BOLIVIA: 2.500.000 de hectáreas de bosques depredados





La Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT), alertó que los bosques del país serán destruidos en un lapso de 15 a 20 años si es que sigue el actual ritmo de desmonte y chaqueo indiscriminado. Según su director ejecutivo, Cliver Rocha, en lo que va del año se han producido 5.152 focos de calor en el país, en una superficie de 336.740 hectáreas. Otros informes revelan que la deforestación ha hecho desaparecer un promedio de 250 mil hectáreas anuales, lo que equivale a más de dos millones y medio de hectáreas de bosques depredados en los últimos diez años.

En la actualidad hay un mayor control y aplicación de sanciones por las deforestaciones no autorizadas, pero todavía no se ha logrado crear conciencia en la protección de los bosques. La ABT, realiza un monitoreo permanente mediante satélite.
Durante el año 2009, la deforestación alcanzó a 55 mil hectáreas de bosques del oriente, de las que 40.854 hectáreas fueron objeto de la tala indiscriminada e ilegal, según el registro de la ABT, que informó que entre enero y junio del año pasado se autorizó solamente 460 Planes de Desmonte con una superficie total llega a 14.548,42 hectáreas, a nivel nacional, sin embargo, el abuso hizo que las quemas y chaqueos afectan una cantidad seis veces mayor.
De las casi 40 mil 854 hectáreas de desmonte ilegal establecido por la ABT el año pasado, el 66% (26.914 hectáreas) se encuentra en el departamento de Santa Cruz; el 30% en Pando (12. 470 hectáreas) y el 5% en Beni (1.471 hectáreas). Se trata de 59 casos de desmonte no autorizados que la ABT sancionó a través de multas a los infractores. Estas multas en total sumaron alrededor de 3.3 millones de dólares, sancionándose con 1.5 millones a los transgresores en Santa Cruz; 1.7 millones en Pando; y, 123 mil dólares a los radicados en Beni. Ahora, el nuevo director de la ABT anunció que se aumentará la multa de 0,20 centavos de dólar, que se cobra por hectárea quemada. Rocha dijo que, a partir de la próxima semana, se reunirá con los gremios productivos para suscribir un convenio para que se disminuyan las quemas y chaqueos en Santa Cruz y Beni.
El desmonte, en gran parte se efectúa mediante quemas, generando uno de los peores daños al medioambiente, destrucción de extensas áreas forestales y un irreversible daño al hábitat de muchas especies, debido a la perniciosa práctica del chaqueo, que en la mayoría de los casos se descontrola, dando lugar a incendios de grandes proporciones.
Estudios de las dependencias de Desarrollo Sostenible, señalan que los incendios forestales alcanzan cada vez mayores superficies boscosas, afectan el aprovechamiento forestal sostenible legal y, además, se constituyen en un peligro constante para las poblaciones cercanas a los sitios donde ocurren.

Entre el año 2000 y 2004, la tasa promedio anual de deforestación alcanzó a 300.000 hectáreas, siendo Santa Cruz el departamento más afectado. La deforestación en el oriente boliviano aumentó de 189.000 hectáreas por año, en la década de los años 90, a 291.000 hectáreas a principios de la década actual, debido a la expansión de la frontera agrícola, según los resultados de un estudio realizado por el Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado de la Universidad Gabriel René Moreno. El informe, coordinado por Timothy J. Killeen, científico de Conservación Internacional, ha sido complementado el trabajo con estudios de la NASA para compilar información desde los años 70 hasta 2004, es uno de los pocos documentos que refleja la deforestación en detalle y con precisión en todo el oriente boliviano. En los siguientes años ha habido un mayor control y el avance de la frontera agrícola ha sido menor. El 76 por ciento de los desmontes ocurridos durante 2005 se concentraron en el distrito oriental, representando 214.033 hectáreas. Los chaqueos algunas veces comienzan muy temprano, en los meses de junio y julio, época que, por carecer de lluvias, representa el mayor riesgo de descontrol. La mayor parte de los desmontes se producen entre agosto y septiembre, con la esperanza de que las lluvias apaguen los incendios, pero la realidad es que cuando se produce un descontrol es muy poco lo que se puede hacer.

http://www.jornadanet.com/Opinion/n.php?a=1876

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