Tan claro como el agua
Octavio Quintero
La economía no es tan inextricable como los mismos economistas gustarían que fuera, por aquella equivocada creencia de que mientras menos gente sepa lo que uno sabe, más inteligente es uno.
La economía atraviesa hoy en día por una crisis de proporciones globales. El Estado neoliberal ha dado en creer que si mantiene vigoroso al sector financiero, esto es suficiente para solucionar los problemas de liquidez de las empresas que les impide financiar sus planes de producción, sosteniendo y generando más empleo productivo.
Esa es la razón por la cual el Estado emite dinero que entrega a la banca a tasas de interés muy bajas, con el fin de que el sistema financiero acuda a solucionar los referidos problemas de liquidez empresarial.
Es una solución que luce adecuada, excepto que los bancos no inyectan ese dinero a la economía real, sino que se lo guardan para especular en el mismo mercado financiero.
Un ejemplo: para un banco es mejor prestar a España (el último país de la eurozona que se debate en medio de esta crisis global), 10.0000 millones de euros de un solo golpe, que prestar un millón de euros a 10.000 empresas con lo que podrían solucionar sus problemas de liquidez.
En este orden de ideas, los estados dominados por el modelo neoliberal giran y giran plata a los bancos, y la crisis continúa. Y a pesar de que está demostrado que el asunto debiera ser al revés (entregar la plata directamente a las empresas), la vía financiera persiste, no porque los economistas neoliberales sean brutos, sino porque ahí está su negocio.
Es así de sencillo…
Ilustracion: El Roto
Fuente: ARGENPRESS