México: Pan American Silver, una empresa criminal. El caso de La Colorada
La comunidad La Colorada, en el Estado de Zacatecas, México, pudo comprobar en carne propia cómo Pan American Silver fue ocupando sus territorios hasta el punto de obligarlos forzosamente a dejar sus hogares. Para poder realizar su extracción minera a gran escala, la empresa canadiense fue realizando un lento trabajo social en donde privó a las familias de su sustento, les quitó las zonas de cultivo y pastoreo, compró gente de la comunidad para que se retire y finalmente expulsó de sus hogares por la fuerza a quienes habían decidido quedarse, demoliendo cerca de 150 viviendas: un pueblo entero.
Por Julián Raso para Noalamina.org
En otro capítulo de tantos en que la minera Pan American Silver demuestra su desprecio por las comunidades donde se instala, se destaca lo que hizo en La Colorada, municipio de Chalchihuites, Estado de Zacatecas, México. Allí inició un proyecto en el año 1998, y mientras ofrecía promesas y trabajo a quienes ahí vivían, les iba de a poco quitando las posibilidades de continuar con la agricultura local. Fue en 2015 cuando la población comprendió que el campamento, las casas que la empresa estaba construyendo, no eran para las familias de los trabajadores. Iban a avanzar sobre sus propias casas y mudarlos forzosamente a casas prefabricadas, dentro del yacimiento y junto a las maquinarias.
El gobierno no brindó ninguna respuesta. Pan American Silver ya tenía arreglada la expansión de la mina con los políticos de turno y los pobladores de Las Coloradas descubrieron que la contaminación no era solo ambiental. La minera había corrompido las instituciones.
Muchos de los habitantes de Las Coloradas ya estaban comprometidos con la empresa: habían accedido a algún tipo de empleo, y si se quejaban por la expulsión de sus hogares también perdían su única fuente de sustento. Algunas personas ya habían emigrado ante la falta de oportunidades, otras habían vendido sus casas y terrenos. Quienes decidieron quedarse, tuvieron que abandonar sus hogares cuando las máquinas de la empresa acompañadas por fuerzas de seguridad privadas y aramas largas, llegaron para demoler sus casas.
¿Cómo era la comunidad antes de que llegara Pan American Silver?
Miguel: Era una comunidad que se dedicaba a la ganadería y la agricultura a baja escala. Cuando llegó esta empresa y se instalaron en nuestra comunidad, todo se fue dando poco a poco. Fueron cerrando los caminos, los accesos a las parcelas y los animales empezaron a morir. Pues nosotros nos quejábamos con el gobierno y no hacían nada, para ellos es más importante ese tipo de empresas que las comunidades agrícolas o campesinas. Se nos ha complicado mucho en ese sentido. Era una comunidad completamente dedicada a la agro ganadería.
Ámbar: Era muy común los huertos de traspatio y los huertos familiares, grandes lugares donde se tenía peras, uva, naranjas, nuez. La comunidad era sostenible por si sola porque vivía de lo que se cosechaba y lo que se daba en su tierra. Con costumbres y tradiciones, una comunidad muy unida, alegre y sobre todo muy libre. La libertad se extraña tanto, porque ahora no se tiene para nada.
Imágenes aportadas por Miguel y Ámbar, sobre la vida en La Colorada antes del arribo de PAS
Cuando llega esta empresa, ¿Qué prometieron a la población? ¿ Les consultaron?
Miguel: Pues desafortunadamente nunca tuvieron la atención de comunicarnos, ni tanto por el gobierno ni por ellos. Simplemente llegaron y se instalaron. Nosotros tratamos de defendernos pero desafortunadamente tenemos un gobierno muy corrupto que les dio la oportunidad, sin consultarnos a nosotros ni a nadie, de asentarse ahí.
