Consultas Populares en Latinoamérica: plantarse y decir “no a la minería”
Es un derecho adquirido de los pueblos el otorgar (o no) la licencia social a un proyecto extractivo. La intención de las empresas mineras es avanzar indiscriminadamente sobre los territorios para llevar a cabo la explotación de los recursos naturales. En varios países de América Latina, los gobiernos vienen entregando en concesión territorios de comunidades, sin dar a la población información comprehensiva ni la oportunidad de manifestar si otrogan o NO licencia social a tales proyectos, tal y como lo contempla el Convenio 169 de la OIT.
Guadalupe Rodríguez
La inexistencia de consultas apropiadas a las comunidades sobre proyectos extractivos en sus territorios es muy habitual. Las empresas mineras suelen aprovechar la impunidad, la fácil corruptibilidad de los funcionarios locales, las falsas promesas, la necesidad en las comunidades para avanzar en sus propósitos sin llevar a cabo los procedimientos legales pertinentes.
Guadalupe Rodríguez
La inexistencia de consultas apropiadas a las comunidades sobre proyectos extractivos en sus territorios es muy habitual. Las empresas mineras suelen aprovechar la impunidad, la fácil corruptibilidad de los funcionarios locales, las falsas promesas, la necesidad en las comunidades para avanzar en sus propósitos sin llevar a cabo los procedimientos legales pertinentes.
Aunque en ocasiones sí organizan procedimientos para obtener licencia social, ésta muy a menudo se obtiene de comunidades que no son las afectadas por el proyecto, a las que se ofrece algún beneficio a cambio de figurar como afectados y dar su consentimiento al proyecto extractivo. También se han documentado intentos de comprar líderes comunitarios, personas individuales que da su consentimiento en nombre de todo el colectivo comunitario aunque no cuenten realmente con el mismo.
Cómo se llevan a cabo y porqué
La consulta popular es temida por los gobiernos y minimizada o hasta despreciada en las leyes mineras. En diferentes países y ocasiones, comunidades locales exigieron consultas que les fueron negadas, y como resultado de la cerrazón decidieron organizar ellas mismas sus propias consultas. La única manera de hacer que se lleve a cabo ha sido entonces mediante procesos organizativos de las propias comunidades afectadas.
Las consultas se desarrollan en todos los casos pacíficamente y con muy buenas perspectivas de éxito, permitiendo que se equilibre la balanza política y de poder entre las comunidades y las empresas mineras. En el marco de la organización de las consultas es clave y fundamental obtener apoyo de las convocatorias a consulta por parte de organizaciones nacionales e internacionales, debido a que normalmente se parte de un escenario de oposición feroz a las consultas, y existe el peligro de intentos de boicoteo por parte de los gobierno y de las empresas mineras en cuestión. El escenario habitual es que están aterrados de que prospere el ejemplo y se multipliquen las consultas dejando sin argumentos a gobiernos y mineras.
Dónde ha habido Consultas Populares sobre proyectos mineros
Estos procesos autoconvocados dieron entonces lugar consultas populares en comunidades afectadas por grandes proyectos mineros en Latinoamérica: los pioneros, en Perú (Tambogrande en 2001; Ayabaca, El Carmen de la Frontera y Pacaipampa en 2007; Candarave en 2008); en Guatemala (Sipakapa y Huehuetenango en 2006) y en Argentina (en Esquel en 2003). Todas estas consultas tuvieron éxito consiguiendo detener el avance de megaproyectos destructores, al revelarse la oposición de las poblaciones a los proyectos mineros a través del voto democrático y en algunos de estos países se emularon por otras comunidades con asistencia de las organizaciones y personas que llevaron a cabo las experiencias previas
En 2009 le tocó el turno a Colombia. Indígenas Embera de Uradá, Jiguamiandó, departamento del Chocó decidieron también con el “no” sobre una mina situada en su lugar sagrado: el Usa Kirandarra o Cerro Caradeperro. En torno a la organización de la consulta hubo en aquél momento represión gubernamental y militar hacia las comunidades que llevaban adelante la consulta como ejercicio de democracia y dignidad de las comunidades que luchan por su vida y por su medio ambiente.
La consulta de los pueblos Embera en Colombia fue al igual que todas las anteriores muy simbólica, porque lo que se pretende con estas iniciativas es reforzar la posición de la población, y propagar sus esfuerzos de resistencia y defensa de sus territorios. La capacidad de organizar una consulta es doblemente meritoria, pues es un método opuesto a la violencia. En la Colombia convulsionada por la violencia. esta consulta supuso en aquél momento -hace ya 10 años- un hito fundamental.
