España y Portugal a favor de cercenar las aletas de tiburón…
"La regulación enmendada dañará gravemente la viabilidad económica de la flota palangrera de la Unión Europea, al dificultar o impedir la actividad de decenas de buques, con la consecuente pérdida de empleos"
Las delegaciones de España y Portugal "lamentan profundamente" la aprobación el jueves en la Unión Europea de un veto sin excepciones al cercenamiento de las aletas de tiburón en los buques pesqueros, porque temen que esta obligación perjudique a sus flotas, que son las que cuentan con más licencias específicas de los 27 para realizar esta práctica, conocida como 'finning', bajo ciertas condiciones.
"La regulación enmendada dañará gravemente la viabilidad económica de la flota palangrera de la Unión Europea, al dificultar o impedir la actividad de decenas de buques, con la consecuente pérdida de empleos", critican los dos países, en una declaración conjunta a la que ha tenido acceso Europa Press. España y Portugal, únicos países en votar en contra del veto total, advierten también de que esta medida no servirá para frenar el 'finning' por pescadores de terceros países.
El 'finning', por el que los pescadores amputan las aletas para conservarlas y arrojar de nuevo al mar el resto del tiburón, de menor valor comercial, está prohibida en la Unión Europea desde 2003, pero la legislación preveía ciertas exenciones "en circunstancias excepcionales y bajo determinadas condiciones". El objetivo de estas excepciones era permitir a la flota desembarcar las aletas y el cuerpo en puertos diferentes, algo para que las flotas portuguesa y española tenían licencia.
La Comisión Europea propuso acabar con todos los resquicios que seguían permitiendo esta posibilidad y el Consejo de ministros de la UE ratificó la medida este jueves, también con el visto bueno de la Eurocámara.
La amputación de las aletas se realiza a menudo con el tiburón aún vivo y responde al alto valor comercial de las aletas, frente al escaso precio que se paga por la carne de tiburón, con lo que solo se aprovecha entre el 1 y el 5 % de la captura.
En su declaración, España y Portugal sostienen que sus flotas cumplen las condiciones de las licencias que se les concede y no practican el 'finning', porque no arrojan el cuerpo del animal al mar, sino que lo conservan por separado. "No hay riesgo para la sostenibilidad asociada a las capturas que realizan de tiburones de superficie", afirman los dos países.
"Portugal y España lamentan profundamente la adopción del reglamento enmendado", añaden, al tiempo que reclaman que la UE presione en los foros internacionales para que la prohibición del cercenamiento de las aletas se aplique "a nivel global" y no solo por los buques comunitarios.
ECOticias.com – ep
Las delegaciones de España y Portugal "lamentan profundamente" la aprobación el jueves en la Unión Europea de un veto sin excepciones al cercenamiento de las aletas de tiburón en los buques pesqueros, porque temen que esta obligación perjudique a sus flotas, que son las que cuentan con más licencias específicas de los 27 para realizar esta práctica, conocida como 'finning', bajo ciertas condiciones.
"La regulación enmendada dañará gravemente la viabilidad económica de la flota palangrera de la Unión Europea, al dificultar o impedir la actividad de decenas de buques, con la consecuente pérdida de empleos", critican los dos países, en una declaración conjunta a la que ha tenido acceso Europa Press. España y Portugal, únicos países en votar en contra del veto total, advierten también de que esta medida no servirá para frenar el 'finning' por pescadores de terceros países.
El 'finning', por el que los pescadores amputan las aletas para conservarlas y arrojar de nuevo al mar el resto del tiburón, de menor valor comercial, está prohibida en la Unión Europea desde 2003, pero la legislación preveía ciertas exenciones "en circunstancias excepcionales y bajo determinadas condiciones". El objetivo de estas excepciones era permitir a la flota desembarcar las aletas y el cuerpo en puertos diferentes, algo para que las flotas portuguesa y española tenían licencia.
La Comisión Europea propuso acabar con todos los resquicios que seguían permitiendo esta posibilidad y el Consejo de ministros de la UE ratificó la medida este jueves, también con el visto bueno de la Eurocámara.
La amputación de las aletas se realiza a menudo con el tiburón aún vivo y responde al alto valor comercial de las aletas, frente al escaso precio que se paga por la carne de tiburón, con lo que solo se aprovecha entre el 1 y el 5 % de la captura.
En su declaración, España y Portugal sostienen que sus flotas cumplen las condiciones de las licencias que se les concede y no practican el 'finning', porque no arrojan el cuerpo del animal al mar, sino que lo conservan por separado. "No hay riesgo para la sostenibilidad asociada a las capturas que realizan de tiburones de superficie", afirman los dos países.
"Portugal y España lamentan profundamente la adopción del reglamento enmendado", añaden, al tiempo que reclaman que la UE presione en los foros internacionales para que la prohibición del cercenamiento de las aletas se aplique "a nivel global" y no solo por los buques comunitarios.
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