La calidad del aire en las ciudades, un reto mundial
Solo una de cada diez personas en el mundo vive en una ciudad que cumple con las condiciones mínimas de calidad del aire
El Día Internacional de la Calidad del Aire ha llegado, como cada año y por desgracia, acompañado de cifras desoladoras. La Organización Mundial de la Salud cifra que más de siete millones de personas mueren cada año por la mala calidad del aire, tres millones de ellas son muertes prematuras. Además, la OMS informa que cerca del 80 % de las ciudades superan los límites de calidad del aire, es decir, nueve de cada diez personas en el mundo respiran aire contaminado, lo que significa que afecta al 92 % de la población mundial.
El Día Internacional de la Calidad del Aire ha llegado, como cada año y por desgracia, acompañado de cifras desoladoras. La Organización Mundial de la Salud cifra que más de siete millones de personas mueren cada año por la mala calidad del aire, tres millones de ellas son muertes prematuras. Además, la OMS informa que cerca del 80 % de las ciudades superan los límites de calidad del aire, es decir, nueve de cada diez personas en el mundo respiran aire contaminado, lo que significa que afecta al 92 % de la población mundial.
Más de siete millones de personas mueren cada año por la mala calidad del aire, tres millones de ellas son muertes prematuras (OMS)
Viendo la magnitud de este problema, desde la Fundación Gas Natural Fenosa creen que parte de la solución es analizar cuales son las causas y diseñar políticas y concienciar a los ciudadanos para ayudar a mitigar las emisiones contaminantes y, en consecuencia, mejorar la calidad del aire que respiramos. Con este objetivo esta fundación ha editado el libro ‘La calidad del aire en las ciudades. Un reto mundial’, que ha contado con la participación de 18 destacados expertos a nivel mundial, analiza las causas y consecuencias de una baja calidad del aire y expone propuestas concretas de actuación para atajar el problema.
Parte de la solución es analizar cuales son las causas y diseñar políticas y concienciar a los ciudadanos para ayudar a mitigar las emisiones contaminantes y, en consecuencia, mejorar la calidad del aire que respiramos.
Fundación Gas Natural Fenosa
Según la fundación las principales causas o fuentes de emisión de los contaminantes atmosféricos son el transporte, con el foco principal en las ciudades, el consumo energético poco eficiente en las viviendas, la generación de electricidad con combustibles contaminantes y la falta de gestión de los residuos industriales, municipales y agrícolas.
La publicación, que ha sido coordinada por Xavier Querol, profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) plasma la actual calidad del aire en diferentes ciudades, un problema que produce efectos adversos para la salud de las personas de forma continua e inmediata.
Vista desde el Tibidabo de la contaminación en Barcelona. (César Rangel)
Neus Palou
Neus Palou
La Fundación ha centrado su análisis, como causa principal de la pésima calidad del aire en las ciudades y posible solución, en el transporte rodado. El principal motivo es que este es uno de los sectores que más contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero y representa alrededor de un tercio del consumo de energía de la Unión Europea.
La publicación analiza la calidad del aire y su impacto sobre la ciudadanía en Barcelona o Madrid y en otras grandes metrópolis como Berlín, Ciudad de México, Santiago de Chile, Bogotá y la región de Lombardía (Italia).
Si un 13% de los vehículos que circulan por la ciudad de Barcelona fueran de gas natural se reducirían 50.000 toneladas de emisiones al año
Fundación Gas Natural Fenosa
En este sentido el análisis asegura que si un 13% de los vehículos que circulan por la ciudad de Barcelona fueran de gas natural se reducirían 50.000 toneladas de emisiones al año, según el libro.
Las ciudades españolas: altos niveles contaminantes a reducir
Según el libro de la Fundación Gas Natural Fenosa, en España, pese a que en los últimos años se han realizado importantes esfuerzos para reducir las emisiones de contaminantes a la atmósfera, aún persisten determinados problemas en la calidad del aire en lo referente sobre todo a NO2(dióxido de nitrógeno) y PM10 (micro partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, cemento, etc.) que se concentran principalmente en zonas urbanas y suburbanas.
El caso del O3 (ozono troposférico) requiere especial atención. Su problemática afecta a gran parte del país, siendo esta afectación especialmente relevante en las zonas central, oriental y sur, debido a la especial complejidad de este contaminante y a las características climatológicas de estas zonas..
La evolución de las emisiones de los vehículos diésel en materia de PM (micro partículas en suspensión) ha sido muy positiva de manera que un turismo diésel de 1997 emitía PM como 35 equivalentes actuales. La electrificación de la flota colaborara a reducir el problema pero no con la rapidez que exige el resolver el problema legal de incumplimiento del NO2 urbano.
Nueva señalización en Barcelona para reducir emisiones en episodios de contaminación (Ana Jiménez)
Propuesta de soluciones efectivas
Ante esta situación el libro apunta diferentes planes de mejora de la calidad del aire. Entre estas se propone mejorar la oferta y la calidad del transporte publico para que sea eficiente, rápido, cómodo, económico y ecológico.
También se hace necesaria la reducción del número de vehículos circulantes en las ciudades (a lograr mediante peajes urbanos, como en el caso de Estocolmo, Londres o Milán); aparcamientos disuasorios periféricos y en nodos importantes de transporte público; reducción de plazas de aparcamiento (únicamente para residentes); restricciones de la circulación por matrículas en episodios de altos niveles de contaminación.
Fomentar la renovación del parque de vehículos que tengan que acceder al centro (zonas de bajas emisiones), acompañada de medidas tales como la electrificación e hibridación del parque urbano circulante.
Mejorar la distribución urbana de mercancías y taxis potenciando los vehículos eléctricos, híbridos o a gas; crear micro-plataformas logísticas de distribución con vehículos de bajas emisiones o incentivar el reparto nocturno.
Además de una transformación urbanística de la ciudad para alejar sus habitantes del tráfico rodado, y reducir así su exposición a la contaminación.
Fuente: https://www.lavanguardia.com/natural/tu-huella/20180813/451317333347/calidad-aire-contaminacion-reto-mundial-ciudades-libro-soluciones.html
Ante esta situación el libro apunta diferentes planes de mejora de la calidad del aire. Entre estas se propone mejorar la oferta y la calidad del transporte publico para que sea eficiente, rápido, cómodo, económico y ecológico.
También se hace necesaria la reducción del número de vehículos circulantes en las ciudades (a lograr mediante peajes urbanos, como en el caso de Estocolmo, Londres o Milán); aparcamientos disuasorios periféricos y en nodos importantes de transporte público; reducción de plazas de aparcamiento (únicamente para residentes); restricciones de la circulación por matrículas en episodios de altos niveles de contaminación.
Fomentar la renovación del parque de vehículos que tengan que acceder al centro (zonas de bajas emisiones), acompañada de medidas tales como la electrificación e hibridación del parque urbano circulante.
Mejorar la distribución urbana de mercancías y taxis potenciando los vehículos eléctricos, híbridos o a gas; crear micro-plataformas logísticas de distribución con vehículos de bajas emisiones o incentivar el reparto nocturno.
Además de una transformación urbanística de la ciudad para alejar sus habitantes del tráfico rodado, y reducir así su exposición a la contaminación.
Fuente: https://www.lavanguardia.com/natural/tu-huella/20180813/451317333347/calidad-aire-contaminacion-reto-mundial-ciudades-libro-soluciones.html