La agricultura campesina produce el 70% de los alimentos con el 25% de la tierra

“Considero que es necesario poder reconsiderar la manera de enfocar el tema de la producción de alimentos y el rol y funciones del campesinado indígena y no indígena en el planeta en este sentido. La demanda de alimentos ira modificándose según lo haga la cantidad personas a alimentar y la distribución de las mismas. Este movimiento afectara también a la estructura de pequeños productores campesinos e indígenas, y por lo tanto, variara su peso y significación relativos en la medida del desarrollo histórico proyectado al año 2050”.

 
Me parece que es importante introducir una reflexión sobre la nota referida al rol del campesinado y la producción campesina en la alimentación de la sociedad y al uso de los "bienes comunes" vinculados a la producción agropecuaria mundial. Nota recientemente publicada en Resumen Latinoamericano, cuyo autor es Darío Aranda. Otras publicaciones hacen referencia al tema en los mismos términos. La finalidad de la reflexión es poder compartir y poner a consideración mi punto de vista al respecto. Bajo ningún punto de vista busca desacreditar el trabajo del autor de la nota, y mucho menos presentarla como la verdad. Busca incentivar el debate respecto a un tema crucial como es la producción de alimentos, la soberanía alimentaria y el sistema de producción y el desarrollo demográfico, en el contexto del Sistema Capitalista Mundial.
En principio me parece incorrecto entender que los problemas existentes en materia de alimentación, nutrición y ambientales relacionados el sistema de producción imperante y dominante en el mundo, son consecuencias de un error. A mi juicio son las consecuencias lógicas de un sistema que nunca se propuso resolver el problema del hambre de la humanidad, mucho menos le preocupo y preocupa los impactos que pueda tener su implementación sobre el conjunto de la naturaleza. Lucrar con las necesidades vitales de las personas y con el conjunto de los bienes comunes está en el ADN del sistema capitalista. El objetivo del capital es maximizar ganancias y reproducirse espacial y cuantitativamente hablando. La explotación del hombre y la naturaleza son su fuente de generación y base de sustentación
En determinados momentos de la historia, guerras mediante, como consecuencia de la evolución sistémica, se destruyó gran parte de la infraestructura montada y de las fuerzas productivas existentes que lo hicieron posible. Hubo pérdidas de millones de vidas humanas y gran destrucción ambiental, pero nunca fue considerado un error, sino la manifestación de la competencia exacerbada entre los estados imperiales por el dominio del mundo, el avance de la civilización y el progreso.
En los días que corren, el hambre real de millones de personas, las migraciones forzadas, la degradación ambiental, el uso indiscriminado de la energía de combustibles fósiles y nucleares, la degradación de suelos, las deforestaciones masivas, la acidificación de los océanos y mares, el derretimiento de los hielos polares, el calentamiento global, las guerras de baja intensidad, y la muy resiente y omnipresente pandemia Covid 19, son considerados externalidades no deseables y a pagar necesariamente como precio del progreso y el desarrollo económico.
En el mejor de los casos, a los desastres ambientales que se producen, los llaman externalidades del sistema de producción.
Por otro lado y como expresión de lo mismo, existe la convicción de que el desarrollo científico y tecnológico generara las condiciones para su superación. La solución vendrá de la mano de las nanotecnologías, de la biotecnología, de la informática, la microelectrónica etc.
La urbanización acelerada de las últimas décadas, no es más que una manifestación sintomática, demográfica, del mismo proceso, y da cuenta de cómo se va reestructurando la geografía mundial, la distribución de la población y la riqueza y los roles asignado a los distintos espacios geográficos y a distintos sectores sociales en la producción y reproducción de la humanidad bajo la direccionalidad capitalista.
Urbanización que sufrimos esta planteada como generadora de los espacios en donde invertir excedentes de capital y arrancar plusvalía a la clase trabajadora mediante la precarización, flexibilización, e intensificación del proceso de trabajo, mediante la capitalización del trabajo no remunerado de cuidados de niños y ancianos, de trabajo doméstico y explotación de la mujer. Es en estos espacios urbanos donde se produce mayoritariamente la realización del valor encerrado en todas los bienes y servicios producidos que tienen en esta masa urbana en aumento , su destinatario final.
