Una sociedad sencilla

"Fue la pequeña unidad, la ciudad-estado independiente, donde todos sabían de todo cuanto acontecía en ella, que surgieron gigantes intelectuales. El ciudadano de un estado pequeño no es mejor o más sabio por naturaleza que el de una superpotencia. Él también es un ser humano lleno de imperfecciones, ambiciones y vicios sociales. Sin embargo, carece del poder y de los medios para saciarlos de manera peligrosa...

La fertilidad cultural de los pequeños estados consiste en que, con sus pequeñas dimensiones y sus problemas insignificantes de la vida comunal, liberan para sus habitantes el tiempo y el ocio sin el cual ninguna gran obra de arte puede ser creada. Las cuestiones de gobierno son tan insignificantes, que sólo una fracción de las energías individuales tiene que ser canalizada hacia los servicios sociales. La sociedad funciona casi por sí sola...
Es la oportunidad para individuos creativos de aprender la verdad, sin la cual ni el arte, ni la literatura, ni la filosofía, pueden ser desarrolladas. Sin embargo, para aprender la verdad en un mundo que es tan diverso como el nuestro y que se manifiesta de incontables formas, incidentes y relaciones, el individuo tiene que ser capaz de participar de una gran variedad de experiencias personales. No un gran número, sino una gran variedad. Y eso es infinitamente más fácil en un estado pequeño que en un gran estado.

Quizás no llegues a saber nunca qué consecuencias resultarán de tu acción, pero si no haces nada, jamás habrá consecuencias."

Mahatma Gandhi

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