Escandalosa brecha entre ricos y pobres en el mundo, según Oxfam

Los 2.153 multimillonarios más ricos del mundo poseen una riqueza equivalente a la de 4.600 millones de personas, es decir, el 60 por ciento de la población mundial. Entre las razones, el auge de un modelo económico sexista e hiperproductivista. La brecha entre ricos y pobres, llamada también “desigualdad económica”, que empezó a crecer a pasos agigantados cuando en el mundo se difundió la “globalización”, por el contrario de lo que algunos pensaban parece no tener límites y sigue creciendo cada día más.

Por Elena Llorente


Según el informe anual “Time to care” (Tiempo de cuidar) elaborado por la organización no gubernamental Oxfam Internacional (comité Oxford contra el hambre) difundido el lunes, los 2.153 multimillonarios más ricos del mundo poseen una riqueza equivalente a la de 4.600 millones de personas, es decir, el 60 por ciento de la población mundial.
Basada en datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial, del Credit Suisse Research Institute y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), entre otras instituciones, el informe fue difundido el lunes porque esta semana precisamente se realiza en Davos (Suiza) el Foro Económico Mundial, la reunión anual de políticos, gobernantes, industriales y empresarios en general, economistas e intelectuales famosos del mundo.
“La desigualdad en el mundo está profundamente arraigada y ha alcanzado un nivel escandaloso”, dijo el informe. Y agregó: “En América Latina y el Caribe, el 20 por ciento de la población concentra el 83 por ciento de la riqueza y el númeo de multimillonarios en la región ha pasado de 27 a 104 desde el año 2000. En 2019, 66 millones de personas, es decir el 10,7 por ciento de la población vivía en extrema pobreza, de acuerdo a datos de la Cepal”.
“A nivel global, la desigualdad aumenta porque estamos viviendo un modelo económico del capitalismo que ya no es el capitalismo como fue concebido originalmente. Es un modelo evolutivo que no pone en el centro de sus preocupaciones las necesidades de las personas y es cada vez más dependiente de una sola cosa: la maximización de las ganancias en breve tiempo”, explicó a PáginaI12 Elisa Bacciotti, Directora de las Campañas de Oxfam Italia. “Esto lleva a comprimir el costo del trabajo y lleva al surgimiento de la llamada Gig Economy, es decir una economía basada en el trabajo temporáneo, free lance, flexible”, agregó.
 “Con la globalización y la apertura de los mercados y mayores inversiones, la posibilidad de tener trabajo aumentó. Pero hay que ver qué tipo de trabajo. Si es un trabajo digno. O por el contrario es un trabajo que no da beneficios a los trabajadores. Si no da los beneficios que se requieren, la desigualdad no disminuye”, subrayó Bacciotti.
“La gran parte de la ganancias van a parar al vértice de la pirámide social. Una estadística que publicó el Informe Oxfam dice que un trabajador, que hoy esta ubicado en el 10 por ciento de los trabajadores más pobres, debería trabajar tres siglos y medio para conseguir el mismo rédito que un trabajador que se ubica en el 10 por ciento de los trabajadores más ricos”, explicó la experta.
El informe subrayó por otro lado que el modelo económico sexista profundiza la desigualdad y que las mujeres son a menudo una suerte de “motor oculto” de la economía. “En América Latina y el Caribe, aun cuando las mujeres logran conseguir y mantener un empleo, es en condiciones precarias: el 49 por ciento de las mujeres empleadas en la región, ganan menos del salario mínimo mensual correspondiente a su país”, dijo el informe, añadiendo que “las mujeres constituyen dos terceras partes de la mano de obra que se ocupa del trabajo de cuidados remunerado. Empleos como el de enfermera, trabajadora del hogar o cuidadora a menudo están mal remunerados, proporcionan escasos beneficios, conllevan un horario irregular y pueden suponer un importante desgaste físico y emocional”.
“Para que las personas puedan conducir la propia vida, trabajando, y llegar a fin de mes, alguien debe hacer otros trabajos en casa, que no son retribuidos, ni están contabilizados -explicó Bacciotti- . Haciéndolos permite que la familia vaya adelante. Al no ser retribuido no es ni siquiera reconocido y no goza de aportes jubilatorios. Es el caso generalmente de las mujeres, que a veces trabajan menos horas retribuidas para poder hacer los trabajos de casa no retribuidos. Al hacer esta elección se encontrarán con menos dinero en mano al final del mes y menos aportes jubilatorios por lo cual esta elección está más asociada a la pobreza”.
La pregunta clave ante esta situación descripta por Oxfam es saber qué pueden hacer los gobiernos, si es que realmente quieren cambiar esta situación.
El informe habló, entre otros puntos, de la necesidad de que las empresas y las personas ricas paguen su justa parte de impuestos y que con ese dinero el Estado haga inversiones en infraestructuras y servicios públicos.
“Seguramente los gobiernos podrían hacer más y no lo hacen. Una cosa muy eficaz sería una lucha sin cuartel contra la evasión fiscal para que el dinero recuperado pueda ser invertido en beneficios de los sectores menos pudientes”, concluyó Bacciotti.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/242849-escandalosa-brecha-entre-ricos-y-pobres-en-el-mundo-segun-ox -
Imagen: AFP
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Greenpeace acusa de hipocresía al sector financiero reunido en Davos.

