Gobierno de Trump eliminará protección ambiental para arroyos y humedales
Según consignó el New York Times, el nuevo decreto de agua eliminará las protecciones federales de más de la mitad de los humedales de la nación y cientos de miles de pequeñas vías fluviales. Esto permitiría por primera vez en décadas a los propietarios y promotores inmobiliarios verter contaminantes como pesticidas y fertilizantes directamente en muchas de esas vías fluviales, y destruir o rellenar los humedales para proyectos de construcción.
La medida por Decreto, se convertiría en uno de los recortes más radicales de la administración de Trump, respecto a las protecciones federales sobre el medio ambiente y la salud pública. Si bien muchos esfuerzos de reversión se han dirigido a las regulaciones adoptadas bajo la administración de Obama, el borrador del plan de agua limpia publicado anteriormente levantaría las protecciones federales para muchas vías fluviales y humedales que han estado vigentes durante décadas bajo la Ley de Agua Limpia.
Eso incluye protecciones para los arroyos y lechos de ríos que corren solo en estaciones húmedas o después de que la lluvia o la nieve se derritan, el tipo de vías fluviales llamadas efímeras e intermitentes que proporcionan la mayoría del agua para algunos estados secos en el oeste. “Es un gran retroceso antes de Obama, antes de Reagan”, dijo Blan Holman, abogada principal del Centro de Derecho Ambiental del Sur.
En tanto, los funcionarios estatales en Nuevo México tienen preocupaciones particulares dado que el Río Grande, que proporciona agua potable y suministros de riego para millones de personas en el suroeste y en México, depende en gran medida de los tipos de arroyos, arroyos y humedales intermitentes que podrían perder protección bajo la regla.
Jen Pelz, directora del programa de ríos del grupo ambientalista Wild Earth Guardians, con sede en Nuevo México, dijo que el Río Grande sería muy afectado. “Desafía el sentido común dejar desprotegidas las arterias de la vida en el desierto del suroeste”, dijo Pelz.
Vía Radio Kurruf /
En tanto, los funcionarios estatales en Nuevo México tienen preocupaciones particulares dado que el Río Grande, que proporciona agua potable y suministros de riego para millones de personas en el suroeste y en México, depende en gran medida de los tipos de arroyos, arroyos y humedales intermitentes que podrían perder protección bajo la regla.
Jen Pelz, directora del programa de ríos del grupo ambientalista Wild Earth Guardians, con sede en Nuevo México, dijo que el Río Grande sería muy afectado. “Desafía el sentido común dejar desprotegidas las arterias de la vida en el desierto del suroeste”, dijo Pelz.
Vía Radio Kurruf /