Hay tanta basura espacial que ya hemos perdido el control
En unos años la chatarra espacial se podría multiplicar por 50 y la atmósfera pierde capacidad para desintegrarla. Incluso, varios hogares han recibido inesperadas visitar “basura espacial cayendo en sus hogares”: ¿Cuál es la razón a esté fenómeno? Al parecer la frase de “El cielo se cae” no hablaba realmente del cielo, sino basura que la misma mano humana está depositando en el espacio. De acuerdo con la NASA, hasta la fecha se han lanzado cerca de 12.000 satélites, de los cuales aún están operativos 7.389. El resto son o están camino de convertirse en basura espacial. Mucha de esta cae al planeta y al chocar con la atmósfera se desintegra, pero el aumento de los niveles de dióxido de carbono está reduciendo la densidad de la atmósfera y podríamos dejar de contar con este escudo natural, situación que ya está pasando al parecer.
por Perla Vallejo
Los objetos espaciales son de muchísimos tipos. Los utilizamos para visualizar la superficie de la Tierra, para fijar coordenadas de objetos, para transmitir información, para otros muchos servicios. No se sabe con exactitud cuántos objetos han sido lanzados al espacio. Se estima la cantidad en un número alrededor de 28.000. De estos parece, pero tampoco es una cifra exacta, que unos 22.000 siguen orbitando la Tierra, de los cuales unos 900 son satélites operacionales.
El gran problema, es que cada vez se hace más fácil y barato enviar satélites al espacio, mientras paralelamente se hace muy difícil recolectar todos esos escombros flotantes. Cada pieza de esta basura, se calcula que tiene una velocidad promedio de 40 mil km/h, pudiendo provocar graves accidentes en naves tripuladas o destrucción de equipo valiosos.
Un problema que se intensifica
Cuando un satélite se deja de utilizar, sus últimos resabios de combustible se usan para ralentizarlo y hacerlo caer, para que entre en la atmósfera y se queme, desapareciendo. Si se trata de un elemento muy grande, como una estación espacial, es posible que no se consuma por completo y caiga en algún lugar del Pacífico Sur, donde la NASA postula que se encuentra el área más remota y deshabitada de la Tierra (dirigen su caída).
Sin embargo, hay objetos que no siguen está trayectoria pues los objetos empiezan a chocar entre sí, y se rompen, generando más objetos que se rompen, y chocan y generan más objetos que se rompen y chocan, desviando las direcciones y ocasionando objetos que puedan caer en alguna zona habitable.
Es decir, algunos de estos objetos caen hacia la Tierra al perder velocidad cuando rozan con una estratosfera que crece en radio en las épocas de gran actividad solar. Muchos más de estos objetos se queman por la fricción del aire, pero esto solo ocurre con objetos que caen en la dirección del radio de la Tierra que corresponda a su posición original de caída.
Un objeto esférico de un metro de radio y 4.000 kg/m3 de densidad, tiene una masa de unos 16.000 kg. Si orbita a unos 800 km de distancia de la superficie de la Tierra, alcanzaría una velocidad de 4.000 m/s, unos 14.400 km/h al entrar en la troposfera, a unos 11 kilómetros por encima de su superficie. A esa velocidad, el roce con el aire ha fundido el metal a unos 3 km por encima de la superficie vaporizado el objeto mucho antes de llegar a la superficie de la Tierra. Si el objeto es mayor, puede quedar un nucleo sólido sin fundir cuando llega a la superficie de la Tierra.
Fuente: https://ecoosfera.com/sci-innovacion/basura-espacial-por-que-cae-del-cielo/