En este escenario, seguir diciendo que la producción campesina produce el 70 % de los alimentos que necesita la humanidad en el 25 % de la superficie agrícola mundial, en el mejor de los casos aporta datos de interés para quienes todavía no han podido hacerse de la totalidad de los recursos disponibles como para poder explotar la población y sus bienes comunes en su totalidad.
Pero presentar esta situación disociada y descontextualizada de lo que pasa con el conjunto de la población mundial de la que es parte la fracción campesina e indígena, hace que surja la idea, de que esto que se describe de manera parcial, aparezca como una reacción autónoma y autogestionada del conjunto del campesinado mundial. Como que el campesinado se asignara a sí mismo la función de ser proveedor de alimentos de calidad al resto de la población mundial.
A mi entender nada más lejos de la realidad. Creo que estamos ante la agonía de un sector dentro de la estructura de producción agropecuaria mundial, que todavía sigue usando las tierras que le quedan y que pierde constantemente para la producción de alimentos que, al estar destinada al mercado y tiene todavía en él la posibilidad de su colocación.
La agroindustria produce para el mismo mercado y condiciona con volúmenes y precios la producción campesina, ya que trabaja sobre la conciencia de los consumidores impidiendo que estos puedan distinguir las virtudes de calidad que se atribuyen a los productos campesinos. Al hacer un análisis de los procesos y tendencias, podemos apreciar que quienes son los destinatarios de la producción no deciden por las virtudes cualitativas de los productos que consumen, si por su precio, y que esto se constituye en un indicador claro de que no hay una estrategia común entre campesinado y la población destinataria de su producción mayoritariamente urbana.
Esto explica de alguna manera las tendencias observables en distintos trabajos publicados, en términos de cantidad de productores, de tenencia de la tierra y de condiciones de producción existentes entre el campesinado. De todo esto se desprende con claridad que, de no mediar un cambio profundo, de carácter estratégico en el proceso organizativo entre campesinado y sociedad urbanizada, aquellos están condenados a desaparecer y la sociedad urbana quedara reducida a su rol meramente consumidor de lo que una minoría, la que definitivamente se quedara con la totalidad de las tierras agrícolas, decida producir para ella
Así las cosas, me parece que no se puede hablar de sectores por separado, como si fuesen instancias independientes e inconexas entre si y además desconectadas del conjunto del sistema productivo del que son parte. Creo que para poder visualizar mejor lo que sucede es necesario proyectar la dinámica poblacional en su conjunto, es decir, cómo evoluciona y evolucionara la población mundial y en ese contexto, ver como esta y cómo evolucionara el campesinado de no mediar cambios sustantivos en el sistema vigente
Se me ocurre que es importante evaluar tanto los totales y tendencias de los absolutos poblacionales así cómo el peso relativo y la distribución de la población urbana y rural en general. Además, ver como se produce este fenómeno en las distintas partes del planeta, teniendo en cuenta la enorme diversidad ecosistémica, cultural, religiosas, raciales y políticas existentes.

En este sentido la ONU dice:“Los cambios resultantes en el tamaño, la composición y la distribución de la población mundial tienen consecuencias importantes para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), acordados a nivel mundial para alcanzar mejoras en la prosperidad económica, el bienestar social y proteger el medio ambiente.”
“Muchas de las poblaciones de más rápido crecimiento se encuentran en los países más pobres, donde el crecimiento de la población presenta desafíos adicionales en el esfuerzo para erradicar la pobreza, lograr una mayor igualdad, combatir el hambre y la desnutrición, y fortalecer la cobertura y la calidad de los sistemas de salud y educación para no dejar a nadie atrás”.
– La población mundial sigue aumentando, pero las tasas de crecimiento varían significativamente según las distintas regiones
– La migración se ha convertido en un componente importante del cambio poblacional en algunos países
– Un número creciente de países experimenta una reducción en el tamaño de su población
– La población mundial está envejeciendo, al tiempo que el grupo de edad de 65 años o más es el que crece más rápidamente
– En los países más pobres las personas viven 7 años menos que el promedio mundial
– El crecimiento de la población en edad de trabajar crea oportunidades para el crecimiento económico

Según estimaciones de la misma fuente en el año 2018 el 55 % de la población mundial estaba urbanizada y se estima que hacia el año 2050 este porcentual se elevara al 68 % pero de una población que se estima próxima a los 9000 millones de habitantes.
