La deforestación podría convertir a Haití en un desierto caribeño




A la tragedia que vive Haití hay que añadirle su desastrosa situación medioambiental. Los expertos en medio ambiente de todo el mundo han señalado desde hace tiempo el riesgo que enfrenta Haití de convertirse en el primer desierto de la región del Caribe, debido a la fuerte deforestación que enfrenta a consecuencia del consumo exagerado de carbón vegetal.
Las Naciones Unidas calculan que el 70 por ciento de la población haitiana utiliza carbón vegetal para cocinar. Haití ha perdido sus bosques por décadas, pero la tasa de tala y quema de bosques para convertirlos en tierra cultivable o matorral aumentó durante la década de 1990.

Actualmente, las reservas forestales haitianas desaparecen a una tasa de 15 a 20 millones de árboles por año, lo que amenaza con transformar radicalmente al país, otrora exuberante y frondoso.
 

 
"En general, creo que estamos acercándonos a un punto crítico en el que algunas regiones del país no podrán recuperarse", expresó Paul Paryski, especialista en medio ambiente del Programa de la ONU para el Desarrollo.

Los vendedores de carbón vegetal haitianos aseguran estar conscientes de que la deforestación es un problema, pero señalan que no tienen otra manera de ganar dinero para dar de comer a sus familias.

Haití es la nación más pobre del continente americano, con un ingreso per capita de aproximadamente 260 dólares.

Tierra destruida

Cada vez que llueve en Haití se producen deslizamientos de tierra. El huracán Georges, que pasó por la isla a finales de septiembre, provocó daños aún peores.

"El medio ambiente ha seguido deteriorándose", expresó Paryski. "Algunas áreas están tan desgastadas (por la erosión) que nunca volverán a ser lo que fueron".

La ONU dice que la erosión destruye cada año 36 millones de toneladas de la capa de humus (residuos animales y vegetales que fertilizan el suelo) del terreno haitiano. Las áreas de los alrededores de Gonaives, en el departamento de Artibonite, y porciones del noreste de Haití, son las más desforestadas.

Las luchas políticas internas y la crisis del gobierno, responsables de que Haití haya pasado 18 meses sin primer ministro, han agravado la desastrosa situación del medio ambiente.

El ministerio de Medio Ambiente, creado en 1995, no tiene un titular ni una ley que determine sus funciones, y recibe solamente 0,25 por ciento del presupuesto nacional, reveló el informe.

"Es prácticamente disfuncional", expresó Paryski, quien destacó que algunos donantes internacionales están ansiosos por trabajar con el gobierno para salvar lo que queda del medio ambiente, pero ello enfrenta el obstáculo de la falta de "un gobierno que esté motivado y dispuesto a tomar medidas".

Algunos defensores del medio ambiente resaltan el ejemplo de República Dominicana, la nación que comparte la isla de La Española con Haití.

El gobierno dominicano ha prohibido el uso de carbón vegetal para cocinar y subsidia el gas para estufas.

El agrónomo Dimitri Norris, quien trabaja en el ministerio de Medio Ambiente de Haití, expresó que el gobierno tomará medidas agresivas y que acaba de terminar un Plan de Acción Nacional del Medio Ambiente.

"Creo que este plan es un logro significativo. Ahora hay un plan de acción para el gobierno y los donantes que tiene que ver con la rehabilitación y protección del medio ambiente", expresó Norris.

Pero aunque el gobierno y grupos locales han iniciado campañas aisladas de siembras de árboles, esos programas aleatorios de reforestación no solucionarán los problemas de Haití, indicaron expertos en medio ambiente.

"Vemos que no hay árboles, entonces sembramos árboles, pero aquí no estamos atacando las raíces del problema", indicó Aldrin Calixte, quien trabaja con un grupo local de defensa del medio ambiente.
 
Fuente: Reuters

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