Argentina: “Quien controla las semillas, controla toda la cadena alimenticia”

La Ley de Semillas vigente en Argentina es del año 1973, y regula la producción y comercialización de semillas, reconociendo una particular forma de propiedad intelectual que se llama “Derecho de Obtentor”, lo que les permite a quienes desarrollan una “mejora” sobre la semilla cobrar regalías por la misma. La Ley actual puede cuestionarse por muchos aspectos, pero reconoce lo que se denomina “uso propio”, que permite a los productores y productoras guardar y volver a sembrar sus semillas. Los intentos de modificar la Ley tomaron fuerza en el año 2012, a partir de las presiones de las empresas semilleras y productoras de agrotóxicos, que buscan restringir el uso propio de las semillas.

El viernes 24 de Agosto se realizó en el galpón de la UTT de Lisandro Olmos, provincia de Buenos Aires, una charla sobre la Ley de Semillas y los intentos privatizadores de modificarla. Las exposiciones estuvieron a cargo de Tamara Perelmuter y Marcos Filardi y participaron productores y productoras de la UTT, integrantes del Movimiento Agroecológico de La Plata, docentes y estudiantes universitarios.
Delina Puma, integrante de la UTT y del Consultorio Técnico y Popular afirmó “Nos pareció importante dar la charla dirigida principalmente a productores porque se anunció que se iba a discutir la ley de semillas y los que menos se enteran son los productores. Entonces la idea era invitar a otras organizaciones y a todos los productores posibles para que vean de qué se trata, porque la ley de semillas no nos favorece, no la impulsan pequeños productores ni campesinos, la impulsan empresas que quieren privatizar nuestras semillas y nosotrxs no podamos reproducirlas. Eso es lo central y muchos productores no están enterados. La idea es replicar esta charla en otros lugares para informar al productor/a que es el que se va a ver más afectado si es que se llega a aprobar esta nueva ley”.


Esta semana comenzarán a discutirse varios proyectos de modificación de la actual Ley de Semillas en la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados de la Nación. “Es necesario discutir la modificación de dicha Ley, porque tiende a criminalizar una práctica que por años han realizado campesinos y campesinas y pueblos y provoca la pérdida de la biodiversidad y privatiza el conocimiento. En definitiva hablar de semillas es hablar del origen de los pueblos, de la vida, y la vida no se puede patentar” sostuvo Tamara Perelmuter en su presentación.
A su vez, Marcos Filardi invitó a reflexionar sobre las prácticas que cada productor y productora realizan en sus huertas y manifestó que “quien controla las semillas, controla toda la cadena alimenticia”. Actualmente son 4 grandes empresas que tienen el monopolio sobre la circulación de semillas a nivel mundial. Pero en los territorios son lxs productoxs quienes resisten y defienden la producción agroecológica y las semillas nativas y criollas. Integrantes del Consultorio Técnico y Popular de la UTT compartieron su trabajo: “estamos recuperando la forma de producir de nuestros abuelos, que guardaban sus semillas y las intercambiaban, donde no existían las semillas curadas ni la necesidad de aplicarles agrotóxicos. Nosotros estamos empezando a producir agroecológico, nuestras verduras son sanas para quienes la consumen y para nosotros, eran prácticas que habían quedado en el olvido lamentablemente, por eso mismo creemos que es muy importante el espacio de capacitación e información”, sostuvo Zulma Molloja Flores.
Sumado a su relato, Delina Puma contó “nuestra producción agroecológica empieza con la tierra, nosotrxs no somos dueñxs de la tierra, alquilamos, tenemos una lucha por la tierra, por las semillas, hacemos nuestros propios plantines agroecológicos, nuestros propios abonos, nuestros propios bioinsumos, comercializamos nuestra propia verdura. Hemos sacado muy buenas cosechas y cuando empezamos éramos cuatro, cinco productores, no llegábamos a las 15 hectáreas en producción y en menos de un año superamos las 100 hectáreas y seguimos avanzando”.
A partir de la experiencia de las y los productores se compartió que el costo de comprarle a las grandes semilleras es tres o cuatro veces más alto que las semillas de polinización abierta, y que esto impacta directamente sobre sus ingresos “nos estamos liberando de un montón de cadenas, porque en realidad te venden el paquete tecnológico, y te dicen que sin eso no podés producir, pero nosotrxs nos dimos cuenta que sí, podemos producir sin otro que te provea insumos o agroquímicos o tal cosa”.
Las semillas son alimento, pero también son saberes, cultura, tradiciones; las semillas son vida, por lo que se hace imprescindible defenderlas, tal como aseguró Marcos Filardi “defender las semillas, es defender el ejercicio de nuestros Derechos Humanos”.
El semillazo: en defensa de nuestras semillas nativas y criollas
El grito de ¡No a la Nueva Ley Monsanto/Bayer de Semillas en Argentina! no es únicamente de quienes producen, sino que nos convoca a todxs, desde quienes habitan las ciudades hasta quienes viven en el campo; porque las semillas son el primer eslabón de la cadena alimentaria, es la base de nuestro alimento, si entregamos nuestras semillas entregamos nuestra alimentación, nuestra salud, nuestra soberanía alimentaria, nuestro presente y futuro. Por eso desde organizaciones de campesinas y campesinos, trabajadores/as rurales y organizaciones sociales se convoca a un “semillazo” el día 5 de septiembre en el Congreso, para decirle NO a Monsanto y todas las corporaciones del agronegocio, para decirle No a la modificación de la Ley de Semillas.

Agencia de Noticias Biodiversidadla, 28 de agosto
Contacto:

Entradas populares de este blog

Francia: ‘Mi orina contiene glifosato, ¿y la tuya?’ Denuncia contra el polémico herbicida

Sobre transgénicos, semillas y cultivos en Latino América

Antártida: qué países reclaman su soberanía y por qué