Mientras, en 2011, esta ola imparable de las comunidades queriendo alzar la voz alcanzó también al Ecuador, donde las poblaciones de Victoria del Portete y Tarqui participaron en una consulta popular en que 92% de los votos se expresaro en contra de la minería en Quimsacocha. Y en El Salvador, el municipio de San José Las Flores se realizó en 2014 su primera consulta popular, tras la cual declaró al territorio “libre de minería” mediante prohibición municipal.
Paralelamente, entre el 2013 y el 2017, la minería y el extractivismo ha ido acumulado cinco derrotas sucesivas en cinco consultas populares realizadas durante ese periodo en los municipios Piedras, en el Tolima; Tauramena, en Casanare; Cabrera, en Cundinamarca; Cajamarca nuevamente en Tolima; y Cumaral, en Meta. Estas consultas llevaron a que 54 municipios de toda Colombia manifestaran su interés en llevar a cabo consultas populares, tal es la preocupación por la “locomotora minero-extractivista” impulsada por el gobierno de ese país.
La vinculación legal de estas consultas fue cuestionada por una sentencia de la Corte Constitucional de Colombia en octubre 2018 al respecto del último caso mencionado en Cumaral, con el argumento de que el “mecanismo sobrepasa los límites de las determinaciones que puede tomar un ente municipal” por ser “un asunto que le corresponde al Estado”. Pero insta al mismo tiempo a las autoridades competentes a crear un mecanismo específico al efecto.
Cómo se llevan a cabo y porqué
La consulta popular es temida por los gobiernos y minimizada o hasta despreciada en las leyes mineras. En diferentes países y ocasiones, comunidades locales exigieron consultas que les fueron negadas, y como resultado de la cerrazón decidieron organizar ellas mismas sus propias consultas. La única manera de hacer que se lleve a cabo ha sido entonces mediante procesos organizativos de las propias comunidades afectadas.
Las consultas se desarrollan en todos los casos pacíficamente y con muy buenas perspectivas de éxito, permitiendo que se equilibre la balanza política y de poder entre las comunidades y las empresas mineras. En el marco de la organización de las consultas es clave y fundamental obtener apoyo de las convocatorias a consulta por parte de organizaciones nacionales e internacionales, debido a que normalmente se parte de un escenario de oposición feroz a las consultas, y existe el peligro de intentos de boicoteo por parte de los gobierno y de las empresas mineras en cuestión. El escenario habitual es que están aterrados de que prospere el ejemplo y se multipliquen las consultas dejando sin argumentos a gobiernos y mineras.
Dónde ha habido Consultas Populares sobre proyectos mineros
Estos procesos autoconvocados dieron entonces lugar consultas populares en comunidades afectadas por grandes proyectos mineros en Latinoamérica: los pioneros, en Perú (Tambogrande en 2001; Ayabaca, El Carmen de la Frontera y Pacaipampa en 2007; Candarave en 2008); en Guatemala (Sipakapa y Huehuetenango en 2006) y en Argentina (en Esquel en 2003). Todas estas consultas tuvieron éxito consiguiendo detener el avance de megaproyectos destructores, al revelarse la oposición de las poblaciones a los proyectos mineros a través del voto democrático y en algunos de estos países se emularon por otras comunidades con asistencia de las organizaciones y personas que llevaron a cabo las experiencias previas
En 2009 le tocó el turno a Colombia. Indígenas Embera de Uradá, Jiguamiandó, departamento del Chocó decidieron también con el “no” sobre una mina situada en su lugar sagrado: el Usa Kirandarra o Cerro Caradeperro. En torno a la organización de la consulta hubo en aquél momento represión gubernamental y militar hacia las comunidades que llevaban adelante la consulta como ejercicio de democracia y dignidad de las comunidades que luchan por su vida y por su medio ambiente.
La consulta de los pueblos Embera en Colombia fue al igual que todas las anteriores muy simbólica, porque lo que se pretende con estas iniciativas es reforzar la posición de la población, y propagar sus esfuerzos de resistencia y defensa de sus territorios. La capacidad de organizar una consulta es doblemente meritoria, pues es un método opuesto a la violencia. En la Colombia convulsionada por la violencia. esta consulta supuso en aquél momento -hace ya 10 años- un hito fundamental.
