El horror detrás de la lana merino

Pocos conocen cómo se obtiene la lana merino, y menos se imaginan el sufrimiento animal que hay detrás. El 88% de la lana fina de merino de alta calidad procede de Australia. Esta raza de ovejas, luego de siglos de cría selectiva, presenta una gran cantidad de pliegues en su piel lo que le confiere mayor superficie cubierta de lana. Esto las convierte en unas máquinas de producir lana para la industria textil. La lana llega en ocasiones a la mitad del peso del animal lo que les genera una gran carga y muchas llegan a morir de calor en el verano. Paradójicamente, sólo en Australia mueren un millón de ovejas cada año por quedarse indefensas ante el frío tras ser esquiladas.
 
Sometidas a un tratamiento de horror
Esta particularidad en la producción de lana merino que hace a estas ovejas tan rentables para la industria a su vez las convierte en vulnerable ante los parásitos.

Por ejemplo, la mosca Lucilia cuprina, utiliza estos húmedos pliegues cutáneos para depositar sus huevos. Una vez eclosionan, las larvas prácticamente devoran vivos a los animales afectados.
Los criadores de ovejas, para evitar que se vean afectadas por esta mosca, las someten a un procedimiento llamado mulesing que consiste en cortarles a los corderos jóvenes grandes porciones de piel en la zona que rodea al ano, para eliminar los pliegues donde se acumulan restos de heces que atraen a estas moscas. Esta mutilación se realiza sin anestesia.
“Los corderos sufren terribles dolores y un estrés enorme. Es una lana manchada de sangre”, asegura Hanna Zedlacher, de la organización animalista alemana Vier Pfoten.
En muchos países esta práctica esta prohibida. En España no se practica y si la enfermedad provocada por la infestación de larvas de mosca aparece en las ovejas merinas se trata con un antiparasitario.
Importancia de tomar conciencia como consumidores
Actualmente cada vez más consumidores se preocupan por saber el origen de los productos que compran. El sufrimiento animal resulta cada vez menos aceptable en la elaboración de alimentos y vestimenta. “La gente ya está sensibilizada con el tema del llamado ‘bienestar animal’, como demuestra el debate generado en torno a las gallinas enjauladas o a los abrigos de piel”, dice Wencke Gwozdz, especialista en hábitos de consumo de la Universidad de Giessen en Alemania.
Pero el problema es que a los consumidores no les resulta nada fácil averiguar cuáles son las empresas y marcas que renuncian a usar lana manchada de sangre.
Este tipo de lana es un tejido muy utilizado en el mundo de la moda. Es muy valorado por su elasticidad lo que lo hace especial para hilar, prensar y trenzar. Además, tiene buena aislación térmica, no suele mancharse, disipa el sudor y no genera picor en la piel. Con la lana merino se confeccionan trajes de lujo, jerséis de invierno, y ropa térmica y ultraligera para deportistas.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/

Entradas populares de este blog

Francia: ‘Mi orina contiene glifosato, ¿y la tuya?’ Denuncia contra el polémico herbicida

Sobre transgénicos, semillas y cultivos en Latino América

Antártida: qué países reclaman su soberanía y por qué