Ámbar: Desgraciadamente los pueblos que son defensores de los Derechos Humanos como de nuestra Madre Tierra somos tratados como criminales. Desgraciadamente acá si estás peleando, estás tratando de obstruir la economía, o el trabajo. No entienden la importancia que tienen las raíces, el origen de las personas. Y te señalan como si fuera en cierta forma malo lo que estás haciendo. Pero si se pusieran a pensar desde nuestra forma de ver, toda la destrucción de tu vida, tu tierra, tu forma de ser, la tradición, la cultura, la libertad… Creemos que la sociedad pensaría diferente, pero ahorita todo está enfocado a la economía y al dinero. Y no a la tierra que es la razón de ser de la vida.
¿Qué cambió con la llegada de Pan American Silver?
Miguel: Cambió muchísimo. Por ejemplo para nosotros la libertad, la forma de vida a la que estábamos acostumbrados, ya se terminó. Toda esa libertad, esas tradiciones, las costumbres que teníamos pues ya se acabó todo. Se destruyó el tejido social. Nuestra comunidad era unida y hoy ya no. Formaron un conflicto entre la misma población separándonos en dos grupos, unos a favor y otros en contra. Ofreciéndoles a los otros supuestamente el bienestar de las familias y que con la minería iba a cambiar su vida, a estar mejor y no. Nada más fue uno de los pasos para despojarnos de nuestro territorio, de nuestra tierra. Eso es lo que vemos que ha cambiado.
Ámbar: Llegó a nuestra comunidad y poco a poco fue haciendo el desplazamiento, despojándonos aún sin darnos cuenta. (La empresa) es muy silenciosa, muy minuciosa. Entra en tu comunidad y los trabaja viendo qué forma de vida tiene cada uno, y cómo poder separar ese tejido social y así usar una parte de la población para que ataque a sus propios compañeros de comunidad y así se haga un conflicto. Y al fin y al cabo esperar a que ellos sólos se destruyan y acabar con el equipo más pequeño.
Y así es como ella trabajó, separó la comunidad, a su parte la llenaba con beneficios, con promesas, a lo último acabó comprándolos. Se fueron de ahí por el progreso. Pero nosotros tenemos una perspectiva muy diferente de lo que es el progreso. Para nosotros el progreso es seguir cultivando como nuestros ancestros e ir transmitiendolo a los que siguen, a las nuevas generaciones. Para que perdure el amor a la tierra, el amor a la vida, el amor a lo que nos da la vida. Al fin y al cabo el dinero se va y la tierra se va a quedar. Si la cuidamos es la que nos va a dar la vida. No se dan cuenta que con estos proyectos sólo nos estamos dañando. Pero desgraciadamente no toda la sociedad pensamos lo mismo.
La empresa empezó un proyecto de un tamaño, y una vez instalada avanzó sobre el pueblo. Hay denuncias muy graves, gente que tuvo que dejar sus casas porque desgraciadamente tenían la mala fortuna de vivir arriba de estos minerales codiciados por la empresa. ¿Cómo fue en su comunidad esta situación de desplazamiento forzado?
Ámbar: Esta empresa (Pan American Silver) llegó en 1998. Desde entonces fue apoderándose poco a poco. En el 2014 notamos que estaban haciendo una unidad habitacional a unos pocos metros de la comunidad. Nosotros pensamos que esos campamentos eran para las personas que estaban trabajando, que iban a traer sus familias. Pero ya se estaba tramando lo que se iba a hacer: en el 2015 fue cuando se dio totalmente el despojo, cuando se nos dijo que si no dejábamos nuestras casas, iban a destruirlas aún con personas adentro. Nosotros fuimos al Ministerio Público y nos dijeron que no estuviéramos destapando hoyos porque después quién sabe cómo nos fuera. Desde un principio se nos fueron cerrando las puertas.
