España: El uranio en Salamanca no tiene licencia social
En la comarca del campo charro (que abarca los municipios de Castilla y León, en la provincia de Salamanca – España), una empresa australiana está trabajando para abrir en el corazón de la dehesa ibérica la mayor mina de uranio de toda Europa.
La mina a cielo abierto, situada a tan sólo 2,5 kilómetros del pueblo de Retortillo, destruirá un entorno natural de extraordinaria riqueza, protegido por la Red Natura 2000 y hábitat de especies en peligro como el águila real o la cigüeña negra. La empresa ha condenado a muerte a miles de encinas centenarias, cuidadas durante generaciones por la gente local.
Cada día se incrementa el número de personas sensibilizadas con lo que supone la minería de uranio, se trata de personas que cuestionan el tipo de desarrollo que se está ofreciendo a la región, y que piensan que la verdadera garantía de futuro para su tierra esta en preservarla libre de residuos tóxicos.
En nota de prensa, la plataforma ciudadana Stop Uranio, declara “el futuro no puede depender de la explotación de un mineral que conlleva riesgos radiológicos para la población que habita en la zona”
Este año, por cuarta vez consecutiva, convocan una concentración, seguida de una manifestación, para hacer visible la oposición ciudadana a los proyectos de la empresa mineria Berkeley.
“Este año es crucial para que no nos abran las proyectadas minas de uranio en la comarca, ya que Berkeley Minera ha salido a bolsa”, y declara que “una de las garantías de sus acciones, es tener el apoyo de la ciudadanía”. Desde la Plataforma piden a la ciudadania, que salga a la calle para mostrar su oposición mayoritaria a los proyectos mineros de la multinacional australiana.
Afortunadamente, algunos alcaldes de la zona trabajan para conseguir que no avancen los proyectos mineros en la comarca. El apoyo institucional en estos casos, es fundamental en la esta lucha desigual. La estrategia de la multinacional, es la habitual, usan los salarios para tejer una red clientelar que va generando una fractura social en la comunidad. Tensionando la convivencia, enfrentando a las familias y a las amistades, rompiendo los vínculos que deberían servir para salvaguardar el Bien Común.
Las autoridades locales, regionales y nacionales tienen que ser conscientes de lo que esto supone para la supervivencia del mundo rural.
El nuevo Gobierno de España debe tomar una decisión sobre la construcción de la planta de tratamiento de Retortillo y confiamos que sea en sentido de no permitir esa instalación radiactiva al lado de nuestras casas. Si finalmente se decide no autorizar esa planta, Berkeley tendrá que renunciar a sus proyectos mineros dado que sin el proceso de concentración el uranio no se puede comercializar.
“Tenemos que ser conscientes en Salamanca que en los próximos meses nos jugamos nuestro futuro, que pasa por no permitir la apertura de minas de uranio en nuestra provincia”.
Fuente: El Salto Diario
Cada día se incrementa el número de personas sensibilizadas con lo que supone la minería de uranio, se trata de personas que cuestionan el tipo de desarrollo que se está ofreciendo a la región, y que piensan que la verdadera garantía de futuro para su tierra esta en preservarla libre de residuos tóxicos.
En nota de prensa, la plataforma ciudadana Stop Uranio, declara “el futuro no puede depender de la explotación de un mineral que conlleva riesgos radiológicos para la población que habita en la zona”
Este año, por cuarta vez consecutiva, convocan una concentración, seguida de una manifestación, para hacer visible la oposición ciudadana a los proyectos de la empresa mineria Berkeley.
“Este año es crucial para que no nos abran las proyectadas minas de uranio en la comarca, ya que Berkeley Minera ha salido a bolsa”, y declara que “una de las garantías de sus acciones, es tener el apoyo de la ciudadanía”. Desde la Plataforma piden a la ciudadania, que salga a la calle para mostrar su oposición mayoritaria a los proyectos mineros de la multinacional australiana.
Afortunadamente, algunos alcaldes de la zona trabajan para conseguir que no avancen los proyectos mineros en la comarca. El apoyo institucional en estos casos, es fundamental en la esta lucha desigual. La estrategia de la multinacional, es la habitual, usan los salarios para tejer una red clientelar que va generando una fractura social en la comunidad. Tensionando la convivencia, enfrentando a las familias y a las amistades, rompiendo los vínculos que deberían servir para salvaguardar el Bien Común.
Las autoridades locales, regionales y nacionales tienen que ser conscientes de lo que esto supone para la supervivencia del mundo rural.
El nuevo Gobierno de España debe tomar una decisión sobre la construcción de la planta de tratamiento de Retortillo y confiamos que sea en sentido de no permitir esa instalación radiactiva al lado de nuestras casas. Si finalmente se decide no autorizar esa planta, Berkeley tendrá que renunciar a sus proyectos mineros dado que sin el proceso de concentración el uranio no se puede comercializar.
“Tenemos que ser conscientes en Salamanca que en los próximos meses nos jugamos nuestro futuro, que pasa por no permitir la apertura de minas de uranio en nuestra provincia”.
Fuente: El Salto Diario