Indonesia: los impactos de una fábrica de celulosa sobre la salud de la población local
Han pasado 63 años desde que Sukarno proclamó la independencia de la República de Indonesia, el 17 de agosto de 1945. Cada mes de agosto, y especialmente el día 17, los indonesios de todo el archipiélago celebran el aniversario de la nación. Lamentablemente, para la gente de Siantar Utara, del Municipio de Toba Samosir, en la región de Siruar del Norte de Sumatra, será imposible celebrar. Casi todos los miembros de las aproximadamente 300 familias de la localidad sufren una enfermedad de la piel muy urticante y dolorosa. Se sospecha que esta enfermedad es provocada por los desechos de la fábrica de celulosa Perseroan Terbatas Toba Pulp Lestari (PT TPL). Hace pocos días los habitantes de Siruar vinieron a dialogar con la empresa; trajeron a sus niños, cuya piel supura en todo el cuerpo a causa de la enfermedad, especialmente en las caderas. Con lágrimas en los ojos, el reverendo Sumurung Samosir y su esposa Indira Simbolon fueron testigos del dolor de sus hermanas y hermanos de Siruar. Dimpos Manalu, asistente social y joven intelectual del Norte de Sumatra, que trabaja con personas marginadas de la región, estaba profundamente conmovido. Los tres quedaron sin palabras ante el sufrimiento de esas personas. Había bebés con pústulas en la cabeza; una mujer de mediana edad dijo que todas las mujeres de Siruar tenían eccemas dolorosos pero que les avergonzaba demasiado mostrarlos. En respuesta a esta afirmación, otra mujer se sinceró y dijo que su esposo también sufría de esa enfermedad de la piel, principalmente en la cadera y en los genitales. Indira Simbolon pudo fotografiar a una mujer que tiene toda la piel del cuerpo muy afectada, con abscesos en los muslos, las caderas, las nalgas, el vientre, el pecho y la espalda. Muchos hombres dijeron que también ellos tenían abscesos dolorosos en las caderas y los genitales. Paradójicamente, unos pocos días antes el Ministro del Medio Ambiente había entregado a PT TPL un premio por el buen manejo ambiental que tenía la empresa. El representante de PT TPL Leo Hutabarat me dijo que la enfermedad de la piel de los habitantes de Siruar no tenía nada que ver con la empresa. ¿No es curioso que PT TPL no haya traído a un médico para atender a la gente de Siruar? ¿No equivale esto a admitir lo que intentan negar? Desde el comienzo, PT TPL ha tenido una actitud ambivalente. Siempre que hubo diálogos en los que participaban muchas personas habló con cortesía pero, en la práctica, se comporta con arrogancia. Se mantiene a distancia de la gente del lugar. Algunos periodistas y yo pudimos comprobarlo. Estábamos cerca de la orilla del río donde se vierten los desechos de la compañía. Un empleado de PT TPL nos acompañaba, y nos dijo que la empresa no había dicho la verdad. Vierten los desechos temprano en la mañana, en general cuando llueve. Se las arreglan para que todo esté en orden cuando saben que vienen invitados, sobre todo si vienen de Yakarta. Hicieron todo lo posible para que la fábrica no oliera tan mal. Traen médicos cuando la gente se enoja por lo insoportable de la situación, especialmente por los problemas de salud. En el lugar del río donde PT TPL vierte los desechos, el agua está sucia y marrón, en cambio, se ve limpia en otra zona un poco más alejada de la empresa. El personal de PT TPL que vino a hablar con nosotros dijo: “Muchos peces mueren súbitamente en las cercanías de PT TPL”. “He sido agricultor durante mucho tiempo”, dijo otra persona de Siruar, “y nunca vi que el banano muriera antes de dar fruto”. Señaló hacia un banano que estaba muriendo: “Miren esos bananos. Tienen las hojas marchitas, aunque todavía son jóvenes”. La gente se siente impotente, pero a nadie parece importarle. Quienes trabajan en el dispensario son también funcionarios públicos y no informan sobre los problemas de salud que sufre la población a causa de la empresa. ¿Cómo pueden permanecer callados? PT TPL ha tenido enormes ganancias pero las obtuvo a expensas de la gente. Habría que tomar medidas importantes y concretas para lidiar con este problema: el gobierno debería formar un equipo independiente que investigue sobre la enfermedad de la piel de los habitantes de Siruar, mientras que PT TPL debería reconocer que su tratamiento de los efluentes no es ambientalmente apropiado; quizás PT TPL debería dejar de funcionar. El sufrimiento de los pobladores de Siruar es una tragedia humana de la que todos debemos ocuparnos; todos los que estamos de su lado deberíamos tomar medidas y brindarles nuestro apoyo. Por Gurgur Manurung, especialista en medio ambiente, estudiante de doctorado de la Universidad Nacional de Yogyakarta, UNJ. E-mail: gurgurmanurung@yahoo.com. (Artículo traducido del indonesio al inglés por Limantina Sihaloho).
Fuente Boletin 135 del WRM Movimiento Mundial por los Bosques