El peligro está en el Ártico





Análisis de Stephen Leahy



UXBRIDGE, Canadá, sep (IPS) - La rapidez con la que el planeta pierde hielo en el Polo Norte sigue sorprendiendo a los expertos. El derretimiento es uno de los principales motores del sistema climático de la Tierra, además de modificar los fenómenos meteorológicos de forma impredecible.
Científicos alemanes encontraron otra pista contundente que confirma el recalentamiento global, causante del cambio climático: el hielo del Ártico se contrajo hasta un mínimo histórico.

El fenómeno también acelera el cambio climático más allá de la actividad humana con cada barril de petróleo, tonelada de carbón o metro cúbico de gas quemados.
El derretimiento del hielo del Ártico superó el último mínimo registrado en 2007, informaron investigadores de la alemana Universidad de Bremen el jueves 8 de este mes.
Otros centros de investigación con diferentes herramientas de análisis y satélites señalaron que todavía no se superó la extraordinaria disminución de hielo registrada ese año y que 2011 ocupa el segundo lugar.
"Creemos que quedará justo por debajo de la marca, pero poco importa", señaló Mark Serreze, director del Centro Nacional de Datos sobre Hielo y Nieve, con sede en la ciudad estadounidense de Boulder, en el estado de Colorado.
"Lo extraordinario de este año es que no hubo episodios climáticos raros como los que crearan las condiciones perfectas para el deshielo de 2007", dijo Serreze a IPS.
Este verano boreal fue normal, pero el hielo desapareció en un volumen similar al de 2007.
"Eso nos dice que la capa de hielo es demasiado fina para mantenerse en condiciones normales", explicó.
El Paso del Noroeste y la Ruta del mar del Norte, alrededor del Ártico, están abiertos otra vez, como ocurre todos los años desde 2007. Un buque cisterna atravesó el océano en un tiempo récord de ocho días desde Houston, Estados Unidos, hasta a Map Ta Phut, Tailandia.
La pérdida de hielo este verano duplicó a la de hace 30 o 40 años.
Un niño o niña nacido en el advenimiento de la era satelital, cuando la humanidad pudo mirar por primera vez la inmensidad congelada, tendría hoy 32 años y habrá visto que más de tres millones de kilómetros cuadrados de hielo, la superficie de India, desaparecieron entre el verano de su nacimiento y esta temporada estival.
Es casi seguro que no habrá hielo en el Ártico en verano cuando un niño nacido en 1979 cumpla 50 años. Es un cambio rápido a escala planetaria, con consecuencias de largo alcance, un fenómeno que los científicos apenas comienzan a comprender.
Una de las consecuencias es la aceleración del cambio climático mientras el Ártico pasa del blanco al azul oscuro y el océano absorbe tremendas cantidades de calor durante las 24 horas del día en la temporada veraniega.
Se prevé que esa situación agregue una cantidad adicional de alrededor de 0,3 vatios por metro cuadrado de energía calórica a las tierras emergidas y a la superficie del agua del planeta, calculó Stephen Hudson del Instituto Polar Noruego.
Es una cantidad de energía suficiente para encender una luz LED nocturna por cada metro cuadrado en los 510 millones de metros cuadrados de tierras emergidas. En ese contexto, la temperatura global aumentará 0,25 grados, dijo a IPS el especialista Johan Abrajam, de la Universidad de St. Thomas, en Minnesota, Estados Unidos.
La enorme cantidad de calor se concentrará primero en el Ártico, donde las temperaturas ya son en promedio entre tres y cinco grados superiores a las de hace 30 a 40 años.
El calor adicional amenaza con encender la mecha de la mayor "bomba de carbono" del mundo, la vasta región de 13 millones de kilómetros cuadrados con permafrost que abarca Alaska, Canadá, Siberia y parte del norte de Europa.
El permafrost contiene por lo menos el doble de carbono del que hay actualmente en la atmósfera. Aun si se libera un pequeño porcentaje de esa cantidad, las consecuencias meteorológicas serán catastróficas, señaló el experto Vladimir Romanovsky, de la Universidad de Alaska, en Fairbanks.
El permafrost se afina desde hace dos décadas y el grado de deshielo se acelera con el aumento de la temperatura, dijo a IPS.
La situación tendrá profundas consecuencias para las poblaciones humanas del planeta. En 2050 habrá 200 millones de personas desplazadas, la mayoría procedente de zonas costeras bajas, debido a fenómenos climáticos como el aumento del nivel del mar, según cifras del Global Governance Project (proyecto de gobernanza global).
La tragedia climática se agrava mientras Estados Unidos y la mayoría de los países industrializados se distraen por la relativamente nimia amenaza terrorista y gastan billones de dólares en defensa y las guerras de Afganistán e Iraq.
Estados Unidos puede generar la energía necesaria para cubrir 100 por ciento de su consumo eléctrico con su producción eólica, solar, mareomotriz y geotérmica por mucho menos de lo que gastó en defensa y en guerras en los últimos 10 años, señaló Richard Heinberg, especialista del Post Carbon Instituto Institute, con sede en California.
Pero la economía de Estados Unidos está en tan mal estado, dijo Heinberg a IPS, que ya no puede asumir el costo ni seguir quemando combustibles fósiles.
"Nos veremos obligados a utilizar mucho menos energía tarde o temprano", añadió.

