El auténtico “Avatar”
Antes de Internet, los avatares eran vicisitudes que acontecían en la vida real de las personas, aunque con la moda virtual ya solo se conoce el significado de imagen, reproducción o logo con la cual se suele identificar el Nick del usuario para regocijo de una palabra que estaba al borde de la extinción. Es de esta última acepción de la que la película Avatar se hace eco para bautizar a los híbridos genéticos sobre los que gira la trama. Pero la palabra en cuestión, aún agradecida, se revuelve para mostrarse en todo su esplendor de manera que Avatar puede verse como una simple película de fantasía proyectada hacia el futuro, o como una alegoría de lo que sucede en la realidad.
Para ello, basta sustituir Avatar por Catástrofe, Pandora por La Tierra, los Na¨vi por cualquier tribu amazónica como los Yanomamo, el mineral que buscan para garantizar la energía, por el coltán del Congo, al personaje principal Jake Sully un ex marine en silla de ruedas que es enviado para ganarse la confianza de sus habitantes para traicionarles, por cualquier Oenegé o Iglesia Evangélica, y al malo de la “peli” encarnado por Stephen Lang…bueno, a este no hace falta que se le sustituya, dado que es fácil reconocer en el a los intereses Occidentales en la región, las escavadoras, los helicópteros, ametralladoras y demás armas, pueden dejarse también tal cual.
Este viejo truco para sortear la censura consistente en situar la acción fuera del marco histórico en un mundo imaginario que ya fuera utilizado por Cervantes en “Don Quijote” por Swift en “Los viajes de Gulliver” por Defoe en “Robinson Crusoe” por Carroll en “Alicia en el país de las maravillas” por Owell en “1984” por Exupéry con “El Principito” o tantos otros desde que Platón escribiera sobre la Atlántida, ha vuelto ha confirmar su excelente estado de forma esta vez a cargo de James Cameron, cuyos efectos especiales, calarán mejor en los espectadores que aquella otra obra maestra de Johnn Boorman titulada “La selva esmeralda” que buscaba retratar la cruda existencia de las tribus en su hábitat natural que a nadie interesa pagar por ver, y menos en 3D.
Pero para el director y productor de Avatar, esta argucia subliminal no sólo le tributará un éxito rotundo en taquilla; Además, al situar la acción en la más absoluta de las ficciones, no tendrá posteriormente que afrontar crítica alguna por enriquecerse a costa de nadie, como les ha sucedido a los productores, directores, y guionistas de la Oscarizada “ Quiero ser millonario” que ahora se ven presionados para garantizar a los niños indios que la protagonizaron, zapatos, alimentación, vivienda digna, educación, salud, y ya veremos si no les acaban concediendo una pensión vitalicia. Y es que es más grato verlo todo con gafas de colores y comiendo palomitas.
http://www.loquesomos.org/joom/index.php?option=com_content&view=article&id=4694:el-autentico-avatar&catid=31:solo-cine&Itemid=69
PD: “Avatar cuenta la historia de un ex-Marine que se verá envuelto en una guerra entre fuerzas alienígenas en un planeta lleno de exóticas formas de vida. Como un Avatar, una mente humana en un cuerpo extraterrestre, se encuentra dividido entre dos mundos, en una lucha desesperada por su propia supervivencia y por la del pueblo indígena” http://www.avatarpelicula.es/