Entonces pedimos ver al gobernador pero no, nunca dio la cara. Llegó un secretario sólamente para ver que qué más queríamos. Si casas, amuebladas, que qué más. ¡No! Nosotros estamos defendiendo nuestra forma de vida. Eso no se acerca ni un poco a la forma de vida que tenemos. ¡Eso es una prisión para nosotros! (se refiere a las casas que construyó Pan American Silver para desplazarlos). Y se paró y se fue…
Continúa su relato indicando cómo aceptaron la representación de una licenciada que terminó traicionándolos: les dijo que en el gobierno tenía escrituras que indicaban que sus tierras eran de Pan American Silver, pero que no se las iba a mostrar porque “eran unos ignorantes que no las iban a entender”. Terminó indicándoles que la empresa y el gobierno se desligaban de lo que pueda llegar a pasar, porque les habían ofrecido conciliar y ellos no aceptaban…
La conciliación que ofrecían implicaba que ustedes abandonen sus casas…
Miguel: Sí. De hecho ahí lo que vimos es que Plata Panamericana, Pan American Silver, ya tenía comprado al gobierno de Zacatecas. Lo que percibíamos, ya lo tenemos bien vivido. Cómo funcionan, cómo arman todo con el gobierno para despojar a las comunidades. En contubernio la empresa minera con el gobierno unidos.
Ámbar: Cuando vieron nuestra negación nos dieron un ultimátum: se salen o se salen. Sino nadie se va a hacer responsable. Quedamos en shock, no sabíamos qué hacer, no teníamos la capacidad para entender lo que se avecinaba.
Miguel: El problema en el que nos íbamos a meter… De hecho después de todas esas amenazas nosotros regresamos a nuestra comunidad. A los poquitos días empezaron a tumbar las casas. Nosotros no aceptábamos salir. Decidimos quedarnos. Pero veíamos que no teníamos el apoyo del gobierno federal ni estatal, ni nadie, y la empresa empezó a tumbar las casas con los muebles adentro, había niños y gente mayor. Pues entonces decidimos salirnos e ir a la zona habitacional que ellos habían construido para despojarnos. Ahora, una vez que salimos y nos fuimos a las casas que ellos construyeron pues ya se sintieron como dueños. Presentando escrituras que no existen, que son falsas y ellos inventaron para podernos despojar. Y hasta ahorita estamos en un juicio donde no hemos vencerlos porque se amparan, pierden ante los jueces pero se amparan y se amparan ante una resolución y otra para hacernos la cansada y salir nosotros huyendo de ahí. Pero no vamos a salir de ahí. Vamos a seguir y resistir hasta las últimas consecuencias.
¿Qué ha hecho Pan American Silver y qué solicitan ustedes hoy por hoy?
Ámbar: Principalmente lo que estamos buscando es que se vayan. Donde estaban nuestros hogares ya no se puede estar por la alta contaminación. Tienen dos presas de jales (diques de colas) y van por la tercera. Funden cianuro, plomo, zinc. Hay respiradores a 50/30 metros de la comunidad, envenenando a las personas. Nosotros lo que queremos es que se vayan y nos restituyan nuestras tierras porque son nuestras.
En un principio obligaron a gente de la comunidad a trabajar en la mina porque les cerró caminos para las parcelas, a nosotros nos robó animales, hasta los corrales, postes, alambres todo se robaban, obligando a las personas a depender del trabajo (en la empresa). Ya estando en el trabajo, un año después los despide. ¿Cuál era su fin? Como los despido y aquí digo que son mis trabajadores y es un área de campamento, los corro y así queda libre. Esa era la idea de la empresa, pero no pensó que nosotros ibamos a llegar a este punto y a darle guerra. Porque para nosotros lo que importa es defender a nuestra Madre Tierra. Ahorita no tiene una idea de la explotación que tienen. Donde quiera están con perforaciones, con presas de cianuración, con fundición, con detonaciones que se escuchan y se sienten, vibran. Ellos están a gran escala, siguen sacando, ganando dinero. Piensan “estos se tienen que cansar porque no tienen forma de vivir ni de comer, ni de respirar porque los estamos matando”. Entonces piensan que nos vamos a cansar y vamos a optar por abandonar nuestra tierra. Es su finalidad. Pero en los juicios en los 5 años que llevamos no han podido demostrar que son dueños de las tierras.