Como consecuencia de la migración del campo a las ciudades y del crecimiento poblacional, se estima que para el 2050 habrán 2500 millones más de habitantes urbanos.
En el mismo periodo de tiempo, la población rural que actualmente está estimada en 3400 millones de habitantes, se reduciría a unos 3100 millones de personas. El 90 % de la misma vive en África y Asia. India es el país con más población rural, tiene 893 millones de habitantes rurales.
Las aglomeraciones urbanas de más rápido crecimiento serán aquellas de aproximadamente un millón de habitantes, muchas de ellas estarán en Asia y África. ¿Sera casualidad que son estas las regiones del planeta que tienen más superficie de tierra agrícola, 1990 millones de hectáreas una y 1242 millones la otra?
Si consideramos las poblaciones de China e India, el tamaño de sus superficies agrícolas y el número y tamaño de las pequeñas fincas, y que son los países con menor población urbana relativa, podemos prever el impacto que tendrá en ellas, y en el campesinado en particular, el proceso de urbanización estimado.
Se estima que 1 de cada 8 habitantes urbanos viven en 33 megaciudades del mundo, y que aproximadamente el 50 % de la población urbana está radicada en ciudades de menos de 500.000 habitantes
Este proceso urbanizador no será uniforme en todos los continentes del planeta. Se prevé que este crecimiento se dará en unos cuantos países. Por ejemplo: el 35 % del crecimiento poblacional urbano estimado se dará entre un acumulado entre China, India y Nigeria.
La población urbana total del mundo pasó de 750 millones en 1950 a 4200 millones en 2018.
Teniendo aun una población urbana relativamente baja, el 54 % de la misma esta en Asia, seguidas por Europa y África con un 13 % respectivamente.
Las regiones más urbanizadas del planeta son Norteamérica con el 82 %, América Latina con el 81 %, Europa con el 74 %, Oceanía con el 68 %. Asia tiene el 50 % de población urbana y África, el 43 %

Según Grain, sobre un total de 5080 millones de hectáreas agrícolas en el planeta, y 609 millones de fincas, la población rural campesina e indígena ocupa el 25 % de las mismas, esto es 1252 millones de hectáreas, distribuidas en 562 millones fincas que tienen un promedio de2 has por finca. Si se excluye de este total las pequeñas fincas de la China e India, el porcentaje indicado más arriba se reduce al 17,2 %.
En dos tercios de los países, las fincas pequeñas representan el 80 % del total de las fincas existentes. Solo en nueva países de la Europa Occidental son una minoría.
Como consecuencia del desarrollo del sistema capitalista se está empequeñeciendo el tamaño de las fincas y además, se están perdiendo rápidamente millones de ellas y millones de agricultores. En la UE las pérdidas se cuentan por millones. En Europa oriental el proceso comenzó después de la caída del Muro de Berlín y la expansión de la UE hacia el este. El mismo proceso se da en mayor o menor cuantía en todas las regiones del planeta.
Si este es el escenario actual en términos de población total y de su distribución urbana y rural, si estas son sus tendencias y proyecciones, todo indica que no solo habrá menos población campesina indígena productora de alimentos, sino que la superficie de tierras destinadas a este objetivo, según lo vemos hoy, también habrá mermado. Como contrapartida, la población total demandante de alimentos habrá aumentado, y también habrán aumentado, en la medida del aumento de su urbanización, su dependencia de actores externos para lograr la satisfacción de sus necesidades vitales de alimentación, agua, sanidad, energía, espacio
No me parece correcto decir que porque se pierda la población campesina e indígena que hoy producen alimentos, la humanidad habrá perdido la facultad de producir alimentos. En la medida que la alimentación sea clave en la valorización de la fuerza de trabajo del conjunto de los asalariados, y además, en tanto necesidad vital de toda la humanidad, una fuente inagotable de ganancias, siempre habrá una fracción de tierras destinadas a tal fin. Lo que cambiara serán los poseedores y usufructuadores de las mismas que en vez de ser población campesina, serán representantes del 1 % de la sociedad.
