Greenpeace denuncia un "Chernobyl chileno": Grave crisis ambiental por hidrocarburos en zona costera

Greenpeace alertó hoy sobre un "Chernobyl chileno" a raíz de los graves episodios de intoxicación ambiental en la zona costera de Quintero y Puchuncaví, 140 kilómetros al nordeste de Santiago. Un total de 210 personas sufrieron síntomas de envenenamiento con vómitos, dolores de cabeza, el martes y jueves de esta semana, obligando a suspender las clases y decretar "alerta amarilla". 

El alcalde de Quintero, Mauricio Carrasco (IND), protestó ante lo que está ocurriendo y dijo que "no puede ser que el ser humano viva de esta forma".
Se comprometió a seguir realizando manifestaciones con la comunidad "para que el Gobierno escuche". Dos compañías estatales operan en el lugar: La fundición y refinería de cobre Ventanas de la estatal Corporación Nacional del Cobre (codelco) y la refinería Aconcagua de la Empresa Nacional de Petróleo (Enap), además de la termoeléctrica Campiche, de la privada Aes Gener. Hoy, la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, ordenó paralizar las "fuentes contaminantes" de Quintero.
"Basta de eufemismos: la población de la zona que está ingresando a los hospitales lo está haciendo por envenenamiento.
La situación no da para más. ¿O acaso el Estado cree que hay chilenos que pueden seguir viviendo de esa manera?", acusó Matías Asun, director de Greenpeace-Chile.
Recordó que las habitantes llevan demasiados años sufriendo los efectos de la saturación ambiental provocada por la acumulación de termoeléctricas, refinerías de petróleo y terminal de gas. "Se trata de una zona de sacrificio medio ambiental que obliga a tomar medidas serias y definitivas. Lo claro es que, con esta realidad, ya no pueden convivir las industrias y la población afectada. ¿O acaso el Estado cree que hay chilenos que pueden seguir viviendo de esa manera?•, apuntó Asún.
Agregó que cualquier solución debe ser acordada en conjunto con la comunidad "y lo claro es que son las industrias las que deben hacerse cargo de los graves impactos que ya por demasiados años ha tenido en la comunidad".
"No basta con seguir midiendo el aire ni llevando a los afectados a los consultorios" y exigió a las autoridades concretar un plan que entregue una solución integral y definitiva. Greenpeace lamentó "el rol pasivo y casi contemplativo" de la Superintendencia de Medio Ambiente en esta grave crisis.
"La situación no da para más y se debe buscar alguna solución final para terminar con este verdadero Chernóbil chileno", remató Greenpeace.
Mientras Enap descartó tener "relación" con la emergencia y señalo que "nuestras instalaciones no tienen la altura suficiente ni cuentan con fuentes de emisiones constantes cuya concentración sea capaz de atravesar la bahía, llegar al centro de la ciudad y causar los efectos registrados en la comunidad".
Explicó que las actividades rutinarias del terminal corresponden a "descarga de crudo, almacenamiento de productos y actividades de mantención".
En la nube tóxica del jueves pasado se detectó nitrobenceno, cloroformo de metilo y tolueno, elementos que, acotó Enap, no se utilizan en sus actividades y que, si hubiese existido cualquier emanación, sus trabajadores deberían haber sido los primeros afectados, "lo que no ha sucedido".
Lo mismo declaró hoy Codelco asegurando que las operaciones de la fundición y refinería de Ventanas "no tienen ninguna relación con la emisión de compuestos derivados de hidrocarburos".
Aseveró que "la calidad del aire por dióxido de azufre se ha mantenido en niveles muy por debajo de los establecidos por la normativa aplicable".
La red de monitoreo mide la presencia de gases, como dióxido de azufre, dióxido de azufre, monóxido de carbono, además de ozono y material particulado. (ANSA).

Fuente: http://www.ansalatina.com/americalatina/noticia/chile/2018/08/24/greenpeace-denuncia-un-chernobyl-chileno_9e4e6ef1-a5b6-46bf-8add-2143d4021208.html
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El vínculo de la ministra de Medio Ambiente y Sebastián Piñera con una de las empresas termoeléctricas en Quintero
Fernando Barros, histórico abogado de Sebastián Piñera y uno de los orquestadores de la estrategia de elusión de las “empresas zombies”, es presidente del directorio de una de las termoeléctricas en la zona que hoy está en boga por una grave contaminación que ha afectado a los vecinos. Informe en el que se basó el gobierno para culpar a Enap no analizó a las otras empresas.
El gobierno no demoró mucho en ponerle nombre al responsable por la intoxicación de más de 200 personas en la bahía de Quintero, producto de la aparición repentina de una nube tóxica que generó una serie de síntomas en los ciudadanos. Fue el viernes que tanto el ministerio de Medio Ambiente como la Intendencia de Valparaíso anunciaron que se instruiría a la Superintendencia de Medio Ambiente para el cierre temporal de la planta de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) en la zona.
La ministra Carolina Schmidt argumentó “evidencias concretas”, obtenidas en un informe de la Superintendencia, que permitió afirmar la responsabilidad de Enap.
Enap, una empresa autónoma del Estado, rechazó inmediatamente la acusación. Y con las horas se han sumado las dudas sobre la fiabilidad del informe, pues al verlo completo -publicado por El Mostrador- no se midieron otras fuentes de contaminación provenientes de empresas como Oxiquim o AES Gener.
Precisamente Oxiquim está íntimamente ligado al actual gobierno. Quien preside el directorio de la empresa no es otro que Fernando Barros, el histórico abogado de Sebastián Piñera y la familia Pinochet, quien además fue socio, durante 17 años, del esposo de la ministra Schmidt, Gonzalo Molina.
Fernando Barros es uno de los abogados tributaristas más reconocidos del país. Según el libro “Empresarios zombis. La mayor elusión tributaria de la elite chilena”, es precisamente uno de los forjadores de la estrategia de elusión tributaria que le permitió al hoy presidente de la República eludir millones en el pago de impuestos, mediante la compra de empresas ya quebradas y hacer pasar cuantiosas utilidades como pérdidas.
Con Gonzalo Molina -esposo de la ministra de Medio Ambiente- compartieron durante 17 años en el bufete Barros & Errázuriz.
Diversos parlamentarios de la zona han apuntado precisamente hacia la responsabilidad de otras termoeléctricas como Oxiquim y AES Gener en la contaminación.
“La gente que lleva 50 años viviendo con la contaminación sabe muy bien que la responsabilidad viene de las termoeléctricas, Oxiquim, AES Gener”, aseguró el diputado Diego Ibáñez (Movimiento Autonomista).
“Es dudoso que se ataque a las empresas del Estado y no a las otras”, dijo por su parte Claudio Domínguez, de la Federación de Trabajadores de Codelco, que también tiene una planta en la zona.

Fuente: El Desconcierto

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