¿Qué hay hoy en donde estaban sus hogares?
Ámbar: Nuestra comunidad ahora ya es muy pequeña. La mayoría de las personas ya no están. Algunas salen a trabajar y vienen para no abandonar nuestra comunidad, y estarnos apoyando. Pero ya la vida en sí es muy difícil por la contaminación a la que estamos expuestos.
Miguel: Acá el problema grande que vemos es cómo la empresa envuelve con su dinero al gobierno. Es el gravísimo problema que tenemos. Ellos como traen mucha inversión, mucho dinero, corrompen, los hacen corruptos y es ahí cuando atacan a nuestras comunidades.
Acá en Chubut en donde se quiere instalar Pan American Silver viven comunidades mapuche-tehuelches y pequeñas poblaciones en donde se ha visto durante mucho tiempo un abandono estatal, no están garantizados los servicios básicos. Me gustaría consultarles qué mensaje se les puede hacer llegar a esas personas que están en los territorios donde se va a instalar la empresa. ¿Qué pueden esperar de este supuesto progreso?
Ámbar: Pues principalmente que se paren y vean a su alrededor. Lo verde, el agua corriendo, sus animales, su libertad. Y hasta su propia vivienda. Que la vean bien y que le tomen una foto, porque ya jamás van a poder ver eso.
No sabemos qué enfermedades vayan a contraer, qué contaminación, si los ríos se vayan a contaminar, si ya no vayan a tener agua. La naturaleza, la fauna, la flora, toda se va a destruir. Que tengan en mente que por unos cuantos pesos van a destruir su vida, su naturaleza, sus raíces, su origen.
Es lo que hay que defender, nuestra Madre Tierra es lo que tenemos. Es lo único. Porque nosotros vamos a morir pero va a trascender la tierra, la vida. Pero con la minería esto se va a destruir, porque es una devastación. A ellos les importa lo que hay abajo de la tierra, lo que hay por encima viene siendo secundario.
Miguel: La vida de las personas no les interesa. Desarrollo no va a haber. Porque el único desarrollo es para ellos. Con el logro de que se desarticule una comunidad son ellos los que ganan. Las comunidades nunca ganan nada. No va a haber desarrollo, no va a haber progreso. Va a haber pura devastación y muerte. Eso es lo que les va a dejar a las comunidades si dejan entrar a estas empresas. Devastación y muerte.
Ámbar: Y que principalmente que valoren mucho la vida de los pequeñitos, porque son el futuro. Son los que más vienen a ser afectados con todo este tipos de sustancias que ellos emanan hacia afuera. Hay cánceres muy agresivos que se llevan a los niños. Y Dios mío, por unos cuantos pesos no vale la pena exponer la vida de nadie.
Desgraciadamente está la idea de los gobiernos cuando ven una tierra fructífera, los empiezan a abandonar. No dejan caer apoyos. Para que esta comunidad esté tan desesperada para que opte por cualquier oportunidad que les llegue a la mano. Así no llegan apoyos de nada para que estemos con la soga al cuello y que cualquier propuesta se nos haga una gloria. Porque no tenemos nada. Pero desgraciadamente no nos damos cuenta que lo tenemos todo cuando tenemos un pedazo de tierra en el cual cultivar para comer. Para eso no hay comparación, no hay ningún precio. Mientras tengamos tierra, árboles y vida lo tenemos todo.
Miguel: Qué bueno que ustedes tienen esa ley que no les permite a estas empresas asentarse. Qué bueno. Ojalá nosotros estuvieramos así. Luchen porque su gobierno los defienda y no los ataque.
Ámbar: Y no dejen entrar a estas empresas, porque ya entrando es muy difícil sacarlas…
Fuente: https://noalamina.org/latinoamerica/mexico/item/44705-pan-american-silver-una-empresa-criminal-el-caso-de-la-colorada