Las demás tierras agrícola ganaderas concentradas por la clase capitalista, por el 1%, seguirán con su derrotero de producción de materias primas para procesos industriales que elaboran productos para ser consumidos mayoritariamente en los espacios urbanos que ahora tendrán dentro de ellos a toda la población campesina e indígena expulsada de sus tierras.
Por todo lo expuesto, entiendo que no es correcto anteponer al modo de producción campesino caracterizado como más eficiente, de mayor productividad, mejor uso de los recursos, mayor calidad nutricional etc. al sistema agroindustrial, argumentando que este se caracteriza por lo contrario, ineficiente, degradador de los recursos, insustentable etc. Y no digo que no sean ciertas unas y otras afirmaciones, pero lo del sistema agroindustrial, no es error, es su esencia
Del mismo modo, no creo correcto que se atribuya a la producción campesina las virtudes que se le asignan, no porque no las tenga, sino porque no son una expresión política en respuesta al sistema agroindustrial. Es la inercia del conocimiento surgido en otro contexto histórico y que se sigue manifestando como continuidad de un proceso en donde los protagonistas vienen reduciéndose de manera permanente. Tampoco se puede atribuir a la cosmovisión indígena ser una respuesta al sistema que los expulsa. Es lo que va quedando y todavía no ha podido ser cooptado y o destruido.
En ambos casos, pueden llegar a ser conocimientos y valores política e ideológicamente estratégicos para enfrentar el sistema. Parecieran estar dadas las condiciones sociopolíticas, económicas, ambientales para lograrlo. Que lo sean o no, dependerá que sean incorporados como pilares estratégicos del accionar conjunto de la sociedad, urbana y rural, que, en una clara actitud de enfrentamiento y superación del sistema capitalista, los enarbole como patrimonio del conjunto y no de un determinado sector. El conjunto de la sociedad tiene en ellos un potencial arsenal para luchar por su liberación y desarrollo.
Por esta razón me parece muy importante poder pensar y trabajar activamente en una estrategia del conjunto de la mayoría de la sociedad para atender la cantidad importante de problema que tenemos actualmente y que se incrementara en las décadas venideras: más población total, más población urbanizada y absolutamente desvinculada de su entorno natural, con mas necesidades, menos posibilidades de satisfacerlas independientemente, con alta dependencia de grupos económicos concentrados que tienen en esas masas. Por otro lado una estructura agropecuaria campesina indígena debilitada, con serios y profundos problemas estructurales hacia su interior, con fuerte incidencia del patriarcado, en donde la mayor parte de la fuerza de trabajo en la producción de alimentos, la aportan las mujeres. Mujeres explotadas dentro del conjunto de los explotados. Con mercados día a día más reducidos y condicionados.
Pareciera ser relativamente claro que hoy, dada las condiciones existentes, el campesinado trabaja para producir alimentos baratos que contribuyen y contribuirán en el futuro, a abaratar los costos de la fuerza de trabajo urbana que la clase capitalista necesita explotar el conjunto de los/las trabajadores/as de la estructura productiva. Clase trabajadora que está sometida día a día a condiciones de mayor explotación de su fuerza de trabajo. Distintas vías se utilizan para lograrlo, subcontratación, tercerización, flexibilización del proceso del trabajo. Día a día más débil, más desorganizada y desideologizada. Sufriendo día a día el impacto de la incorporación masiva de la tecnología al proceso de producción que los relega y subordina a la máquina.
Al igual que campesinos e indígenas, la clase trabajadora, tiene un enorme arsenal potencial en la medida de su concientización respecto de su papel fundamental en el desarrollo y proyección del capital. Fundamental para la extracción de plusvalía en el proceso de trabajo productivo de bienes y servicios, e igualmente clave, en tanto consumidores, en la realización de esa plusvalía arrancada en el proceso del trabajo por el capital, a través del proceso del consumo de aquellos bienes y servicios.
