CANTOS DE SIRENA






Por Andrés Gillmore Director Corporación Costa Carrera.
 
El agua es importante para el desarrollo humano, y por ende para el medio ambiente el balance entre el uso y la preservación es de una importancia vital para la sustentabilidad, si se pierde, y se usa mas de lo que hay sin duda estamos en problemas. En la cuenca del Baker no escapamos a ello, y aunque convivamos con grandes masas de agua, estos recursos se deben cuidar y velar por ellos porque todos dependemos de ello para nuestro bien estar; la problemática en esta materia no es menor, considerando que no existe una estrategia que permita poder ver el futuro con claridad en el territorio de la cuenca del Baker en esta materia todo lo contrario, sobre todo ante la invasión de la transnacional ENDESA con su filial chilena HidroAysen, que pretende utilizar los recursos del río Baker y del río Pascua para generar electricidad para el norte del país, y lucrar en ello, poniendo en jaque a las comunidades de la cuenca, ya que la intervención de concretarse, afectara indudablemente las comunidades y sus procesos de desarrollo  y su calidad de vida
Al sobre volar los campos de hielo norte al sur de Aysén, entrando por el lago General Carrera por el valle del león, apreciamos como los campos de hielos han retrocedido, y comparativamente con lo que eran hace solo seis o siete años atrás, se aprecia el deshielo producto del calentamiento global, si lo comparásemos con los últimos veinte años la diferencia seria aun mayor, lo que no deja de ser preocupante, aunque la problemática no nos afectara de inmediato, pero el problema esta, y tenemos que enfrentarlo con altura de mira con una concepción de futuro. Según investigaciones realizadas hace algunos años por la Universidad de Concepción, en Aysén el clima en los próximos veinte años sufrirá cambios importantes producidos por el calentamiento global, que alteraran las temperaturas, llegando a puntos comparativos que hoy reconocemos como el clima de la octava región. Produciendo que nuestro entorno se torne mas templado y mas lluvioso, en un proceso vertiginoso que  cambiara totalmente nuestra relación con el medio ambiente, y por consecuencia nuestra cultura, y forma de hacer  y de relacionarnos, y tenemos que tener conciencia de ello. 
El agua es un bien finito, solo el 2,3 % de toda el agua que existe en el mundo es dulce, y de ese total solo el 0,7 esta disponible para la humanidad, así de claro, no se asusten  con los números, es suficiente a condición que sepamos administrarlo y no lo derrochemos. En los últimos veinte años no hemos tenido la capacidad de generar estrategias eficientes que definan eficientemente un programa de nacionalización del recurso, hemos carecido de la visión necesaria que nos permita tener conciencia con sustentabilidad de la significancia del recurso que hoy es estratégico para la sobrevivencia de las naciones. Tenemos un vacío en la generación de los protocolos de trabajo de intervención del consumo, industrial como residencial, que permita planificar el futuro con conciencia de su uso, con políticas que traspasen los gobiernos, y se transformen en políticas de estado, y nos permitan tener protocolos adecuados. La nacionalización de las políticas de consumo, y del uso eficiente sobre todo en su forma comercial, se ha transformado en los tiempos que corren en algo relevante e inmediato de necesidad urgente, si pretendemos crear las condiciones de desarrollo que permita claridad en los próximos cincuenta años. 
Ninguna política estatal guía a los empresarios que pretenden lucrar con el agua y su uso, no existe una fiscalización adecuada, posibilitando que en Aysén nos hayamos acostumbrado a tener que soportar que las comunidades que viven en las cuencas de la región, estemos sin acceso al agua en forma oficial, porque los derechos de sus uso los tiene ENDESA, y según la legislación vigente esto no se puede modificar. 
El nuevo gobierno recién asumido de Sebastian Piñera, ha manifestado la intención teórica por el momento, que necesita que se respeten las normas institucionales y  medio ambientales en todos los proyectos de desarrollo, y que nadie pretenda usar rompe filas para saltarse los procedimientos que obliga la ley, y los protocolos vigentes, y la presentación de los estudios necesarios que demuestren la viabilidad de los proyectos.
Dando a entender que organismos como la CONAMA y la COREMA en esta nueva administración, tendrán decisiones técnicas, basados en los estudios presentados, y que tendrán  independencia total en la toma de decisiones, sin regirse bajo los intereses políticos del gobierno de turno.  Al analizar esta postura del nuevo gobierno, con una visión aisenina, en vez de ver el vaso medio vacío, lo podemos ver bajo un prisma que nos permita ver luz al final del túnel y con ello salvar la región  Estos proyectos de alta inversión responden a consideraciones de costo y utilidad, en un balance que tiene que ser mas de utilidad que de costos, porque persiguen utilidades y no menores para que la evaluación sean positivas para la empresa. Lo que marca la diferencia en ese balance, es la inversión en tecnología que se usara para llevar adelante el proyecto, que es lo que finalmente marcara la viabilidad del proyecto, el resto es demagogia, y los que crean que estas empresas buscan el bien de su entorno, de las comunidades y de la gente, pretendiendo ser un aporte, es que aun creen en el viejo pascuero, el mundo de los negocios de alto impacto, se manejan por las consecuencias frías de los números. 
En los comienzos cuando se dio a conocer la intención de HidroAysen, el proyecto de inversión barajaba cifras mucho menores de las que se manejan hoy en día, 4 mil millones de dólares, hoy con la exigencia del medio, la sociedad aisenina, y la presión mundial, han subido las estimaciones a los 12 mil millones de dólares, lo que es una diferencia asombrosa de la intención inicial. Si reflexionamos en que hubiese sucedido si no hubiésemos exigido que se revisara el proyecto, sin presión alguna, con la primera estimativa, lo que hubiesen hecho habría sido una destrucción total del territorio de la cuenca del Baker, y no les habría importado hacerlo. Solo al quedar en evidencia han tenido que subir la inversión, y eso que aun no han podido responder la cartera de mas de mil observaciones realizados al estudio de impacto ambiental presentado, que demostró la verdadera intención de la empresa, invertir poco y ganar mucho y esa es la verdad el resto son adornos. Como precedentes en la región, esta lo ocurrido con los salmoneros, que se dijo en su momento que la falta de fiscalización en las normas ambientales los destruiría, y así fue. En el caso ALUMISA en el lago Yulton, donde gracias a un estudio del U.C. de Santiago del estudio presentado por la empresa, determino la improcedencia del proyecto, y su inviabilidad por la contaminación que generaría y se archivo la intención. 
Lo mismo con la mina de Fachinal, que destruyo el medio ambiente a orillas del lago Carrera y nadie dijo nada hasta su cierre.
Resulta complicado, y uno se queda sin palabras para hacer entender que de concretarse la intención de HidroAysen, y los ejemplos arriba mencionados lo demuestran, como territorio estaríamos perdiendo lo mas significativo que tenemos, y el costo será tremendo, y estaríamos desde ese momento en vías de extinción de lo que hoy conocemos y reconocemos como Aysén. No nos dejemos embaucar por cantos de sirena, amarrémonos al mástil como Ulises, y que pasen de largo sus cantos. Después será demasiado tarde.

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