Argentina / Córdoba: Uranio y la obra de la autovía de la ruta 38
Recomiendan cuidados con un yacimiento de uranio: El material que se extraiga en la obra de la autovía de la ruta 38, en Punilla, debe ser gestionado de manera especial. La Comisión Nacional de Energía Atómica se ofrece para monitorear los trabajos.
Uno de los escollos ambientales que enfrenta el proyecto para construir la autovía de la ruta nacional 38, en Punilla, es un yacimiento de uranio llamado Rodolfo y ubicado al este de la ciudad de Cosquín. Este sector fue estudiado por la Comisión Nacional de Energía Atómica (Cnea) en la década de 1960 e incluso se evaluó para posibilidad de explotarlo.
“Se concluyó que el uranio estaba con mucha arcilla por lo que era muy difícil y costoso el tratamiento para extraerlo. Además, estaba en una zona con urbanización por lo que no era recomendable desde el punto de vista social y ambiental”, explicó a La Voz Juan Álvarez, responsable de la regional Centro de la Cnea.
Según el funcionario, se trata de un buen yacimiento. En su momento se estimó que tenía unas tres mil toneladas de uranio. “Tiene una concentración de hasta un kilo de uranio por tonelada de roca. En Los Gigantes se extrajo a una concentración de 160 gramos por tonelada”, comparó.
La autovía de Punilla que construirá el Gobierno de Córdoba pasará por este yacimiento o muy cerca de él.
La traza final todavía no se conoce, aunque ya se sabe que la obra será realizada por Caminos de las Sierras y el presupuesto será de 3.940 millones de pesos para 21,6 kilómetros de extensión.
Tampoco se presentó el estudio de impacto ambiental que por ley debe realizarse antes de que comiencen los trabajos.
Los vecinos y organizaciones ambientalistas se oponen a la traza porque afectaría a varios sectores con bosques nativos, además de que pasará por el yacimiento Rodolfo.
Desde la Cnea, aseguran que cualquier movimiento de suelos que se realice en el sector del yacimiento debe gestionarse de manera diferente.
“La traza tentativa que nos informaron pasaría por encima del yacimiento, pero no se extraería material, sino que se agregaría tierra desde otro sector. Eso no ocasionaría ningún problema. Pero si se moviliza material del yacimiento, debe realizarse un tratamiento especial. Hay que gestionarlo de otra manera”, comentó Álvarez.
–¿Debería tratarse como un residuo nuclear?
–No, pero hay que separarlo del resto. Es un tratamiento muy costoso y complejo. Habría que ubicarlo en un lugar resguardado, para que no sea arrastrado por el agua y el aire.
–¿Sería recomendable que la Cnea supervise esa etapa de construcción?
–La Cnea está predispuesta a colaborar y monitorear los niveles de radiación durante la construcción de la traza ya sea por pedido de la Provincia o de los vecinos. Por el momento nadie nos ha solicitado eso. Sería más que nada para llevar tranquilidad, porque la obra se puede hacer sin problemas, si se toman los recaudos necesarios para no dispersar material del yacimiento.
Álvarez descartó que se libere mucho gas radón, un elemento altamente radiactivo.
“El radón se genera siempre y no se aceleraría ese proceso. Sólo el ocho por ciento del radón que se produce sale a la superficie. El resto queda contenido en la estructura de la roca. Con el movimiento de tierras, quizá se incremente un poco esta liberación, pero es insignificante. Tampoco es que se va a generar un hongo radiactivo por el radón”, explicó.
También agregó que ni siquiera el personal que trabaje en el sector debería usar alguna protección especial.
“Quizá, para tranquilidad de la gente, deberían medirse los niveles de radón antes de que comience la obra, para tener una línea de base y monitorear si durante los trabajos esos niveles aumentan”, comentó.
Juan Álvarez es el responsable de la regional centro de la Comisión Nacional de Energía Atómica, la cual abarca las provincias de Córdoba, La Rioja y Santiago del Estero. En Córdoba tienen a cargo la remediación de la exmina Los Gigantes, además manejar la empresa Dioxitek, en Alta Córdoba.
Fuente: http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/recomiendan-cuidados-con-un-yacimiento-de-uranio
“Se concluyó que el uranio estaba con mucha arcilla por lo que era muy difícil y costoso el tratamiento para extraerlo. Además, estaba en una zona con urbanización por lo que no era recomendable desde el punto de vista social y ambiental”, explicó a La Voz Juan Álvarez, responsable de la regional Centro de la Cnea.
Según el funcionario, se trata de un buen yacimiento. En su momento se estimó que tenía unas tres mil toneladas de uranio. “Tiene una concentración de hasta un kilo de uranio por tonelada de roca. En Los Gigantes se extrajo a una concentración de 160 gramos por tonelada”, comparó.
La autovía de Punilla que construirá el Gobierno de Córdoba pasará por este yacimiento o muy cerca de él.
La traza final todavía no se conoce, aunque ya se sabe que la obra será realizada por Caminos de las Sierras y el presupuesto será de 3.940 millones de pesos para 21,6 kilómetros de extensión.
Tampoco se presentó el estudio de impacto ambiental que por ley debe realizarse antes de que comiencen los trabajos.
Los vecinos y organizaciones ambientalistas se oponen a la traza porque afectaría a varios sectores con bosques nativos, además de que pasará por el yacimiento Rodolfo.
Desde la Cnea, aseguran que cualquier movimiento de suelos que se realice en el sector del yacimiento debe gestionarse de manera diferente.
“La traza tentativa que nos informaron pasaría por encima del yacimiento, pero no se extraería material, sino que se agregaría tierra desde otro sector. Eso no ocasionaría ningún problema. Pero si se moviliza material del yacimiento, debe realizarse un tratamiento especial. Hay que gestionarlo de otra manera”, comentó Álvarez.
–¿Debería tratarse como un residuo nuclear?
–No, pero hay que separarlo del resto. Es un tratamiento muy costoso y complejo. Habría que ubicarlo en un lugar resguardado, para que no sea arrastrado por el agua y el aire.
–¿Sería recomendable que la Cnea supervise esa etapa de construcción?
–La Cnea está predispuesta a colaborar y monitorear los niveles de radiación durante la construcción de la traza ya sea por pedido de la Provincia o de los vecinos. Por el momento nadie nos ha solicitado eso. Sería más que nada para llevar tranquilidad, porque la obra se puede hacer sin problemas, si se toman los recaudos necesarios para no dispersar material del yacimiento.
Álvarez descartó que se libere mucho gas radón, un elemento altamente radiactivo.
“El radón se genera siempre y no se aceleraría ese proceso. Sólo el ocho por ciento del radón que se produce sale a la superficie. El resto queda contenido en la estructura de la roca. Con el movimiento de tierras, quizá se incremente un poco esta liberación, pero es insignificante. Tampoco es que se va a generar un hongo radiactivo por el radón”, explicó.
También agregó que ni siquiera el personal que trabaje en el sector debería usar alguna protección especial.
“Quizá, para tranquilidad de la gente, deberían medirse los niveles de radón antes de que comience la obra, para tener una línea de base y monitorear si durante los trabajos esos niveles aumentan”, comentó.
Juan Álvarez es el responsable de la regional centro de la Comisión Nacional de Energía Atómica, la cual abarca las provincias de Córdoba, La Rioja y Santiago del Estero. En Córdoba tienen a cargo la remediación de la exmina Los Gigantes, además manejar la empresa Dioxitek, en Alta Córdoba.
Fuente: http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/recomiendan-cuidados-con-un-yacimiento-de-uranio