El proceso producción y consumo se articula y unifica a través de los medios masivos de comunicación, de redes sociales, Internet y Estados Nacionales, con los que el 1% logra crear las condiciones políticas ideológicas necesarias para el consumismo a ultranza, cautivas las personas de la infraestructura urbana creada a tal fin.( ver nota nativos digitales)
De esta manera el grueso de la sociedad urbanizada y el menor porcentaje de población rural, servirán sin más a los intereses de una clase capitalista día a día más concentrada, con más poder y numéricamente reducida. La lucha de clases es manifiesta. Por un lado la clase capitalista poseedoras de los bienes de producción necesarios para la producción urbana y rural de bienes y servicios, y por otro, la clase trabajadora, los desocupados/as, y el campesinado fuentes generadoras y realizadoras de valor a través de los procesos de la producción y el consumo
Enormes diferencias culturales, raciales, religiosas, políticas ideológicas cuantitativamente multiplicadas por millones, sumados a su dispersión geográfica dificultan la posibilidad de la unidad de la clase trabajadora.
Poder ver el escenario como un todo, y no a sus partes por separado, es un primer paso para su comprensión y para que surja a partir de esto, la necesidad de su superación, de la unidad organizativa y un programa de acción conjunto, que materialice como patrimonio común, la producción campesina, la cosmovisión indígena, y la enorme fuerza de la clase trabajadora urbanizada.
Decir, como dice la nota, que los gobiernos podrían instrumentar políticas publicas sostenidas en la producción campesina es por lo menos una ingenuidad… es pensar que no lo saben… es pensar que los gobiernos de los distintos estados del mundo, están equivocados y o faltos de información como para adoptar políticas distintas… Es como si no pudiésemos ver que el Capitalismo tiene en las estructuras estatales, sin distinción de tintes políticos de sus circunstanciales gobernantes, una herramienta importante para su acumulación y reproducción en el mundo entero.
La degradación como incentivo a las inversiones y a maximizar ganancias
Los problemas que el sistema genera son a futuro o ya no tanto, fuente de inversiones y ganancias. Es la destrucción que sienta las bases para desarrollar la reconstrucción lucrativa. Ej. Bayer comienza a pagar bonos de carbono a productores que regeneren sus tierras, después que estos las destruyeron utilizando la tecnología que impulso previamente Monsanto y todas las demás empresas que como esta, necesitaban ganar destruyendo recursos. Son muchos los ejemplos de regeneraciones lucrativas.
En este contexto de la regeneración de tierras, previamente vaciadas de personas por las tecnológicas destructivas utilizadas masivamente, permite o permitirá la producción de alimentos más baratos. Esto abaratará los costos de la Fuerza de trabajo utilizada en las ciudades, y permitirá incrementar la productividad que viene de la mano del desarrollo tecnológico aplicado a los procesos productivos. Desarrollo tecnológico que aplicado al campo, a escala acorde a las demandas y con posibilidades de utilizar los recursos como los utiliza la familia campesina, casi al detalle, permitirá no solo regenerar las tierras degradadas sino que se constituirá en un incentivo para ir por las tierras que todavía están en manos de los campesino, la módica suma de 1252 millones de hectáreas.
En un mundo que se debate con el cambio climático, en parte producido por el paquete tecnológico aplicado en la agricultura imperante y el uso masivo de combustibles fósiles, las energías alternativas se constituyen en un gran aliciente para futuras inversiones. Producir consumiendo menos energía fósil, esto es captando energía solar a través de la fotosíntesis ahora aumentada haberse aumentado la superficie foliar total en las tierras regeneradas, permitirá producir de manera más barata, más eficiente. Tierras que día a día va perdiendo el campesinado y es apropiada por del 1% de la humanidad .Estas tierras, sumadas a las que ya tienen, son fuente potencial de un enorme negocio y que además cuenta con un beneficio adicional, la revivificación del planeta… Los capitalistas serán lo que serán, los podemos acusar de lo que nos plazca, pero no son suicidas y en la medida en que cambiar la matriz energética y los modos de usar los recursos tierra, agua, biodiversidad, se constituyan en su nueva fuente de ganancia, no dudaran en caminar en este sentido. Ya lo están haciendo.
