Canguros y australianos, una relación que ha pasado del amor al odio
El canguro es probablemente el animal más representativo de Australia. Hace algunos años, podríamos haber añadido a esta frase que es también el animal más querido, pero si lo afirmáramos hoy, seguramente estaríamos mintiendo. ¿El motivo? El crecimiento exponencial de su población, que se ha doblado en la última década.
Elena Martínez Batalla
En total, se estima que viven en Australia unos 50 millones de canguros, es decir, dos por cada habitante. No hay rincón del país que se les resista y, además, protagonizan películas, programas de televisión, y sus imágenes adornan la moneda del país, el escudo de armas y los uniformes deportivos de los Juegos Olímpicos, entre muchos otros.
No obstante, los australianos están cada vez menos contentos con ellos, ya que compiten con el ganado por la comida y el agua, muy escasos en Australia debido a las elevadas temperaturas. Asimismo, pisotean los cultivos y destruyen a su antojo las cercas de las granjas, lo que los ha situado en el punto de mira de la ciudadanía.
Entre sus enemigos se encuentran también las aseguradoras, que aseveran que los canguros están involucrados en el 80 % de las colisiones entre vehículos y animales que se registran cada año. Y es que los ejemplares de algunas especies pueden llegar a medir hasta 1,5 metros de altura y pesar 85 kilos, con lo que pueden causar destrozos considerables.
Ante este escenario, la caza se ha erigido como una de las soluciones para frenar la superpoblación de canguros. El problema es que cada estado australiano tiene cuotas rígidas sobre licencias de tiro comercial y sacrificio de especies. Además, hasta hace muy poco los canguros no gozaban de un especial interés comercial, pues la gente no quería comerse o vestir abrigos confeccionados con la piel de su mascota preferida.
De hecho, hasta el año 1993, el consumo de carne de canguro estaba prohibido en algunas regiones de Australia, mientras que en otras se vendía como alimento para mascotas. Sin embargo, cuando su población empezó a crecer, las autoridades empezaron a incentivar su consumo alabando sus propiedades nutritivas.
Elena Martínez Batalla
En total, se estima que viven en Australia unos 50 millones de canguros, es decir, dos por cada habitante. No hay rincón del país que se les resista y, además, protagonizan películas, programas de televisión, y sus imágenes adornan la moneda del país, el escudo de armas y los uniformes deportivos de los Juegos Olímpicos, entre muchos otros.
No obstante, los australianos están cada vez menos contentos con ellos, ya que compiten con el ganado por la comida y el agua, muy escasos en Australia debido a las elevadas temperaturas. Asimismo, pisotean los cultivos y destruyen a su antojo las cercas de las granjas, lo que los ha situado en el punto de mira de la ciudadanía.
Entre sus enemigos se encuentran también las aseguradoras, que aseveran que los canguros están involucrados en el 80 % de las colisiones entre vehículos y animales que se registran cada año. Y es que los ejemplares de algunas especies pueden llegar a medir hasta 1,5 metros de altura y pesar 85 kilos, con lo que pueden causar destrozos considerables.
Ante este escenario, la caza se ha erigido como una de las soluciones para frenar la superpoblación de canguros. El problema es que cada estado australiano tiene cuotas rígidas sobre licencias de tiro comercial y sacrificio de especies. Además, hasta hace muy poco los canguros no gozaban de un especial interés comercial, pues la gente no quería comerse o vestir abrigos confeccionados con la piel de su mascota preferida.
De hecho, hasta el año 1993, el consumo de carne de canguro estaba prohibido en algunas regiones de Australia, mientras que en otras se vendía como alimento para mascotas. Sin embargo, cuando su población empezó a crecer, las autoridades empezaron a incentivar su consumo alabando sus propiedades nutritivas.
Ahora cada vez es más común encontrar filete de canguro en los supermercados y también forma parte de la carta de muchos restaurantes high class, donde el plato llama la atención de, especialmente, los turistas.
En Australia, la industria dedicada a la venta de carne y piel de canguro emplea a 4.000 trabajadores y se nutre de la matanza de cuatro especies de canguros que no están amenazadas. Marcas como Nike, Adidas o Puma prefieren el cuero de los marsupiales para elaborar sus productos, pues aseguran que su piel es más dura y más flexible que la de otros animales.
Por su lado, las organizaciones animalistas están totalmente en contra de la caza del que es el símbolo nacional de Australia y aseguran que hablar de plaga es un despropósito, al igual que las medidas establecidas para frenar el crecimiento de los canguros. Para ellos, la correcta gestión del problema debe pasar por intentar reconciliar las actitudes conflictivas de los marsupiales con los australianos, mucho antes que por matarlos.
Fuente: https://www.lavanguardia.com/natural/animaladas-videos/20190118/454172587132/canguros-australianos-relacion-amor-odio.html - Imagen de portada: La fauna australiana es uno de los mayores atractivos que tiene el país (stillshunter / Getty)
En Australia, la industria dedicada a la venta de carne y piel de canguro emplea a 4.000 trabajadores y se nutre de la matanza de cuatro especies de canguros que no están amenazadas. Marcas como Nike, Adidas o Puma prefieren el cuero de los marsupiales para elaborar sus productos, pues aseguran que su piel es más dura y más flexible que la de otros animales.
Por su lado, las organizaciones animalistas están totalmente en contra de la caza del que es el símbolo nacional de Australia y aseguran que hablar de plaga es un despropósito, al igual que las medidas establecidas para frenar el crecimiento de los canguros. Para ellos, la correcta gestión del problema debe pasar por intentar reconciliar las actitudes conflictivas de los marsupiales con los australianos, mucho antes que por matarlos.
Fuente: https://www.lavanguardia.com/natural/animaladas-videos/20190118/454172587132/canguros-australianos-relacion-amor-odio.html - Imagen de portada: La fauna australiana es uno de los mayores atractivos que tiene el país (stillshunter / Getty)