Derrame del Exxon Valdez sigue en Alaska
Mark Kinver
El petróleo del derrame del Exxon Valdez fue encontrado sólo unos centímetros bajo la superficie.
Grandes cantidades del petróleo derramado en el desastre del Exxon Valdez en 1989 permanece debajo de las playas de grava de Alaska, reveló un estudio.
Un equipo de científicos —que presentó el estudio en la revista Nature Geoscience— encontró que el petróleo que se encuentra a sólo unos centímetros de la superficie se ha ido disipando hasta mil veces más lentamente que el de la superficie.
Al parecer, la falta de oxígeno y nutrientes en la grava hace más lenta la dispersión del crudo remanente.
Los resultados podrían tener implicaciones para la limpieza de futuros derrames, añadieron.
Uno de los peores desastres ambientales
Considerado como uno de los peores desastres ambientales de este tipo, el barco petrolero Exxon Valdez derramó 38.000 toneladas de petróleo en Prince William Sound, Alaska, después de que el buque encalló.
El barco petrolero Exxon Valdez derramó 38.000 toneladas de petróleo crudo en Prince William Sound, Alaska, después de que el buque encalló en un acantilado.
Como resultado, más de 2.000 km de costa se vieron afectados matando a miles de aves marinas y con un grave impacto en la industria pesquera de la región.
En los cinco años que siguieron al desastre, el petróleo mostró una dispersión a un ritmo de alrededor de 70% cada año.
La mayoría de las operaciones de limpieza en el área terminaron en 1992 porque se esperaba que el resto del petróleo se dispersara en pocos años.
Persistente legado
Un estudio posterior descubrió que el petróleo estaba desapareciendo a un ritmo de sólo 4% cada año y que un estimado de 20.000 galones se quedó en las playas.
Los investigadores —dirigidos por Michel Boufadel de la Universidad de Temple en Filadelfia, EE.UU.— llevaron a cabo un estudio de tres años en varias playas para averiguar la causa detrás de los persistentes depósitos.
El profesor Boufadel, director del Centro para el Desarrollo de los Recursos Naturales y Protección, dijo que las playas de grava que examinaron están compuestas de dos capas: una de nivel superior que es muy permeable y un nivel inferior que tiene muy baja permeabilidad.
Los científicos realizaron el estudio para descubrir por qué el petróleo se quedó "bloqueado" en las playas.
Boufadel explicó que si bien las dos capas son del mismo material, el nivel inferior se ha contraído como consecuencia de movimientos de las mareas, limitando el volumen de agua de mar que puede penetrar en la grava. En el estudio, el equipo observó que la capa superior almacena temporalmente el petróleo, mientras lenta y continuamente llena la capa inferior.
"Hay una gran cantidad de oxígeno en el agua de mar, por lo que se podría pensar que el oxígeno se difunde en la playa y baja entre 2-4 pulgadas (5-10cm) dentro de la capa inferior y llega al petróleo", afirmó Boufadel .
"Pero el movimiento hacia afuera (del agua dulce subterránea) en el nivel inferior bloquea la expansión del oxígeno hacia ese nivel".
Explicó que el oxígeno y los nutrientes son necesarios para sostener los microorganismos que "se comió" el petróleo.
Sin embargo, sin la necesidad de proporcionar los ingredientes clave para llegar al nivel más bajo, la biodegradación del petróleo se estaba produciendo a un ritmo mucho más lento.
"Nosotros sugerimos que una dinámica similar podría operar en las mareas de otras playas de grava de todo el mundo, que son particularmente comunes en regiones de latitudes medias y altas", escribió el equipo en su investigación.
"Por lo tanto, nuestros resultados son de aplicación directa para la susceptibilidad de las playas de todo el mundo por contaminación de petróleo a largo plazo y dar las pautas para remediar la contaminación por petróleo".
Además agregaron que el cambio climático está reduciendo la cubierta de hielo "exponiendo el Ártico a la explotación petrolera y el transporte marítimo" y aumentando el riesgo de derrames de petróleo en el futuro.
Boufadel y su equipo están ahora explorando la manera de ofrecer el nivel necesario de oxígeno y nutrientes a las zonas afectadas a fin de acelerar la disipación del petróleo restante.
BBC