Puede que presenciemos una lucha entre capitalistas, entre los agroecológicos y los ortodoxos, pero a no dudarlo, la disputa se dará entre capitalistas a expensas del 99% que somos de palo.. O peor para nosotros y mejor para ellos, hemos quedado reducidos a seres vivientes que, urbanizados, encerrados en los enormes FeedLots en que se constituyen las ciudades, tendremos que ser alimentados para poder generar los trabajos que el sistema necesita para su reproducción y perpetuación en el tiempo. Supermercadismo, consumo masivo de artículos suntuarios, redes sociales, internet, serán los instrumentos para garantizar el mejor tranquilizante social y político, la dominación ideológica de la mayoría de la población y el adormecimiento de nuestras conciencias.
No hay perspectiva para la producción campesina… NO hay perspectiva para el campesinado por si solo. Tampoco la hay para la clase trabajadora urbana sola. Hay si posibilidades para una sociedad distinta, distribuida de manera diferente en función de perspectivas de vida claramente distintas a las que están en vigencia. Esta sociedad distribuida en toda la geografía del planeta, tiene que compartir la idea de la necesidad de construir un modo de producción y consumo distinto. Entendido esto, para esta nueva sociedad, algunos tendrán que cumplir la función de productores de alimentos, otros de la tecnología necesaria para hacerla, unos tendrán que vivir en las áreas rurales, otros en ciudades más pequeñas que las actuales, pero todos, entendiendo que son expresión de un proyecto único, que los integra y da organicidad al conjunto.
El cambio es radical y esencialmente político e ideológico
En tanto las mayorías urbanas cada día más disociadas del entorno natural del planeta sigan viendo el problema de la tierra como un problema de los del campo, de los campesinos, y no entiendan su importancia como consumidores en el desarrollo de una estrategia orientada a cambiar el modo de producción y consumo. En tanto los campesinos e indígenas, se sigan viendo como fracciones distintas y ajenas a los destinos de la sociedad urbanizada, y sigan viendo la ciudad como el farol orientativo de sus vidas y en tanto no podamos entender que tenemos que estar unidos y organizados como clase trabajadora y campesina indígena, construyendo un nuevo planeta, una nueva manera de vivir y relacionarnos, un nuevo paradigma civilizatorio, seremos cada día más una masa amorfa y sin identidad, de seres vivientes reducidos a su función de consumidores y explotados. Los nativos digitales del futuro. Está en nosotros/as la posibilidad de ser, de vivir en libertad y soberanamente.
Conclusiones:
    1.    La manera actual de producir de la población campesina indígena, responde a la inercia histórica de un proceso que repite conocimientos y formas de uso que están en decadencia numérica. Tienen un enorme potencial política ideológica.
    2.    La cosmovisión indígena es una consecuencia del mismo proceso, tiene el mismo potencial
    3.    Ninguna se manifiesta como resistencia elaborada y explicitada contra el sistema capitalista.
    4.    Las ineficiencias atribuidas al sistema capitalista en general y a la agroindustria en particular, son su razón de ser, su esencia. No son errores.
    5.    La clase trabajadora urbanizada, tiene un enorme potencial de resistencia política en tanto y en cuanto tome conciencia clara de su rol y funciones en el desarrollo del sistema. De ella depende el sistema en su conjunto.
    6.    Campesinos, indígenas y clase trabajadora, en la medida de su alianza estratégica son elementos claves en el proceso de cambiar definitivamente al sistema capitalista y generar las condiciones para su superación.
    7.    En la medida que no se considere y se erradique el trabajo no pagado de cuidados, el trabajo y explotación de las mujeres, el patriarcado, no hay opción liberadora.
    8.    De no producirse tal alianza, el campesinado y población indígena desaparecerán inmerso en el proceso urbanizador que nos condena a todos/as a quedar reducidos a una masa informe de consumidores dependientes de los dictados del 1%.
    9.    Este marco general tendría que oficiar de referencia para todos y cada uno de los trabajos que desarrollamos y o intentamos desarrollar en los espacios locales y o regionales en los que nos encontramos. Este contexto resinifica políticamente lo que hemos hecho, hacemos y proyectemos hacer.


Puerto Madryn 2-11-20 Fuente: Resumen Latinoamericano

 

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