Publicidad natural o inconsciente, la peor y la más efectiva de todas
La peor, porque si se realiza a conciencia tiene por objetivo impactar en el consumidor potencial sin advertir del carácter comercial del contenido vertido. La más efectiva, porque penetra en la psique de quien recibe su estímulo entremezclada con información académica, supuestamente objetiva.
Un ejemplo lo podemos encontrar en la noticia “La obsesión con dormir sale cara”, en realidad, un extracto del libro recientemente publicado por el psicoanalista británico Darian Leader, ‘¿Por qué no podemos dormir? Nuestra mente durante el sueño y el insomnio’, que destaca numerosos trastornos relacionados con el sueño, unos trastornos que, vaya casualidad, padecen elevadas proporciones de la sociedad moderna.
La foto que ilustra el extracto, una persona tumbada sobre una cama que aparentemente descansa en una especie de laboratorio del sueño, finalmente resulta ser “un cliente” que “prueba un colchón en una tienda de Ikea en Poznan, Polonia.”, según se deduce de la lectura de la redacción situada al pie de la imagen.
Este sutil trabajo publicitario, natural o inconsciente, pero trabajo al fin y al cabo, en tanto en cuanto conlleva una producción, que consiste en conectar las ideas fuerza “descanso”, “salud” y “bienestar” con una marca comercial es, tal y como se decía al comienzo de este artículo, la peor o la más tremendamente efectiva de todas la publicidades existentes.
Con casi total seguridad, si esa misma empresa publicara en el mismo medio de comunicación un estudio académico sobre las positivas repercusiones que sus colchones proveen a la salud de sus clientes, el coste sería más alto y dicha acción comercial sería mucho menos eficaz que la consistente en aludir de manera natural a sus productos entremezcladamente con los contenidos temáticos o divulgativos cuyo propósito no es, a priori, comercial.
Para algunos escépticos estos ejemplos no constituirán muestras deliberadas de publicidad, pero resulta harto improbable que empresas de comunicación masiva, que conocen en profundidad las coordenadas de su negocio, desconozcan de igual forma el valor que una “aparición” comercial de ese tipo puede alcanzar en sus páginas, reportajes, noticias o espacios. Y por esta razón es impensable que estos ejemplos sean inserciones publicitarias naturales e inconscientes que no conlleven contraprestación económica alguna.
Fuente: http://www.elcaptor.com/economia/publicidad-natural-inconsciente