proliferación masiva de esta alga invasora".
Según Rubén Ladrera, primer autor del artículo, "en el caso del Ebro, los episodios más graves afectan a los ríos pirenaicos (sobre todo el Cinca, el Ara y el Subordán, en Huesca), y en el sistema ibérico, a las cuencas del Iregua y el Najerilla, en La Rioja".
Evitar la dispersión del alga y controlar la intensidad de los crecimientos masivos será clave
"En el resto de Cataluña, todavía no hay un registro de crecimientos masivos con grave impacto ambiental. Ahora bien, hay que estar alerta para reducir la vulnerabilidad de los ecosistemas frente estos episodios invasivos",añade Ladrera.
¿Cómo se puede luchar contra la proliferación del alga?
Evitar la dispersión del alga y controlar la intensidad de los crecimientos masivos será clave para impedir que la especie llegue a lugares donde aún no está presente, en este contexto, las investigaciones ayudarán a identificar los episodios de proliferación y determinar los factores ambientales que disparan el crecimiento del alga en los ríos peninsulares.
"Es imposible eliminar por completo las poblaciones", Rubén Ladrera. "Por ello, es imprescindible desinfectar con lejía todos los materiales que hayan estado en contacto con la D. geminata (artes de pesca, botas, piraguas, etc.) para evitar que se propague en otros ríos.
Como a veces no se puede identificar el alga de un vistazo –aunque haya una densidad elevada de células–, aplicar estos protocolos de desinfección después de estar en contacto con cualquier ecosistema fluvial.
Así se evitaría la transmisión de la D. geminata y otras especies invasoras".
Controlar el uso público de las zonas afectadas y fomentar la concienciación social y la educación ambiental son herramientas necesarias para evitar la huella ambiental de la especie en los ríos peninsulares, también es importante diseñar programas de vigilancia de los tramos afectados y de los que presentan condiciones óptimas para la especie.
En las cuencas donde el moco de roca ha sido eliminado, conviene restaurar la vegetación de los bosques de ribera para reducir el grado de insolación sobre el cauce del río (es decir, limitar la actividad fotosintética y la producción de filamentos algales).
En las cuencas donde el moco de roca ha sido eliminado, conviene restaurar la vegetación de los bosques de ribera para reducir el grado de insolación sobre el cauce del río (es decir, limitar la actividad fotosintética y la producción de filamentos algales).
Referencia bibliográfica:
Rubén Ladrera et al. "Effects ofDidymosphenia geminatamassive growth on stream communities: Smaller organisms and simplified food web structure" PLoS ONEhttp://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0193545
Fuente original: www.agenciasinc.es
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Didymo (Didymosphenia Geminata)
Didymosphenia geminata un peligroso organismo invasor de la Patagonia. El alga microscópica conocida como "Didymo" o “Moco de roca”, Didymosphenia geminata, descripta por primera vez al norte de Escocia, es una diatomea unicelular originaria del Hemisferio Norte de ríos y lagos templado fríos de Europa, Asia y América del Norte. En virtud de su extraordinaria capacidad invasora, rápidamente se está expandiendo a escala mundial. En los últimos años se ha registrado su aparición en Nueva Zelanda, Asia y en nuevos ambientes de América del Norte, Escocia, España, Chile y Argentina
Efectos del alga invasora
En los lugares de origen, “Didymo” habita en aguas frías y pobres en nutrientes pero en los ambientes invadidos presenta un rango de tolerancia mucho más amplio, colonizando aguas de 4 a 27ºC, pobres a muy ricas en nutrientes y con un pH que puede variar de 7 a 9. D. geminata prospera en una amplia gama de condiciones hidráulicas, densas matas de algas son capaces de crecer en aguas lentas y poco profundas, así como en las de mayor profundidad y velocidad. Pero lo característico de esta especie es que produce floraciones en aguas muy pobres en nutrientes. Se instala en los ríos y arroyos de aguas transparentes, frías, oxigenadas y flujo tranquilo, con condiciones idénticas a las de nuestra región, donde es capaz de producir densas floraciones algales que cubren hasta el 100% del fondo, con un espesor a veces superior a 20 cm. Sus colonias entrampan sedimentos, alteran el flujo sobre el sustrato, y provoca severas alteraciones fisicoquímicas y biológicas. Además de restringe el uso del hábitat a las demás especies de algas y de organismos bentónicos, provocando fuertes declinaciones de la fauna y de la flora, en particular, de las poblaciones de invertebrados y como consecuencia de todo ello, la desaparición de los peces. En muchos de los nuevos sitios que invade, el aumento en el aporte de nutrientes proveniente de las actividades humanas es responsable de las floraciones.