Mientras, en 2011, esta ola imparable de las comunidades queriendo alzar la voz alcanzó también al Ecuador, donde las poblaciones de Victoria del Portete y Tarqui participaron en una consulta popular en que 92% de los votos se expresaro en contra de la minería en Quimsacocha. Y en El Salvador, el municipio de San José Las Flores se realizó en 2014 su primera consulta popular, tras la cual declaró al territorio “libre de minería” mediante prohibición municipal.
Paralelamente, entre el 2013 y el 2017, la minería y el extractivismo ha ido acumulado cinco derrotas sucesivas en cinco consultas populares realizadas durante ese periodo en los municipios Piedras, en el Tolima; Tauramena, en Casanare; Cabrera, en Cundinamarca; Cajamarca nuevamente en Tolima; y Cumaral, en Meta. Estas consultas llevaron a que 54 municipios de toda Colombia manifestaran su interés en llevar a cabo consultas populares, tal es la preocupación por la “locomotora minero-extractivista” impulsada por el gobierno de ese país.
La vinculación legal de estas consultas fue cuestionada por una sentencia de la Corte Constitucional de Colombia en octubre 2018 al respecto del último caso mencionado en Cumaral, con el argumento de que el “mecanismo sobrepasa los límites de las determinaciones que puede tomar un ente municipal” por ser “un asunto que le corresponde al Estado”. Pero insta al mismo tiempo a las autoridades competentes a crear un mecanismo específico al efecto.
Afiche consulta popular en Cajamarca, Tolima, Colombia
Mecanismo de participación ciudadana
Con sentencias a favor o en contra de los mismos, todos estos casos constituyen ejemplos valiosísimos de democracia y dignidad para otras comunidades de América Latina y el mundo entero. Los resultados de las consultas no siempre son legalmente vinculantes, y en ese caso, los gobiernos podrían no aceptarlos. Pero tienen un gran peso de cara a los organismos internacionales y muy especialmente de cara a pequeños y grandes inversionistas como son los bancos que financian los proyectos.
Las organizaciones ambientales y sociales pueden para apoyar y solidarizarse con las consultas populares, pues constituye el derecho y la voluntad del pueblo expresarse sobre proyectos destructivos que amenazan su entorno.
Si quieres saber más, existen algunos documentales y reportajes sobre Consultas Populares que muestran el proceso. Te recomiendo muy especialmente los dos primeros:
Mangos, muerte, minería (Tambogrande, Perú)
Sipakapa no se vende (es muy emocionante!)
Un reportaje de 8 minutos sobre Majaz (Perú), realizado por Guarango Cine, al igual que el primer documental de esta lista.
Documentales en la página del Comité Ambiental, uno sobre la Consulta Popular llevada a cabo en Cajamarca, y otro realizado por estudiantes de Comunicación Social y Periodismo sobre la consulta popular en Ibagué, ambos municipios en Tolima, Colombia.
Con sentencias a favor o en contra de los mismos, todos estos casos constituyen ejemplos valiosísimos de democracia y dignidad para otras comunidades de América Latina y el mundo entero. Los resultados de las consultas no siempre son legalmente vinculantes, y en ese caso, los gobiernos podrían no aceptarlos. Pero tienen un gran peso de cara a los organismos internacionales y muy especialmente de cara a pequeños y grandes inversionistas como son los bancos que financian los proyectos.
Las organizaciones ambientales y sociales pueden para apoyar y solidarizarse con las consultas populares, pues constituye el derecho y la voluntad del pueblo expresarse sobre proyectos destructivos que amenazan su entorno.
Si quieres saber más, existen algunos documentales y reportajes sobre Consultas Populares que muestran el proceso. Te recomiendo muy especialmente los dos primeros:
Mangos, muerte, minería (Tambogrande, Perú)
Sipakapa no se vende (es muy emocionante!)
Un reportaje de 8 minutos sobre Majaz (Perú), realizado por Guarango Cine, al igual que el primer documental de esta lista.
Documentales en la página del Comité Ambiental, uno sobre la Consulta Popular llevada a cabo en Cajamarca, y otro realizado por estudiantes de Comunicación Social y Periodismo sobre la consulta popular en Ibagué, ambos municipios en Tolima, Colombia.
Fuente: https://medium.com/@ecologistadelno/consultas-populares-en-latinoam%C3%A9rica-plantarse-y-decir-no-a-la-miner%C3%ADa-a4d0c1a99801 - Imagen de portada: (Foto: yestolifenotomining.org)