Se insta a Rusia a que detenga los estudios sísmicos durante la temporada de cría de una ballena poco común
Expertos marinos advierten que los estudios sísmicos planeados alrededor de la isla Sakhalin afectarían a una frágil población de ballena gris occidental.
El gobierno británico está presionando a Rusia para que demore una polémica búsqueda de petróleo y gas debido al impacto potencial en las ballenas en peligro.
Rosneft, compañía de energía rusa propiedad del estado, planea llevar a cabo el estudio sísmico la próxima semana en aguas frente a la isla Sakhalin, en el extremo este del país. Los expertos marinos se muestran extremadamente preocupados sorbre el posible impacto en una frágil población de ballena gris. La próxima semana marca un momento crítico en la temporada de cría de las ballenas y el estudio tiene programado empezar cuando un número mayor de animales se encuentra en la región, incluyendo madres y crías.
Una carta a Rusia, coordinada por autoridades británicas y firmada por representantes de otros 11 países, incluyendo Francia, Alemania y Estados Unidos, pide a la compañía que cambie sus planes con el fin de proteger a las ballenas.
La carta fue enviada la semana pasada al ministro ruso de recursos naturales y se dice: 'Observamos que el estudio sísmico propuesto para julio de 2010 frente a la costa de la isla Sakhalin coincide con el periodo crítico en la temporada de alimento de la ballena gris occidental y celebramos que se considere su aplazamiento.'
Se estima que sólo quedan cerca de 130 ballenas de las cuales se cree que apenas dos docenas son hembras en edad fértil.
Los estudios demuestran que la contaminación acústica en el mar reduce la zona en la cual las ballenas pueden alimentarse y provoca alteraciones en su habilidad comunicativa. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el equipo empleado en los estudios sísmicos puede ser tan fuerte que las ondas expansivas resultantes pueden herir gravemente a las ballenas.
Rusia aun no ha respondido a la carta ni a las peticiones previas de los científicos y conservacionistas de aplazar el estudio.
En la reunión de la Comisión Ballenera Internacional el pasado mes, el cuerpo del comité científico dijo que era de 'preocupación extrema' el impacto en las ballenas e instó a los rusos a aplazar el estudio hasta el próximo año.
Julia Marton-Lefèvre, jefe de la UICN, escribió en mayo a Vladimir Putin, primer ministro ruso, solicitando una demora. El estudio planeado, dice, podría destruir años de cauteloso trabajo para proteger a las ballenas por parte de expertos en fauna salvaje y un consorcio rival de compañías de energía privadas que también están explorando la región.
Fuente: oceansentry.org