Esta especie invasora no sólo provoca daños que tienen implicancias ecológicas, sino también económicas, sociales y aún estéticas.
Las floraciones de D. geminata, presentan una apariencia muy desagradable y son frecuentemente confundidas con vertidos de aguas residuales sin tratamiento. Esto es especialmente impactante en el contexto paisajístico de las aguas de cordillera, donde el agua pierde su estética natural y toma un feo aspecto similar al de la salida de una cloaca.
Por ello un sector muy afectado es el del turismo contemplativo, y el de las actividades recreativas que se desarrollan sobre ríos y lagos y que son dependientes de la calidad de las cuencas, tales como el canoísmo y la pesca deportiva. Esta última actividad también se ve afectada por la merma de peces.
En los países que ha invadido se da cuenta de enormes pérdidas económicas ya que su abundante presencia afecta severamente los canales en las hidroeléctricas, las canalizaciones para la agricultura y para el consumo humano.
En los lugares de origen, “Didymo” habita en aguas frías y pobres en nutrientes pero en los ambientes invadidos presenta un rango de tolerancia mucho más amplio, colonizando aguas de 4 a 27ºC, pobres a muy ricas en nutrientes y con un pH que puede variar de 7 a 9. D. geminata prospera en una amplia gama de condiciones hidráulicas, densas matas de algas son capaces de crecer en aguas lentas y poco profundas, así como en las de mayor profundidad y velocidad. Pero lo característico de esta especie es que produce floraciones en aguas muy pobres en nutrientes. Se instala en los ríos y arroyos de aguas transparentes, frías, oxigenadas y flujo tranquilo, con condiciones idénticas a las de nuestra región, donde es capaz de producir densas floraciones algales que cubren hasta el 100% del fondo, con un espesor a veces superior a 20 cm. Sus colonias entrampan sedimentos, alteran el flujo sobre el sustrato, y provoca severas alteraciones fisicoquímicas y biológicas. Además de restringe el uso del hábitat a las demás especies de algas y de organismos bentónicos, provocando fuertes declinaciones de la fauna y de la flora, en particular, de las poblaciones de invertebrados y como consecuencia de todo ello, la desaparición de los peces. En muchos de los nuevos sitios que invade, el aumento en el aporte de nutrientes proveniente de las actividades humanas es responsable de las floraciones.
Esta especie invasora no sólo provoca daños que tienen implicancias ecológicas, sino también económicas, sociales y aún estéticas.
Las floraciones de D. geminata, presentan una apariencia muy desagradable y son frecuentemente confundidas con vertidos de aguas residuales sin tratamiento. Esto es especialmente impactante en el contexto paisajístico de las aguas de cordillera, donde el agua pierde su estética natural y toma un feo aspecto similar al de la salida de una cloaca.
Por ello un sector muy afectado es el del turismo contemplativo, y el de las actividades recreativas que se desarrollan sobre ríos y lagos y que son dependientes de la calidad de las cuencas, tales como el canoísmo y la pesca deportiva. Esta última actividad también se ve afectada por la merma de peces.
En los países que ha invadido se da cuenta de enormes pérdidas económicas ya que su abundante presencia afecta severamente los canales en las hidroeléctricas, las canalizaciones para la agricultura y para el consumo humano.
Artículo escrito por la Dra. Silvia Ortubay