La ONG internacional señala a bancos, fondos de pensiones y aseguradoras como culpables del cambio climático.
Sesión de apertura del Foro de Davos 2020. Foto: World Economic Forum/Flickr. (Lic: CC BY-NC-SA 2.0)

Los mensajes de lucha y unidad contra el cambio climático que se lanzan desde la estación de esquí suiza de Davos estos días están teñidos de hipocresía, según Greenpeace. La ONG afirma que los bancos y fondos de pensiones cuyos mandatarios acuden este año a la reunión del Foro Económico Mundial (WEF en sus siglas en inglés) tienen intereses financieros en la industria de los combustibles fósiles por valor de 1,4 billones de dólares (alrededor de 1,25 billones de euros). Esta cifra es ligeramente superior al PIB de España en 2017. También es, aproximadamente, la misma cantidad con la que cuenta, colectivamente, la mitad de la población más pobre del planeta.

Santiago Sáez

Greenpeace ha publicado estos datos en un nuevo informe , titulado «Es el sector financiero, estúpido». En el informe, la organización internacional ha analizado qué instituciones presentes en Davos no cumplen con el objetivo del WEF de «mejorar el estado del mundo», tanto desde un punto de vista económico como medioambiental. El documento también ilustra el trabajo de empresas de lobbying y relaciones públicas al servicio de los grandes bancos, y cómo este daña las posibilidades de alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.   Jennifer Morgan, Directora Internacional de Greenpeace, afirmó en un comunicado que «los bancos, las aseguradoras y los fondos de pensiones presentes en Davos son culpables de la emergencia climática». Morgan denunció que estas empresas están «alimentando otra crisis financiera global con su apoyo a la industria de los combustibles fósiles», a pesar de «las advertencias medioambientales y económicas». 
La directora de la ONG acusó a los directivos de estas empresas de «nada menos que hipócritas», ya que «dicen que quieren salvar el planeta, pero en realidad lo están matando por el lucro a corto plazo».
De las 24 instituciones financieras investigadas (entre las cuales no hay ninguna empresa española), tan solo diez cuentan con un billón de dólares en combustibles fósiles. Estos son JP Morgan, Citi, Bank of America, RBC Royal Bank, Barclays, MUFG, TD Bank, Scotiabank, Mizuho y Morgan Stanley. El informe recuerda que con esa cantidad de dinero (1 billón de dólares) podrían instalarse 640 GW de energía solar, más que la capacidad global instalada en este momento.
Además, el informe también pone la lupa sobre fondos de pensiones y aseguradoras. De los fondos de pensiones, destacan varios de países cuyas políticas son, supuestamente, favorables a la acción climática, como Canadá o Dinamarca. Estos cuentan con 26.000 millones de dólares invertidos en los bancos anteriores o en compañías de combustibles fósiles, como Shell, Chevron o Exxon.
Finalmente, en cuanto a las aseguradoras, el comunicado hecho público por Greenpeace señala que «cinco de las peores» empresas del sector acudieron al Foro de Davos el año pasado. La ONG condena a estas aseguradoras por seguir apoyando a la industria del carbón. Hace especial hincapié en la estadounidense AIG, que no ha descartado asegurar partes del proyecto de la megamina de Adani, en Australia.
En declaraciones al diario británico The Guardian, un portavoz de Barclays, uno de los bancos señalados, rechazaba las acusaciones. Esta fuente afirmó que la institución está «haciendo todo lo posible para apoyar la transición a una economía baja en carbono». El mismo portavoz indicó que el banco debe velar porque «se satisfaga la demanda global de energía».

Fuente: La Marea climática - https://www.climatica.lamarea.com/greenpeace-acusa-de-hipocresia-al-sector-financiero-reunido-en-davos/ -
-Ilustración: Tjeerd Royaards - Rebelion.org

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