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Un gran estudio predice cambios graves en el litoral y el medio marino
TEGUAYCO PINTO

"El impacto que el cambio climático tendrá en el medio ambiente marino de Europa durante el siglo XXI incluirá un aumento del nivel del mar, un incremento del número y la intensidad de las tormentas, un mayor número de inundaciones y una mayor erosión de la costa". Así de contundentes son las conclusiones del proyecto CLAMER, un macroestudio internacional llevado a cabo por 17 institutos marinos europeos en el que se han recopilado más de cien estudios financiados por la Unión Europea (UE), realizados durante los últimos 12 años.
El informe final se hará público en una conferencia que tendrá lugar en Bruselas entre hoy y mañana. Durante la reu-nión, también se presentará un documental sobre el cambio climático y los resultados de una encuesta de opinión sobre la percepción que los europeos tienen de la situación del medio marino.
El calentamiento expondrá a 800.000 personas a riesgo de inundaciones
Aunque no es la primera vez que un estudio alerta sobre el impacto del cambio climático, este proyecto recopila gran parte de la información científica de la última década y "demuestra, más allá de toda duda razonable, que el cambio climático ya está afectando a los mares y océanos de Europa". Además, pone de relieve los posibles costes que derivarán de los cambios que se avecinan, tanto desde un punto de vista económico como social.
Uno de los problemas a los que se enfrentará la UE será el aumento del nivel del mar. Según el informe, el 33 por ciento de la población de la UE vive a menos de 50 kilómetros de la costa, con lo que "un aumento del nivel del mar de 47 centímetros incrementaría hasta en 800.000 las personas expuestas a posibles inundaciones", asegura el informe. Además, la combinación de una subida del nivel del mar con un aumento de los vientos ha contribuido a que se haya erosionado el 15% de las costas europeas. "Las crecidas comienzan a ser un problema en varias regiones costeras, junto a la erosión de las playas en zonas turísticas", explica el profesor de investigación Carlos Duarte, del Institut Mediterrani d'Estudis Avançats (CSIC).
El estudio también llama la atención sobre el efecto del calentamiento de los océanos y los mares, que está provocando la aparición de patógenos marinos y biotoxinas, lo que podría dar lugar a intoxicaciones alimentarias o, en menor medida, a la aparición de epidemias. En los últimos 25 años, la temperatura del mar se ha incrementado de forma sostenida, según el informe, especialmente en mares cerrados como el Mediterráneo.
Los efectos se notarán también en la pesca y en la salud pública
El informe también destaca que se está produciendo una migración de especies hacia el norte. Estas migraciones tendrán un impacto en la industria pesquera, especialmente en "aquellos países con grandes flotas, como España", señala el informe.
Percepción pública
En lo que respecta a la percepción de los ciudadanos europeos, la encuesta señala que "el nivel de información es relativamente bueno", explica Duarte. El investigador, que ha sido uno de los responsables del diseño de la encuesta, así como del análisis de los resultados, destaca que el orden que los europeos dan a los problemas medioambientales "coincide con el de los científicos", aunque reconoce que hay "cierto distanciamiento entre la ciudadanía y los investigadores", dado que la mayor parte de la información se obtiene de internet. También destaca que un porcentaje significativo sigue considerando, erróneamente, que "el deshielo del ártico no es un problema actual" y resalta la menor preocupación de países como Noruega, donde "ven el deshielo como una oportunidad de negocio". Duarte se lamenta de esta actitud y recuerda que "todos sufriremos las consecuencias".
publico.es

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